sábado, 9 de julio de 2016

LA "GUADA" (Página nº 3743)

Tengo memoria de un Daimiel especialmente limpio, cuando yo era chaval. Recuerdo como, afanosamente, las vecinas, en todas las calles, se esmeraban en barrer y limpiar sus trozos de acera, y terminada esa tarea  sacaban un balde de agua y a golpe de mano humedecían el rodapié de la fachada y el acerado. No sé si es engaño de mi memoria o qué pero ni recuerdo tanto papel ni envoltorio desparramado por el suelo y, a cambio, el frescor de esa aguada matutina hacía mejor el transcurrir por las calles con el buen tiempo y llenaba de precaución el paso en tiempos de frío.
 
Yo lo tengo como uno de los recuerdos más vivos cuando solo, o con mis vecinos, me encaminaba hacia la Escuela Motilla, primero, la Escuela Piña más tarde, o el Infante Don Felipe después. Y en ese discurrir la apacible conversación de unas y otras alargando la tarea.
 
Pero, sin duda, el momento álgido en verano era el paso de la "Guada", aquel camión cisterna que avanzaba en la tarde por las calles lanzando abanicos de agua fresca, de fachada a fachada, para refrescar el ambiente, mientras por efecto del sol hacía visibles pequeños arco iris. Su lento paso, entonces por calles con no demasiado tráfico, hacía, además, las delicias de los chicos y chicas de mi edad que corríamos a saltar una y otra vez el arco de agua hasta que vencidos nos dejábamos regar por aquel manantial móvil que nos caía como lluvia reparadora.
 
Es curioso como el agua, abundante entonces, somera pero mucho menos consumida que ahora, servía para, día sí día también, dar un halo de limpieza y sofocar el calor de las calles, algo que ya no sucede porque, es lógico, los tiempos y las circunstancias han ido variando las costumbres. En aquellas calles, las de Daimiel, fueron desapareciendo los botijos a pie de puerta para uso de cualquier transeúnte, las aguadas de acera y fachada y, antes que todo eso, la "Guada", aquel camión cisterna que hacía las delicias de los chavales corriendo y saltando a ambos lados para hacer del agua lo mejor de ese día.
 
Hubiera querido ilustrar esta entrada con una foto de ese vehículo pero no he encontrado ninguna. Cojo ésta del blog de Luis López Castillo "Cosas de mi pueblo":
 
 
 
Enlace a este blog:
 
 
 
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DEL COCHE DE PROPAGANDA Y ALGÚN QUE OTRO MÁS (Página nº 3742)

No voy a negar que lo he escuchado algunas veces, incluso que comparto el sentir de algunos comentarios en torno a las molestias que produce, pero abordo el tema porque ya ha salido repetidamente la queja en entradas que nada tienen que ver con ese asunto pero que sirve para poner el asunto en el candelero.
 
Lo primero que diría es que ignoro qué regulación existe sobre la cuestión de circular por la calle, altavoces potentes sobre el vehículo, anunciando todo tipo de eventos, y por tanto si hubiera dicha regulación y la empresa la cumpliera poco o nada cabe decir al respecto. Eso sí, cuando lo que debiera ser excepcional se convierte en ordinario o habitual lo cierto es que el malestar de algunos vecinos comienza a parecer lógico. Y es que colisiona el interés empresarial con la tranquilidad del vecindario que ve invasiva esa publicidad cuando ni los sólidos muros de sus viviendas silencian el alto volumen con el que se desgranan los eslóganes publicitarios de los eventos.
 
Entiendo que la actividad es legal en tanto algunas de las cosas que se publicitan son de eventos municipales y no puedo pensar que el Ayuntamiento estuviera encargando parte de su publicidad a una actividad no autorizada. Pero sí estaría bien que se fijase un umbral máximo de volumen para respetar a los ciudadanos dentro de sus propias viviendas.
 
Por cierto, que no es el único vehículo, porque llevo años escuchando la furgoneta que recoge los tratos viejos, y aquí sí que tengo dudas de que la actividad ambulante sea lícita porque me parece que, en este caso, la regulación no permitía dicha actividad en el casco urbano salvo en un día concreto de cada semana, y no he escuchado yo que eso haya variado. Y a este vehículo, el de "las amotos viejas", sí que lo oigo a menudo porque, al pasar por el colegio, hay que detener la clase hasta que atraviesa la calle Ronda de Vergara y se pierde el rastro auditivo.

