Ocurre que, a veces, no hay mal que por bien no venga y así, unos problemas detectados en una zona del Museo Comarcal que amenazaban la integridad de parte del espacio donde se celebraban los Conciertos de verano de la Banda Municipal de Daimiel han propiciado que estos vuelvan a su ser, "en abierto y gratis". Y por tanto, aunque por accidente, la Plaza de España se convierte en el magnífico escenario para el deleite musical de las piezas escogidas por la Banda a quienes estén, pasen o se acerquen por el ágora principal de los daimieleños.
Y puede que tal circunstancia ayude a que este hecho eventual cale de tal forma que anime a los responsables políticos a desandar lo andado y decidir que es buen lugar y estable para que, en adelante, se celebren allí.
Evidentemente reconozco que no es igual ir a un concierto, donde la gente sabe a lo que acude y su actitud y comportamiento no suele verse distraída por otros elementos distorsionantes pero también que la buena ejecución a que nos tienen acostumbrados puede ser suficiente para atraer la atención y el interés de muchos otros que de otra forma no acudirían, y creo que una queda compensada sobradamente por la otra y arropa en mayor presencia la actuación de nuestros músicos que, me parece, agradecen siempre un mayor aforo.
Si finalmente no es así aprovechemos esta oportunidad puntual de disfrutarlos en lugar principal, para todos y gratuitamente, y que la música inunde ese espacio para recordarnos su poder de emoción y su belleza.
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