sábado, 3 de octubre de 2015

EL MINISTRO TÓXICO (Página nº 3287)

Por muchas razones me parece que José Manuel Soria, ministro de Energía, Industria y Turismo, es el peor con diferencia, y eso ya es decir bastante, de todos los que recuerdo en este momento. Lo es por ineptitud, por sus declaraciones, por su descaro, por su comportamiento y porque toque los palillos que toque todo se deshace en sus incompetentes manos. Uno no sabe si eso de cubrir la cuota insular es su único argumento para justificar esa posición o la ceguera manifiesta de Rajoy para colocar a un elemento tan tóxico para sus propios intereses en puesto semejante, pero lo de este hombre es de traca, con un largo historial de comportamientos al menos dudosos y una gestión en estos cuatro años claramente catastrófica para quienes aspiramos a un desarrollo de las renovables, el estímulo del autoconsumo, la metida en cintura de los lobbys energéticos, la instalación del ATC en un sitio seguro, la supresión de prospecciones petrolíferas con riesgo para la economía de los lugares que viven del turismo, una factura de la luz sin el sinfín de hipotecas que nos gravan, la eliminación progresiva de las nucleares, la reducción de las emisiones de CO2, etc...

Ya hablé de él hace algún tiempo cuando el pasado año estuve en Lanzarote y conocí, de primera mano, hablando con gente de allí, el rechazo a su labor de gobierno, la vergüenza que causaba que un ministro de Turismo siga, por enésima vez, veraneando en un hotel declarado por sentencia firme ilegal y su empeño en favorecer unas prospecciones junto a su costa que, afortunadamente, dieron resultados negativos. Hablando con gente de la hostelería no escuché ni un solo halago hacia este individuo.

Después han venido otras historias confusas y dudosas sobre pago de sus vacaciones sobre las que no salen jamás las cuentas de nadie en su sano juicio, pero sobre todo es delirante que su gestión se haya traducido en convertirnos en una rémora para las renovables, un candado para el autoconsumo, un paladín de las maniobras de las energéticas y, aunque él lo niegue, el responsable final de que paguemos más caro el recibo de la luz que hace cuatro años. Si todo se podía hacer mal, contra los intereses de los ciudadanos de a pie, él lo ha logrado, lo cual es un verdadero mérito para quien no sabe explicar que pasa de verdad con los coches y las emisiones (en un artículo le tildan como "Un asno por ministro" o su empeño cómico en demostrar que el Meridiano de Greenwich pasaba por Canarias, en un vídeo histórico que avergonzaría al más pintado si de verdad tuviera capacidad para sentir vergüenza.

No me cabe duda, por hechos, y a pesar de la fuerte competencia, no hay peor ministro que este individuo, uno de los pesos pesados de un Gobierno que, por eso mismo, solo nos puede dejar preocupados. Un ministro "tóxico" como ningún otro, a mi parecer.


viernes, 2 de octubre de 2015

EL DERECHO A UNA MUERTE DIGNA (Página nº 3286)

Siempre he creído en esa capacidad que las personas tienen de suplantar la realidad con explicaciones que, de otro modo, no parecen tener respuesta. Ese concepto mítico es una forma de seguridad aunque un territorio ciertamente movedizo y que ha dado lugar a todo tipo de elucubraciones capaces de salvaguardar ese seguridad de la que hablo en las personas aunque a costa de no someterlas demasiado a escrutinio. Sin embargo la ciencia, el conocimiento, han ido acotando cada vez más esa vasta extensión desmitificando, desmontando, descomponiendo, muchos de los viejas creencias arcanas y obligando a cuestionarnos la verdad desde una realidad empírica, razonada, demostrable. Y cuanto más crece la ciencia, el análisis, la búsqueda de respuestas racionales el espacio creativo de respuestas se va menguando.

Yo no puedo sustraerme a ese avance científico, a la búsqueda racional del por qué de las cosas, incluso cuando pone en peligro ese otro terreno de lo espiritual y lo simbólico que, respetando a los demás, apenas ya poseo. Y entiendo que esos avances nos mejoran, dar mejor respuesta a lo que nos rodea y permiten progresar hacia un futuro más humanista, sí, además de mucho más coherente.