E incluso, eventualmente, otros aparecen con frecuencia para regalarnos los oídos con sus repetitivos mensajes proselitistas.
 
Al final todo es convivir, saber hasta donde no violentar a los demás o molestarles. Esa es una asignatura pendiente, no de fácil resolución, pero que necesitamos abordar.


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viernes, 8 de julio de 2016

¡AY, ARBOLITO QUE VIENES...!(Página nº 3741)



Remedando, con perdón, a Antonio Machado:

"¡ Ay, arbolito que vienes
a ser plantado en Daimiel,
un concejal de jardines
te talará sin cuartel !"

Ahora tocan los cinco árboles que hay en la zona norte de la iglesia de San Pedro. ¿Su delito?... estar.

Según escuchábamos en el Pleno del lunes pasado son cinco ejemplares sanos, que crecen erguidos y que llevan allí décadas de discreción. El problema es que fueron plantados en Daimiel, que es casi como ser cristiano en Siria, osea, objeto de persecución, siempre en territorio hostil.

Escuchábamos de boca de un concejal que en las comisiones de Urbanismo aparece como tema recurrente, casi sin excepción ni tregua, el de relación de árboles para ser talados. Los motivos, de toda índole, en ocasiones justificables y en otras desde luego que no. Algunos terminan salvados, al menos de momento, pero sobre otros ya cayó el hachazo que terminó con sus vidas y ni tan siquiera en todos los casos dejaron el consuelo de ceder su sitio a un joven ejemplar.

Por lo que leo en un comentario la idea es colocar cipreses, árboles sin apenas sombra y especialmente alergógenos, para que gente como yo ni se pueda acercar en época de polinización. eso sí, limpitos, modositos, siempre derechos.

De nuevo los árboles son un número, no interesan demasiado como seres vivos, aquí talo y aquí pongo, y a buscar nuevas víctimas para el hachazo.

"¡ Ay, arbolito que vienes
a ser plantado en Daimiel,
un concejal de jardines
hará un erial de un vergel !"

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jueves, 7 de julio de 2016

VERDE QUE TE QUIERO VERDE (Página nº 3740)

 
 
La imagen apareció hace unas semanas en el grupo "Daimiel en el recuerdo" y es ahora su imagen de portada, pero para los que vivimos aquel Parterre la foto tiene mucho más de emotivo y sustancial.
 
Ocurre que entonces, en los setenta y ochenta, el Parterre era un vergel sin igual y de pronto ves la foto y allí está todo lo que recuerdas, la mancha verde de árboles y parterres, la baranda que bordeaba el perímetro, la fuente luminosa que alguien donó y que apenas tuvo unos años de esplendor con sus focos de colores tiñendo el agua, los paseos de tierra amarilla, los bancos de piedra que se resisten a desaparecer y Antonio, puede que el último guarda del Parterre regando a manguera jardines y pasos hasta que el frescor marcaba un microclima diferenciado del calor aplastante de las calles colindantes.
 
Los árboles ya aprendían a torcerse, en esa pelea constante por la luz, para terminar tamizándola y llenar de sombras los espacios de descanso y de juego. Porque allí acudía la gente mayor, a esos otros bancos de madera que había en las zonas de albero y los chicos nos entreteníamos jugando a las bolas, al trompo, al clavo, a carreras de chapas, o si éramos más a la pídola,  los burros de pared, las veinticinco o la olla. Eso cuando no caía una pelotilla de plástico, de aquellas que se vendías con una goma, y que nos daba tanto juego para aquellos partidos de banco a banco.

No se ve en la foto pero aquel inmenso recreo, fue el mío durante el año que asistí a la conocida Escuela Piña, no tuvo secretos para los chavales de mi edad y recuerdo cada rincón con especial cariño. El Parterre era, verde que te quiero verde, el gran vergel daimieleño, un sitio acogedor, entrañable, mágico para los chicos de mi edad, y aunque ahora parte de su fisonomía ha cambiado y el verde menguado levemente sigue siendo el sitio de encuentro, el lugar al que llegado el buen tiempo me encamino para compartir unas cervezas y un rato de conversación con los buenos amigos.


