Entiendo, antes de que me lo recuerden, que el horario de inicio de los plenos municipales ordinarios en Daimiel están regulados y por tanto que yo venga a plantear un comienzo de ellos más pronto en su horario chocará, como tantas cosas, con lo fijado. Sin embargo, antes de que sigamos, cabe señalar que ninguna normativa ni ordenanza es irreversible cuando, de verdad, se pretende resolver una situación que, por reglamentaria que sea, chirría un poco.
No es la primera vez ni la primera legislatura en la que un pleno municipal se acaba, o para ser más correctos en la expresión, se hace terminar por imperativo de un límite horario, la medianoche, que nunca tienen en cuenta los contenidos de la sesión y que aunque resulte suficiente la mayoría de las veces en otras no permite completarla tal como debiera suceder.
Por ejemplo, el lunes pasado había 5 mociones, además de otros puntos, especialmente el de las tasas. Echemos cuentas previas:
En condiciones normales, además del tiempo para que la Secretaria lea cada una de ellas los intervinientes disponen de diez minutos para su primera intervención y cinco para la segunda, que con frecuencia agotan. Después el Alcalde puede intervenir, sin limitación de tiempo, aunque aquí en la práctica no suele excederse.
A priori, 4 mociones (pues dos fueron refundidas entre la publicación del Orden del Día y la celebración plenaria y por tanto al elaborar dicho Orden del Día aparecían como 5 mociones) más el punto de las Ordenanzas Fiscales suponen 6 periodos posibles de cincuenta minutos cada uno y que hacen un total de 5 horas o 300 minutos. La duración del Pleno máxima estaba finada en 4 horas y 30 minutos o 270 minutos, lo que de inicio planteaba la insuficiencia de tiempo que podría dejar fuera alguna moción y el turno de urgencias, ruegos y preguntas y la posible participación del público.
Dado que parece haber cierta intransigencia en superar la barrera de la medianoche apelando a la normativa parece lógico que se plantease un inicio más temprano del Pleno ya que, aunque pueda hacerse, no parece lógico que queden o puedan quedar mociones colgadas por todo un mes, como ya ha sucedido en la historia plenaria local, cuando en algún caso pueden ser tan puntuales que carezcan de valor discutirlas un mes después, además de la propia ronda de ruegos y preguntas que suelen ser de una inmediatez y actualidad que no deben ser lastradas por cuatro o cinco semanas de espera.
Posiblemente hay otras soluciones más lesivas pero poco aceptables como reducir aún más los turnos de intervención hacia la exposición telegráfica, lo que a mi juicio va en detrimento de la argumentación que deseamos los que veos o escuchamos las sesiones. Pero la más lógica es poder dar cabida a todos los puntos del Orden del Día y sin perjuicio de ninguno de ellos y eso es más sencillo modificando la hora de inicio, pues como decía el abuelo de una profesora mía, Prado, que así lo contaba "como no somos río podemos volvernos cuando queramos" y rectificar una situación que la lógica entienda cambiable.
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