En este punto quiero abordar el tema de la eutanasia, o más bien, el derecho a elegir una muerte digna. Es evidente que estoy a favor de esa elección, a tener en mis manos la capacidad de decidir sobre mi vida por encima de deudas morales o religiosas, simplemente atendiendo a una realidad que se corresponde con datos médicos, perfectamente medibles, y que hablan del deterioro, el dolor, la irreversibilidad de procesos vitales.

Nos han dicho muchas veces que pretendemos jugar a ser dioses si queremos tomar una decisión así, ¿qué dioses?, ¿aquellos mismos cuyos designios nos son incomprensibles muchas de las veces y para los que solo nos demandan fe, comprensión y resignación? ¿O "dioses" perfectamente humanos que se niegan a prolongar una situación ya imposible y pretenden que el dolor, la agonía y el sufrimiento no puedan extenderse en el tiempo?

Puedo entender que las personas con profundas creencias espirituales opten por agarrarse a una posibilidad de milagro, que en el fondo quieran entender que toda decisión les es ajena y encomendarse a ese algo que tratan de imaginar desde el fondo de sus corazones y su fe, pero no quiero que ellos decidan sobre mi vida ni sobre mí, no quiero que una sociedad me imponga una decisión que es mía o de los míos, como no quisiera imponer la eutanasia como un modelo incuestionable y obligado. Quiero poder elegir sin que las "seguridades" o "prejuicios" de otros recaigan sobre mi vida.

Es curioso, desde ese punto de vista espiritual, religioso, hemos ido aceptando avances que, digamos, hace siglos torcerían la voluntad de los dioses. La religión se ha ido doblegando a la ciencia en favor de la vida y así transfusiones, transplantes, etc... han sido aceptados a pesar de que mucho tiempo atrás, siglos, fueran objeto de escándalo, persecución, juicios sumarios por brujería. Si lo pensamos desde aquel prisma una transfusión, un transplante, una operación, eran formas de torcer la voluntad de esas deidades omnímodas a cuyos designios debíamos entregarnos por completo. Pues bien, si lo hemos hecho por la vida, si hemos sido capaces de asumir para la vida toda esa serie de progresos, ¿por qué nos hemos olvidado de la muerte para otorgarle la dignidad necesaria a quien quiere dejarla, voluntariamente o a través de sus progenitores, cuando su situación ya es irreversible y nada justifica prolongar esa situación?, ¿y por qué seguimos dejando que sean los dilemas morales quienes pesen en tamaña decisión cuando la ciencia nos está hablando de que ya no hay nada que hacer?

Insisto, respeto las decisiones y creencias de quienes estén convencidos de que ellos no tomarían una decisión así pero reivindico el derecho a un marco legal que permita mi propia decisión y la de los míos. O los de los padres de Andrea, esa pequeña de 12 años que ha vuelto a poner en la actualidad, como en otras ocasiones, la eutanasia y el necesario derecho a tener una muerte digna.



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jueves, 1 de octubre de 2015

¿HACIENDA SOMOS TODOS? (Página nº 3285)

Pagamos los impuestos que, lo dice la palabrita, nos imponen. Intentamos creer que todo ese dinero que nos detraen de forma directa o indirecta es para un fin común que mejore nuestras vidas, que dé respuesta a las mínimas necesidades que se plantean y hasta aceptamos que una pequeña parte de esas cantidades terminen siendo, para decirlo suavemente, dilapidadas en virtud de un mal uso, una incompetencia y hasta un alarde personalista con meros fines electorales. Pero en el fondo entendemos que debe ser así, que hay determinadas partidas que solo son posibles si todos contribuimos en una medida justa, equitativa y necesaria, por más que te subleve la realidad de que el tratamiento fiscal no atiende siempre a la proporcionalidad ni al equilibrio y que hay demasiada mierda entremezclada con el uso público de ese dinero. El atender servicios elementales requiere de esfuerzo común, justeza y administración y si han de quedar fuera los excesos y alardes sí que han de garantizarse aquellos servicios básicos que crean seguridad para las personas.