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A MENOS DE DOS MESES AÚN NO SABEMOS NADA DEL SEGUNDO CONCIERTO DE FERIA (Página nº 3739)

Aunque en el acto de presentación del concierto ferial de El Barrio, celebrado el 24 de mayo,  se dijo que próximamente se anunciarían el resto de actuaciones, lo cierto es que mes y medio después y a menos de dos para las ferias nada se sabe. No ya de los conciertos solidarios o gratuitos, que suelen presentarse más tarde, sino del segundo de los conciertos centrales o estrella que suelen programarse y que suele hacerse con antelación por aquello de la publicidad, la venta de entradas, etc...
 
Me llama la atención porque no es habitual tanta demora salvo que este año no se programe tal concierto o les esté costando mucho cerrar al artista o grupo.
 
De momento, pues, anunciado solo está El Barrio, ya un habitual, y lo demás quedará a la espera de que nos quieran informar.
 
Lo que sí quisiera es aprovechar para que los lectores de este blog propongan actuaciones para "Daimiel en Concierto" y alumbrar de ideas a los responsables municipales, así que el que quiera hacerlo que conteste a esta pregunta:
 
¿Quién te gustaría que actuara en las Ferias de Daimiel?
 
 

miércoles, 6 de julio de 2016

UN ERROR RECURRENTE DURANTE MÁS DE VEINTE AÑOS O DE LOS NACIDOS DAIMIELEÑOS (Página nº 3738)

Yo nací en Daimiel, atendido por una comadrona de la localidad, en la cama de mis padres. Para entonces ya comenzaba a ser habitual desplazarse a Ciudad Real para dar a luz y esos recién nacidos ya tenían como lugar de nacimiento la capital provincial  Durante muchos años esto fue así, prácticamente nadie nacía en Daimiel, salvo por alguna circunstancia inabordable para efectuar el traslado, hasta que alrededor de 1994 la ley se modificó para que en los certificados de nacimiento y los libros de familia apareciera la localidad de procedencia y recobrar que los pueblos pudieran aparecer como lugar oficial de nacimiento.

Bien, pues más de veinte años después son muchos los padres que siguen creyendo que sus hijos han nacido en Ciudad Real, tal como les sucedió a ellos, y tengo que sacarles del error mostrándoles su propio libro de familia para que comprueben que, efectivamente, sus hijos aparecen como nacidos en Daimiel.

No crean que son pocos los casos. Este año he acreditado unos diez casos con esta confusión, y como los padres han visto en su documentación que les aparece Ciudad Real como lugar de nacimiento y, físicamente, sus hijos nacieron en centros hospitalarios de Ciudad Real dan por hecho que todo sigue igual y muestran bastante sorpresa cuando les explico el error.

Lo que más me choca es que más de dos décadas después siga produciéndose ese error recurrente, como llevados por la inercia, quizá porque al Libro de Familia tampoco le prestamos demasiada atención y raramente nos paRamos a echarles un vistazo.

Pues sí, tras décadas sin nacimientos en Daimiel desde mediados de los noventa recuperamos algo que parece lógico, y es que la mayoría de esos daimieleños solo circunstancialmente vinieron al mundo en Ciudad Real por la carencia de medios para hacerlo en la localidad donde vivirán gran parte de su vida en muchos casos.

No lo duden, los próximos años seguirá ocurriendo, es la inercia, la puñetera inercia...

¡MENUDO NEGOCIO! (Página nº 3737)

Que me corrija alguien si no es así:
 
El Alcalde de Daimiel dice que nos va a costar una buena pasta a los daimieleños el estudio olfatométrico que ayer mismo se iniciaba.
 
El propio Alcalde dice que si se detectase la responsabilidad de los olores y que si estos superasen los valores permitidos se trasladarían los resultados a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para que actuase ya que el Ayuntamiento no tiene capacidad sancionadora.
 
Llegado el caso la Junta podría sancionar a la empresa o empresas, supongo que entre otras cosas con multas.
 
¿Dónde irían a parar los ingresos por esas multas?, ¿a la Junta?, ¿revertirían en Daimiel para que pudieran restañarse los efectos de esas emisiones o compensar lo sufrido por los ciudadanos daimieleños?
 
Si no fuese así y el beneficiario final fuera la Junta habríamos hecho el negocio del siglo: nosotros gastamos los dineros para demostrar el origen de las emisiones y la Junta se llevaría la pasta de la sanción.  No parece demasiado lógico ni justo.
 
