Llego ahora mismo de allí, del Parque del Carmen, con la curiosidad de saber qué pasa con las obras de la fuente, y me encuentro con este comentario:
"Anónimo16 de julio de 2016, 10:58:00 CEST
noche pasada el parque del Carmen era un botellodromo impedía que se pudiera disfrutar del fresco y el parque, hasta apilaron un montón de vallas en mitad del parque que se traían de otros lados.
Una verdadera vergüenza a la que nadie hace nada"
Una verdadera vergüenza a la que nadie hace nada"
Lo cierto es que junto al banco de la foto, emblemática por aquello de la litrona como escolta, había una veintena de vallas amarillas amontonadas sin saber yo el motivo. Leyendo el comentario ya entiendo ese cúmulo, aunque menos explicación tiene la valla que he encontrado en un lugar del parque menos habitual:
Sin embargo el problema es otro, ya lo veníamos diciendo, y es que tras la inversión importante que hizo el Ayuntamiento para construir la zona de ocio juvenil ( y casi infantil porque el control de edades allí dejó mucho que desear ), precisamente para dotar de un espacio de esparcimiento a la gente del botellón y, de paso, regularlo como único lugar donde realizarlo, nos encontramos que la desidia ha terminado por colonizar otros espacios públicos botelloneros. Es decir, se ha tirado el dinero de todos, se incumple claramente la ordenanza municipal que prohibe el botellón en cualquier espacio público de Daimiel que no sea la zona de ocio y multiplicamos de nuevo el problema porque ya no es solo el Parque del Carmen, el más confluido este año, sino otros espacios como el césped de San Isidro, origen del problema y de la solución de entonces, o la Avenida de los Rosales, por ejemplo, ya tienen grupos botelloneros casi habituales.
Hoy, que es la Virgen del Carmen, en un parque donde está la antigua ermita, la realidad de este parque es la que es, con sus luces y sus sombras, medio dejado a su suerte. Parece que importa un bledo cumplir ciertas ordenanzas, parece que importa aún menos la inversión entonces realizada para resolver un problema importante de convivencia, parece que no existe interés ni ganas de resolver ciertos problemas.
La solución, como la valla de la foto, está en un único tejado, el del gobierno municipal. Ahora falta que reaccionen.
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