Dicho esto me molesta soberanamente que se gasten cientos de miles de euros en una rotonda que podría hacerse, cumpliendo lo imprescindible, por una quinta parte de su valor. O que la elección estética de unas farolas dispare un presupuesto cuando lo básico gira en que sea eficiente y reduzca consumo, y pongo dos ejemplos sencillos por no extenderme.

¿A donde voy con todo esto? ¿Hacienda somos todos?



Y es que me ha alterado la noticia relativa al Colegio "San Isidro" y la situación de esa clase de 1º de Ed. Primaria que aparece en daimiel.es porque es conocida la situación de ese grupo desde que fueron escolarizados en 3 Años y huelga decir que ya estoy harto de que se excuse todo con que estando de acuerdo en la necesidad educativa para dotar de profesor de apoyo a ese grupo de niños nuevamente se excusen en lo estricto de la Consejería de Hacienda para liberar disponibilidad económica que dé respuesta a, y lo vuelve a decir la palabra, una "NECESIDAD". Ya está bien que se esgrima el enésimo sonsonete de que es Hacienda quien toma la decisión cuando estamos hablando de algo de mucho más valor como la situación de un grupo de alumnos de 6 o 7 años y vemos que Hacienda sí llega a otros gastos como dar oxígeno a ese muerto viviente que es una televisión regional perfilada y proselitista.

Me dirán que como la situación de esa clase del Colegio "San Isidro" habrá más, algo tan vago como cuantificable, pero ya estoy de vuelta de la recurrente maniobra de convertir a la Hacienda regional en el frontón para no hacer nada mientras vemos discutibles maneras de malgastar el dinero en cosas menos sensatas y necesarias.

Hacienda no somos todos, eso es una pamema, ahora se ha convertido en la manera formal de negación mientras las autoridades educativas dicen que se trata de una demanda justa para salvar la cara. Si fuera justa de verdad, y lo es, Hacienda ni sería un mínimo obstáculo.

Enlace:

http://www.daimiel.es/post2917745/una-necesidad-prioritaria-sin-respuesta


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UNA TONTERÍA (Página nº 3284)

A veces estar de baja lleva a que el tiempo parezca dilatar y uno incurre hasta en actividades veraniegas o de fin de semana como resolver pasatiempos de todo tipo. En esos días de hospital, pues, me hice con una revista de autodefinidos con los que entretener la mente y esquivar la espera.

Pues bien, ayer, por aquello de dedicarle un rato me puse a resolver tres o cuatro de estos autodefinidos que tan bien se me dan y me encontré esta pequeña curiosidad, una tontería sin más, pero que me resultó divertida porque creo recordar que era la primera vez que me sucedía después de resolver miles de crucigramas y otros pasatiempos a lo largo de mi vida:


Ahí lo tienen:
POBLACIÓN DE C-REAL
y yo tan contento escribiendo DAIMIEL

La edición es de Autodefinidos Orión, nº 1779 y el autodefinido nº 12

¡Con qué poquito se alegra y disfruta uno!


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miércoles, 30 de septiembre de 2015

LA PELOTA EN TU TEJADO (Página nº 3283)

Durante estos días que he estado hospitalizado no he podido seguir demasiado la actualidad local, acaso a través de algunas alertas de Google y alguna referencia de quienes me visitaban, pero sí conocí y me alegré soberanamente de la presentación y puesta en marcha de la plataforma municipal "Tu ayuntamiento resuelve" que Jesús David, y suena a "alma mater" de un proyecto que, debiendo estar activo desde más de una década solo ahora ha visto luz. presentaba hace unos días con la intención de establecer una vía de comunicación fluida y directa con los ciudadanos para que estos, de forma activa, colaboren en señalar aquellas incidencias que estiman han de ser conocidas y resueltas por las distintas delegaciones.

La idea, como puede entenderse, es de lo más sencilla y parte de la base de que la ciudad la hacen los ciudadanos y estos deben ser corresponsables de lo que sucede en ella partiendo del uso adecuado y el comportamiento cívico correcto pero, al tiempo, como personas que preocupadas por lo que también es suyo han de tener una actitud colaborativa que redunde en la detección y resolución de los problemas que, no me cabe duda, reconocemos, advertimos, pero no siempre sabemos como comunicar.