Ya digo, que me corrijan si no es así pero dándole vueltas se me ha puesto cara de tonto pensando que pueda ser de esta manera.

Ahora bien, si al menos sirviera para que desaparecieran los olores, lo mismo hasta daríamos por bueno lo gastado y ya no sería tan deplorable el negocio.
 

 
 
 
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"DEBERÍA TRABAJARSE DESDE LOS PAÍSES DE ORIGEN PARA QUE NO SE GENEREN ESOS PROBLEMAS MIGRATORIOS" (Página nº 3736)

La frase de Leopoldo queda muy bien pero, desgraciadamente, no vivimos en un mundo ideal y queda como un canto al sol. Claro, si los países arreglaran sus problemas no habría migraciones, pero no solo las causadas por la guerra, tampoco las ocasionadas por la economía, y esas no las producen las dictaduras solamente.
 
En realidad la frase esconde otra realidad: nos molestan los inmigrantes. En Reino Unido ha sido uno de los valores esgrimidos por los vencedores del Brexit. En países como Hungría ya se conoce como actúan frente a ciertas migraciones. Europa prefiere pagar y colarles el problema a Turquía. Y en España solo nos interesa las migraciones británicas y alemanas porque llevan pasta.
 
La historia de la Humanidad es la historia de sus migraciones, a veces por ambiciones territoriales y otras por hégiras masivas buscando un futuro mejor. Pero, en general, carecemos de empatía hacia los inmigrantes de esta índole mientras preferimos mostrarnos acogedores con otro tipo de inmigrantes de bolsillo repleto que sí gozan de nuestra simpatía. Todos nos conciernen, aunque queramos hacer distinciones.
 
Pero lo que olvidamos es que la gran mayoría de los inmigrantes arrastran una historia compleja, angustiosa, y arriesgan todo ante un recibimiento generalmente hostil. De haber podido hubieran preferido quedarse en sus países pero la decisión más consecuente fue la de escapar, para muchos la verdadera y única alternativa.
 
Los ciudadanos muchas veces no eligen a quienes les gobiernan. Otras veces sí pero no sus políticas. Tampoco deciden las intervenciones militares de terceros, ni el tráfico de armas, ni el aliento militar y económico de fuerzas resistentes para socavar el poder no cómodo para las grandes potencias. Los ciudadanos son muchas veces las víctimas de todo ello y creer que en origen pueden solucionarse los problemas que hagan innecesarias las migraciones resulta bastante ingenuo.
 
No es lo que debiera, es lo que ocurre y ante lo que ocurre, ahora esa migración de refugiados que huyen de Siria y su guerra, la solución hemos de darla nosotros. De eso se trata.

martes, 5 de julio de 2016

LA RÉPLICA DOLORIDA CON UN PUENTE AL FONDO (Página nº 3735)

Me sorprendió la intervención de la concejal del PSOE, Eva Mª López, a cuenta de la moción sobre el Puente Viejo que presentó IU-Ganemos y que, finalmente, se aprobó por unanimidad. No parecía venir a cuento esa calificación despectiva de moción menor pero es que recrearse en ella, más allá de hacerlo, resultaba especialmente llamativo. Vale que pudiera ser de menor trascendencia que otros temas pero volver y volver sobre esa cuestión antes de entrar en materia daba qué pensar, y lo cierto es que al final salió todo cuando Eva recordó el maltrato a su moción sobre el tráfico en la calle Nueva. Se nota que le dolió la posición de Galo en aquella ocasión y parecía esperar el momento de darle en los morros.

El problema es que eligió mal porque hasta el portavoz del Equipo de Gobierno le quiso dejar claro que consideraban muy importante la salvaguarda de ese puente sobre el Azuer como valor patrimonial local.

Tampoco acertó al querer rebajar la moción comparándola con lo que se había expuesto justo antes sobre la adhesión de Daimiel en el tema de los refugiados sirios. ¿Por qué? Está claro, Galo no podía ser el responsable de fijar el Orden del Día y por tanto de que la moción se debatiera justo después. Es más, si tras el debate sobre esa adhesión hubiera que haber mantenido la altura humanitaria del Pleno hubieran tenido que terminar ahí mismo y es entendible que los criterios no vayan en esa línea sino que sigan un orden habitual en las que las mociones se traten antes del último punto de Urgencias, Ruegos y Preguntas.

