Spain is different. O al menos puede llegar a parecerlo cuando uno se topa con algunas noticias que no tiene por reales hasta que comprueba que han sido por publicaciones teóricamente serias. Noticias como, por ejemplo, esta que aparece el El Periódico Mediterráneo :
"La policía media para que la maestra devuelva los cromos a un alumno"
Y uno ya no sabe que es más absurdo o ridículo, si que un padre llame a la policía porque una maestra que ha requisado unos cromos en clase se niega a devolverlos hasta que lo estime oportuno o que la propia policía se persone en el centro para dirimir y mediar en esa devolución, en un concepto de celo policial más acorde con el "apatrullando la ciudad" que otra cosa, y más cuando, al parecer, ni medió denuncia alguna.
Particularmente se está llegando a unos niveles de idiotez que asusta y me recuerda aquel dicho de matar mosquitos a cañonazos. Porque piénsenlo, llamada telefónica a la policía local advirtiendo que la malvada profesora le ha arrebatado a su inocente niño los cromos que llevaba al colegio seguramente porque el pobrecito infante jugaba con ellos en vez de atender a las aburridísimas e inútiles matemáticas y los agentes de policía perdiendo el culo por llegar cuanto antes al centro educativo e irrumpir cual superhéroes para restañar la "injusticia" que pueda evitarle un trauma al pequeñin desposeido de su tesoro.
Ya sólo faltaría que condecorasen con la medalla del mérito policial a los agentes por su arriesgada misión y el temple para conseguir la devolución de los cromos. ¡Joder, cuando le cuenten tan grandioso logro a sus nietos!
Ni que decir tiene que en los colegios se requisan a diario cromos, que en los reglamentos de régimen interior de estos suele quedar claro la manera de proceder cuando se estima que esos cromos, juguetes, muñecos y otros elementos destinados a disfrutarlos en los recreos, alteran el normal funcionamiento de la clase, sirven de distracción al alumno y compañeros y perturban sin razón. Y nadie espera a que "Los hombres de Paco" se presenten cual vengadores justicieros para fijar que en ningún caso prevalecerá el derecho al funcionamiento normal de una clase sobre el "sagrado" disfrute de los cromos en cuestión avalado por el padre de la criatura.
Vivimos en un país de caricatura, de risión. Y prometo más estampas.
Y para los incrédulos dejo el enlace y la portada:
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