Por eso algo tan elemental como esa plataforma, que insisto debiera estar funcionando desde hace más de una década pero que tiene el valor real de ser una de las decisiones del nuevo Equipo de Gobierno, puede convertirse en una herramienta de eficacia que beneficia claramente a quienes gobiernan pero, y sobre todo, tiene un claro beneficiario en los propios habitantes de Daimiel si saben aprovecharla y debería ser así porque es accesible i apunta a ser eficaz.

Por lo tanto la pelota está también en el alero de los daimieleños. "Tu ayuntamiento resuelve " da por hecho que de veras aspira a resolver todas las incidencias que se estimen lógicas, pero lo cierto es que nos han puesto un instrumento importante para no volver a decir que no existen mecanismos directos para señalar los problemas que encontremos y además prometen comunicar la resolución de esas incidencias en cuanto se produzcan. Toca pues andar ojo avizor, sentir la utilidad de la plataforma, comunicar cuanto veamos necesario y aguardar que todo se resuelva mucho más rápido. Y si ésta es una iniciativa loable lo será mucho más en cuanto seamos los usuarios quienes le metamos marcha y asumamos que, estando la pelota en nuestro tejado, no podemos inhibirnos y si, en cambio, mojarnos para mejorar.




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PREFIEREN SENTIR QUE PENSAR (Página nº 3282)

Todo lo que se mueve alrededor de Cataluña, desde el independentismo pero también desde la postura opuesta a la secesión, huele a trampa y mentira que apesta, y como suele ser habitual resulta producto de la forma de actuar política donde la pedagogía se ausenta mientras se potencia la viscelaridad, la simpleza de los mensajes y los titulares.

En este contexto parecería que pretendo indicar que a los catalanes los engañan como chinos porque son ignorantes, y no es así, no creo para nada que haya un superávit o déficit intelectual mayor o menor en esa zona del país, pero sí que entre sentir y pensar han decidido supeditarse a lo primero y dejar la reflexión seria al lado para que no les haga aguas el deseo cuando es tamizado por los datos reales. En definitiva han dejado canalizar los sentimientos identitarios y drenar cualquier opción de que la realidad se los desmonte.

El nacionalismo ha trabajado siempre así, partiendo de que cada persona propende ya a ese carácter de identidad que auna, ese sentido de pertenencia, que vemos desde la propia familia, el asociacionismo, la pertenencia a una hermandad, club u organización.Nos pasa a todos, nos sale ese orgullo del barrio, esa naturalidad de atribuir a nuestra localidad valores de exaltación como si fuéramos mejores que el resto, y nuestras fiestas, tradiciones, cultura se nos revelan como indiscutiblemente las mejores.Es muy sencillo caer en ese autoengaño, sumirse en una excelencia que no es tal pero que nos complace y nos procura seguridad. Pues bien, cuando las autoridades políticas, que conocen perfectamente las claves de ese sentir, comienzan a emplear todos sus recursos para sobredimensionar ese sentido entonces se empieza a catalizar ese nacionalismo indiscutido que achaca aciertos a los valores propios e identifica todo error con la influencia y decisiones de fuera, y esa maquinaria es perfecta desde la manipulación de los medios, el proselitismo a ultranza y la eliminación de cualquier papel crítico que desnude tan estúpido argumentario, y allí se llevan décadas así.


Pero, ¿y desde el otro lado? Solo se ha fomentado lo contrario, el odio a lo catalán, tapando también el análisis y la reflexión, eliminando la pedagogía para explicar la realidad con datos, y se ha renunciado a dialogar, a negociar ámbitos de actuación (no esa independencia, que nunca puede ser unilateral), a no tomar decisiones que parecen ir buscando el enfrentamiento y la polarización.



Y claro, luego está el tema de la justicia, condicionada hasta tal punto por el intervencionismo político, que ya no sirve ni como fiel de balanza y tiende a contaminar todas las decisiones, por justas que puedan ser, ayudando a que se extremen las posturas.