Sí, la tenía guardada pero no eligió bien el momento ni la manera, porque en el fondo la moción estaba justificada, viendo el progresivo deterioro de este Puente Viejo que no deja de ser una de las construcciones más antiguas que hay en nuestra localidad y que, por lo tanto, requiere de una intervención que, vista la inacción hasta ahora, active la forma de lograr que se restaure, consolide y conserve dicho puente. Y no puede ser otro que el propio Ayuntamiento, por mandato del Pleno Municipal, quien realice esa labor de intentar lograr los apoyos, la financiación y los medios para conseguirlo.
No sé si de verdad es un activo turístico de primer orden para Daimiel, permítanme que lo dude, pero sí nos debemos un poco de dignidad para salvar un bien que sentimentalmente tiene gran valor para los daimieleños y que durante siglos fue útil a los intereses locales.



(La foto creo recordar que es de Juan Julián Rodríguez de la Rubia sobre la "canalización" realizada el año 2014)

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VÍDEO FOTOGRÁFICO DE LA MARCHA "SALVEMOS BORONDO" (Página nº 3734)



David Cejudo ha colgado este vídeo que recopila imágenes de la Marcha organizada por Fedada bajo el lema "Salvemos Borondo" y que se realizó el pasado 22 de mayo:




Del mismo modo dejo enlace de la Página "Arquitectura Popular Manchega", que el propio Cejudo, donde se va narrando esa jornada, ilustrada con numerosas fotos, en una iniciativa que trata de poner el foco en el lamentable estado de este Bien de Interés Cultural con riesgo evidente de pérdida dada la inhibición de propietarios y administración regional en sus deberes de mantenimiento y protección:

UN ASUNTO DELICADO PERO, QUIZÁS AHORA, NECESARIO (Página nº 3733)

CAMARA IP PTZ AXIS Q6000-E
 
Digamos que de lo que se trataba en el pleno era de una cuestión previa (el tratamiento de los archivos obtenidos y la protección de datos) pero, en el fondo, lo que importaba del debate era su futura consecuencia: la instalación de cámaras de vigilancia en las calles céntricas para tratar de luchar contra ciertas conductas y comportamientos.
 
No es que no se hayan utilizado nunca. Al contrario, cámaras de vigilancia autorizadas por la Delegación de Gobierno en Daimiel ya han existido desde hace años y recuerdo haber hablado de ello en el blog anterior, Diario Improbable, pero quizá ahora existe un intento más ambicioso para su uso y eso ha despertado ciertas posiciones chocantes entre los grupos municipales que conforman el Pleno.
 
Voy a mojarme: si de verdad quieren que sea efectiva esa colocación de cámaras autorizadas y con valor de prueba, yo estoy de acuerdo. Lo digo como lo siento, no temo ser pillado en falta y, por tanto, no supone para mí ninguna amenaza para mi intimidad ni condiciona mi comportamiento. Dicho esto, parece claro que la legislación autoriza su uso cuando existe una verdadera necesidad de vigilancia y cuando no existen medios menos invasivos para realizar esa vigilancia, y además afina y mucho en cómo deben usarse las imágenes captadas y el tiempo que han de permanecer antes de su borrado.
 
Puedo entender que muchos sean remisos a su uso pero también que debe prevalecer, cuando existe razón para su instalación, la seguridad y beneficio de la comunidad.
 
Otra cosa será saber qué se persigue con ello. Es decir, qué tipos de conductas pretenden documentar para luego sancionar, y solo cuando sepamos qué es lo que se sanciona podremos opinar mejor sobre si merece la pena esa instalación.
 
Lo que no entendería es que fueran un mero instrumento disuasorio, un anuncio para que quienes se crean vigilados actúen de otro modo allí donde haya videocámaras, pero luego desestimar la acción sancionadora pertinente. Si se instalan debe ser para convertirse en una medida eficaz, ejemplarizante, que todos sepamos que los comportamientos captados tienen consecuencias reales para los infractores.
 
Ya digo, si no estuviera bien regulado su uso me opondría frontalmente pero, ahora mismo, guste o no, casi empieza a ser una necesidad la de contar con elementos de vigilancia con valor de prueba en algunas zonas de Daimiel, y es triste admitirlo.
 
