Se lo oímos a Felipe González no hace mucho y comienza a escucharse cada vez más, un pacto entre PP y PSOE para salvar los muebles o, como dicen ellos, evitar que Podemos derrumbe el Estado de Bienestar que, al menos para la élite política, ha sido hasta ahora.
Es bastante curioso comprobar como les es más fácil pactar para salvar el culo que para combatir la corrupción.
Yo no sé si Podemos es el demonio que nos pintan, si de verdad querrán convertir esta pseudodemocracia en algo peor según nos advierten los dos partidos ahora amenazados. Tampoco sé si serán la solución a algo o más de lo mismo. Pero sí tengo medianamente claro que tampoco un pacto PP-PSOE beneficiará a alguien más que a los que ha venido beneficiando, y quizá sea este el verdadero drama de los que creemos en una democracia regenerada, abierta, participativa y honesta, que puede que con unos (PPPSOE), con otros (Podemos) y con el resto nos sigamos quedando con las ganas de vivir en un país digno, honrado, orgulloso de sus instituciones y abierto a todos los ciudadanos y sus sensibilidades, un país que como otros se puedan blindar contra la corrupción, tenga clara separación de poderes, leyes claras y contundentes contra quienes pervierten la convivencia y la clara idea de que los derechos y los deberes son igual de obligatorios en su cumplimiento.
Acaso sea un soñador, o un inconformista, o un ingenuo recalcitrante, pero en este país se ha hecho casi de todo para amparar la corrupción con leyes suaves o laxas, jueces tutorizados por los principales partidos, intervencionismo político desde las instituciones evitando dar los medios necesarios para perseguir efectivamente la corrupción, policías a la carta, prensa alimentada con dinero público para tenerlos de la mano, televisiones públicas que desinformen, partidos políticos que nunca parecen saber viviendo como viven con la mierda hasta el cuello. No se ha hecho nada real para evitar, perseguir, luchar contra los chorizos y sinvergúenzas, contra los ladrones de guante blanco y su tendencia a apropiarse de lo común.
Y ahora, un pacto PP-PSOE, agobiados porque las encuestas comienzan a mostrar el cabreo terrible de la sociedad y la pérdida de confianza en que los que han permitido todo eso puedan solucionarlo, ¿va a arreglar el problema?, ¿o solo quieren minimizar el daño para seguir mangoneando de la misma manera?. ¿De verdad alguien cree que a estas alturas de la película los ciudadanos van a ganar algo con ese posible pacto del bipartidismo si estos no concluyen un ejercicio real de democracia posibilitando medios policiales y judiciales, revocando cualquier nombramiento político en los órganos de control y en la justicia, endureciendo las leyes, eliminando prescripciones, amnistías fiscales e indultos, favoreciendo el trabajo de las inspecciones, expulsando a tanto cargo de confianza y tanto cargo político de las administraciones y haciendo que todo dios pague impuestos proporcionalmente según sus verdaderos ingresos?
Diré más, un pacto así consolidará la mierda y el ladronicio si lo que tratan únicamente es de blindar la conservación del poder. Y ese sería el peor pacto posible, si como digo, no sirve para otra cosa que todo lo descrito antes, convertir esta democracia en lo que debió ser desde el primer momento y que ellos, PP y PSOE, sobre todo pero no únicamente, sepultaron hace tiempo.
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