Unos días antes de su discurso de presentación como candidato socialista su jefe, el "maravillónico" Zapatero nos anunció que éste marcaría un antes y un después, lo que me recordó, y a otros muchos también, lo del encuentro interestelar de la Pajín, en definitiva mucho ruido y pocas nueces. Y así fue, un discurso de intenciones sin decir cómo ni de qué manera, simplemente con la intención de captar clientela y, dicen, crear ilusión, lo que en definitiva hacen todos los candidatos.
De todo lo dicho o escrito después, bueno y malo, por sus afines y por sus rivales políticos me quedo con lo escrito por Cayo Lara en twitter:
"Rubalcaba escucha a los mercados, hace política para los banqueros y explica cuentos de hadas a los trabajadores"
Evidentemente se esperaba la loa babosa del editorial de El País, dado que Rubalcaba siempre trabajó para sus intereses empresariales y era su candidato. Tambien la adhesión de su partido, prestos a olvidar que todo lo que defendía en su discurso chocaba frontalmente con la política realizada por ellos hasta el momento. Y como no la reacción crítica del resto de líderes de las formaciones rivales.
Por previsible, pese a la aparente sorpresa, no dejó de serlo el propio discurso, y todo porque a los políticos se les ve desde lejos y glosan sus intenciones de manera contable, soltando lo que piensan que la gente quiere oir. Y era fácil, crear trabajo (justo lo que ha venido haciendo estos tres años como miembro del gobierno con mucho poder), limpiar la economía (palito tímido a los bancos para ganar lustre populista), mejora del sistema democrático (él que está ahí por un dedazo olímpico)e igualdad (término tan amplio que cada vez se abren más diferencias entre ricos y pobres mientras ellos se ocupan del lenguaje). Incluso ensalzó la importancia excepcional de la educación, lo que viniendo de uno de los padres de la LOGSE, que siempre ha defendido, suena a cachondeo.
Y eso que Rubalcaba abominó del PSOE, como si el no fuera parte de él y pretendiera refundar el nuevo socialismo. Una pose. Nada creible. Intento de marcar distancia como haciéndose de nuevas, como si el no hubiera tenido nada que ver en el desastre. Hasta defendiendo ahora lo que hace unos días negaba con su propio voto en el Congreso.
(Viñeta de Vergara en Público, hoy domingo 10 de julio)
Y si ni fuera porque es el mejor de todos ellos, un tipo inteligente y brillante, astuto y sin demasiado escrúpulo, un buen mentiroso y un político de peso con gran oratoria, ese discurso hubiera pasado desapercibido. Y no, no habrá un antes y un después, porque no hay nada nuevo bajo esas palabras perfectamente calibradas que sólo muestran buenas intenciones mientras le dan a la calculadora electoral creyendo haber hechizado a unos miles de ingenuos.
Lo dicho, me quedo co lo de Cayo Lara:
"Rubalcaba escucha a los mercados, hace política para los banqueros y explica cuentos de hadas a los trabajadores"
Frase del día
ResponderEliminarEs difícil crear ideas y fácil crear palabras; de ahí el éxito de los filósofos.
André Maurois 1885-1967. Seudónimo de Émile Herzog, biógrafo, novelista y ensayista francés.
Y yo que le veo en esa foto así como pelín tristón. Después de leer lo taimado que dices que es, hasta me da pena. Con las encuestan como están, a mí me parece que en vez de presentarse a las elecciones va a autoinmolarse.
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