¿Resolverá esto los problemas de convivencia, de respeto a los equipamientos municipales, etc...? Pues si al menos termina por ir reduciendo las incidencias ya será una buena noticia, aunque ya parto de que la zona vigilada será mínima, al menos de inicio.
 
Al PSOE local no parece gustarle, aunque ellos instalaron las primeras en Daimiel. A IU-Ganemos siempre le cuesta mojarse en estos asuntos. Al PP le parece parte de la solución. De momento es un camino, una opción explorable, que ha de mostrarse útil y eficaz y, si no, desaparecer. Yo no me siento menos libre si se da el uso correcto ni me parece mal si aporta un beneficio a la convivencia. Pero eso está por ver, por supuesto, y el tiempo irá dando o quitando razones.

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lunes, 4 de julio de 2016

¿CÓMO SE REPARA ESE DAÑO? O DE UNA JUSTICIA INJUSTA (Página nº 3732)

Me quedo helado. Un párroco mallorquín admite haber violado repetidamente a una "monaguilla" de diez años. No hubiera cesado de hacerlo si un joven, que le sorprendió abusando de la niña, no hubiera denunciado. Y sin embargo, por arte de birlibirloque la petición de condena de 42 años se queda en seis aplicando las atenuantes de confesión y de reparación de daño, ¡increíble!, ¿cómo se repara ese daño?
 
Porque según cuenta la noticia los abusos eran por penetración bucal y acceso carnal y la niña relató entre lágrimas los hechos que, en primera instancia y por miedo a no ser creída, negó.
 
De verdad, ¿puede alguien decirme como se repara ese daño a una menor?, ¿qué clase de justicia encuentra un atenuante semejante que ni tan siquiera en la noticia se da cuenta de ese efecto reparador?
 
¿Y lo de la confesión tampoco lo entiendo demasiado porque no la hizo por arrepentimiento y antes de ser descubierto sino solo por las ventajas que le suponían en la reducción de condena cuando ya era clamoroso su delito con testigo directo?
 
Seis años de prisión y cinco de alejamiento de la víctima, antes de cualquier tipo de reducción carcelaria por buen comportamiento, le dejarán en la calle en nada y hasta lo mismo dirigiendo una nueva parroquia.
 
No sé, pero yo no tengo ninguna sensación de que se haya hecho justicia.
 
 (Captura de la edición digital de "La Vanguardia")
 
 

EL MINISTRO INDIGNADO/ EL MINISTRO INDIGNO (Página nº 3731)

Imaginen que existiera una grabación en la que se me escucha insultar, golpear y, finalmente, disparar contra alguien. Aunque pudiera conseguir demostrar que la grabación era ilegal y evitar así las consecuencias legales de mis actos jamás podría evitar la realidad, osea, que mis insultos, mis golpes y mis disparos existieron ni podría convencer de lo contrario a nadie salvo que estuvieran muy dispuestos a dejarse engañar dando por buenas mis mentiras.

Pues bien, algo similar ha pasado con el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, pillado en unas grabaciones incurriendo en posibles delitos, según la prensa, tales como conspiración contra rivales políticos manipulando pruebas, filtraciones a la prensa o presiones hacia el poder judicial, y todo lo que se le ha ocurrido ha sido afear que se le grabara de forma ilegal olvidando dar una explicación coherente de sus palabras en lo grabado. Vamos, que no importa el cadáver ni quien lo mató sino la forma es que se supo.

Claro, le mueve un interés personal, porque demostrando que fue grabado ilegalmente salvaría penalmente su posición pero no su reputación, porque discutiendo la manera de haber conocido sus modos y maneras no se puede obviar que su comportamiento ha sido vergonzoso, reprobable, infame y necesita de una explicación tanto como de un cese o dimisión.

El ministro indignado, pues ha elegido ese papel de víctima, es en realidad un ministro indigno, incapaz de asumir sus responsabilidades y haber olvidado que es un ministro de España y no uno del PP para ejercer su función con un claro interés partidista como se puede apreciar en las grabaciones. Puede que a cualquiera que le convenga, le sirva la indignación del ministro, como para justificarlo, pero lo cierto es que desde un punto de vista objetivo su forma de actuar en este caso, y la de su interlocutor, no pueden ser justificadas nunca, ¡NUNCA!

