Decía mi cuñado, entre veras y broma,, que se había acercado a limpiar las sepulturas de su padre y su jefe y, en esas, echando un vistazo al camposanto, se percató de que conocía a la mayoría de los allí enterrados. Luego salió a la calle, de vuelta a casa, y se asombró de no conocer a casi nadie de los que se encontró. Entonces fue cuando se dio cuenta de lo mayor que era.
Aquí en Daimiel, si alguna vez te acercas a ver una esquela recién colocada se puede ver a un grupo de gente, alrededor, tratando de identificar al fallecido. Si hay foto o se ha insertado el apodo familiar seguramente será más fácil pero si no uno puede empezar a escuchar conversaciones cruzadas dando cuenta de direcciones, parentescos, acontecimientos y otras referencias para intentar que el otro termina por saber quién es el difunto. Es increíble, a veces, la cantidad de información que se genera en esos grupos de curiosos para lograr que quienes están junto a ellos terminen por saber de quién se trata.
Pues bien, en esas conversaciones aparece con muchísima frecuencia ese otro rasgo que permite identificar que uno es muy mayor, y es escuchar referirse al finado como "muchacho" o "muchacha" a quien en la esquela aparece haber fallecido con setenta y tantos u ochenta y tantos años:
-¿Quién se ha muerto?
- Una muchacha que vivía por la Paz...si hombre, esa muchacha que sirvió en la casa de los Pinillas, que se casó con un muchacho de Villarta que era ferroviario y se fueron a Alicante... que luego se quedó viuda y se vino con sus padres..., ¡sí, Mari, que al chico mayor lo atropelló la "guada"!...
-¡Ah!, ¿esa muchacha?, ¿que su padre se cayó en la tinaja, que menos mal que estaba vacía?...
-Sí, coñe, la muchacha esa... tú verás, con ochenta y dos años...
Y es que en nuestra ciudad, si tú te metes en uno de esos corrillos informativos habitualmente llegarás a la impresión de que en Daimiel solo mueren muchachos y muchachas, y sabrás que estás muy mayor cuando, ante una esquela, te sorprendas dando explicaciones que empiecen hablando de muchachas y muchachos.
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Ja,ja,ja, es verdad que esa expresión es muy común
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarJjajajjaa nunca me habia dando cuenta.
ResponderEliminarEs verdad,ahora que lo pienso,es cierto,eso es muy cierto.
ResponderEliminarLo llamativo es que todo el mundo se acerca al ayuntamiento a ver las esquelas y nadie mira los carteles de actividades y oferta cultural municipal. Es algo de película de Berlanga.
ResponderEliminarHabéis dado en el clavo, todo totalmente cierto.
ResponderEliminarMuy cierto aunque yo les pongo nota. Ejm muere con 98.. 9'8 sobresaliente
ResponderEliminarEs verdad nadie mira pero ni mallores ni jóvenes
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