Quizá porque se ha forzado tanto la mentira, desde ambas orillas, la gente prefiere sentir que pensar, y el envenenamiento es tal que hemos hecho un gravísimo problema de una situación que, hace una década, solo era una preocupación. Y lo peor, que los sembradores de odio y mentiras siguen al frente y eso hace que pensar vaya extinguiéndose mientras nos entregamos a la visceralidad de un sentimiento que tiende a cegarnos.




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martes, 29 de septiembre de 2015

CUESTIÓN DE SALUD (Página nº 3281)

A veces la vida entra en una espiral de la que desconoces su final. Parece que todo está perfecto, sincrónico, estable. y de pronto algo te hace saber que no es así. Son síntomas que, en ocasiones, ignoras, pero que en otras tienen la suficiente relevancia para no dejarte dudas de que algo pasa y descubres, inquieto, que a partir de ese instante la inquietud, otras veces el miedo, siempre el asombro, se instala durante unos días rompiendo rutinas y arruinando ese confort personal que, aunque parezcamos minimizarlo, supone encontrarse saludable.

El pasado quince de septiembre me sentí así, de pronto asaltado por un malestar reconocible pero más intenso, como episodios que olvidas pero que, al reaparecer, te recuerdan que ya estuvieron, levemente, allí contigo. Pero horas más tarde el dolor se desplazaba a otra parte de tu cuerpo y esta vez ese dolor advertía de que estaba para quedarse porque te doblegaba.

Tras una primera visita al médico de cabecera y la derivación a Urgencias, con pruebas varias, uno se descubre con una hermosa piedra en la vesícula, un cólico biliar y la promesa de unos días ingresado para solventar temporalmente algo que tendrá su solución semanas después con cirugía. Y en esas anduve cinco días, sin beber los tres primeros, sin comer, viendo desaparecer el dolor y reconfortado, a la vez, por su propia ausencia, en tanto otro dolor aparecía, casi no identificado, pero de mayor enjundia. Días en los que decidí no escribir en el blog porque el ánimo tampoco alentaba incursiones.

Volver a casa fue la noticia, el alivio, sentir que el episodio quedaba superado y la normalidad implantada. Comienzas a pensar de otra manera, calmas la inquietud y te sumerges en la cotidianeidad de tus cosas. Y hubiese sido así de no aparecer la fiebre tras una larga semana de antibióticos, y el dolor de nuevo, y entonces regresar veloz al servicio de Urgencias porque no entiendes nada. Y allí, de nuevo la espiral, pruebas cada vez más complejas, hasta conocer que tenía una neumonía con derrame pleural importante y ver como iban extrayendo parte de ese líquido acumulado. Entonces, solo entonces, me percaté de la cierta fortaleza que mentalmente me acompaña, esa traducción a la levedad para intentar que los acontecimientos no te superen, y luego entregarse al tratamiento con la intención de no dejarse arrastrar por las dudas y el pánico.

Por suerte el cuerpo respondió, el tratamiento, que ahora sigue en casa, se determinó acertado y el dolor, la fatiga, fueron cayendo en el olvido en tanto el derrame sigue menguando de forma significativa hasta haber desestimado la necesidad de drenajes o paso por quirófano. Y ahora quedan algunas semanas más, dando respuesta a ese tratamiento, para que todo quede limpio y como un pequeño mal recuerdo de esa "insoportable levedad del ser" sometido al escrutinio de la enfermedad.

Pero también me ha servido para saber que he estado en buenas manos, que doctores, enfermeros, auxiliares, se han volcado conmigo, me han arropado en este trance con su trabajo y profesionalidad, con su afecto, con toda la atención que les he merecido y que te hacen entender que más allá del enfermo la persona es relevante.

Y también para saber que la familia, los amigos, también son la base sólida de nuestras vidas, que les importas y están a tu lado.

Ahora vuelvo al blog. Tenía que explicar esta ausencia antes de volver a ponerme frente a la hoja en blanco y enfrentarme con esas otras realidades que dan cuerpo a este bitácora personal.

Un saludo.

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