Peor es, claro, la actitud de sus compañeros, haciendo piña, y de algunos medios, que prefieren disfrazar la realidad para salvarle el culo, quizá porque la dignidad ya la perdieron hace tiempo.

El ministro podrá estar indignado por haber sido pillado en renuncio tal pero suya fue la reunión, suyas sus palabras, y es mucho peor asumir un ministro indigno que un ministro indignado.




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domingo, 3 de julio de 2016

CON NOMBRES Y APELLIDOS: ¿DE DÓNDE VIENE EL MAL OLOR EN DAIMIEL? (Página nº 3730)

 
 
Transcribo una información del Diario ABC, a través de la Agencia EFE, donde, a diferencia de la redacción de la noticia a nivel local sobre el acto convocado por la Plataforma Stop Malos Olores, sí se afina sobre la empresa que sería causante del mal olor. Desconozco en qué se basan y me limito a aportar el texto y el enlace:

"La Plataforma de Medio Ambiente de Daimiel (Ciudad Real) continúa buscando fórmulas para evitar los episodios de mal olor que se registran "a menudo" en este municipio ciudadrealeño y cuya procedencia podría estar ligada a la actividad industrial de una empresa vitivinícola.
 
Según han explicado hoy fuentes de esta plataforma, ayer tuvo lugar una charla informativa a la que fueron invitados los vecinos de Daimiel, para analizar la situación de contaminación odorífera que se viene registrando y buscar fórmulas para poner freno a estos episodios de contaminación.
 
A la charla acudieron integrantes de la Asociación de Vecinos el PAU del Ensanche de Vallecas, que contaron sus ocho años de experiencia de lucha contra el Ayuntamiento de Madrid por los olores producidos por el vertedero de Valdemingomez, donde diariamente entran de 3.000 y 4.000 toneladas de basuras.
 
Estos vecinos consiguieron cerrar la planta de compostaje a cielo abierto, tras visualizar el problema con medidores de olor y a través de denuncias al Defensor del Pueblo y a la Fiscalía de Medio Ambiente.
 
La charla, a la que acudieron un centenar de personas, también contó con la presencia de miembros de la Plataforma de Medio Ambiente de Valdepeñas (Ciudad Real) y de la Plataforma Regional por un Nuevo Modelo Energético, además de vecinos de Almagro (Ciudad Real), que también vienen denunciado la situación que provoca el vertedero de esta localidad.
 
La plataforma ha recordado que en Daimiel los vecinos sufren numerosos episodios de mal olor, que en algunos casos se producen "con alevosía y nocturnidad" y que les "impide conciliar adecuadamente el sueño, porque se ven obligados a cerrar ventanas, sin poder ventilar sus hogares".
 
A su juicio, el origen del olor más intenso y recurrente puede estar detrás de la actividad industrial de la empresa Alvinesa Alcoholera Vinícola S.A., dedicada a la manufacturación de derivados del vino.
 
En los últimos años, esta empresa ha aumentado su producción y hace tan sólo unos meses obtuvo de la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la autorización para la instalación de un vertedero de residuos a 5,3 kilómetros del casco urbano, recuerda la plataforma.
 
En este vertedero, la empresa realiza vertidos mediante cuatro enormes pívot, sobre una superficie equivalente a todo el casco urbano de Daimiel, más de 450 hectáreas de terreno.
 
La Plataforma de Medio Ambiente -está integrada por las asociaciones de vecinos de San Isidro y Taray, el AMPA San Isidro, la plataforma de afectados por Cidra, la asociación La Ribera, el Frente Cívico y Ecologistas en Acción- está a la espera de la contestación del recurso de alzada que han interpuesto ante la Dirección General de Calidad e Impacto Ambiental.
 
A través de Ecologistas en Acción, esta plataforma se opone a la autorización que permitirá a esta empresa poder verter, al menos diez toneladas diarias, durante los próximos 30 años.
 
Alvinesa inició en agosto de 2013 el proceso para obtener el visto bueno ambiental para construir un vertedero para el depósito de residuos no peligrosos, en concreto lodos procedentes de la planta de producción de ácido tartárico.
 
Ante la imposibilidad de realizar una valorización de este residuo, la Junta de Comunidades justificó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha dar el visto bueno ambiental en el hecho de que era "necesario realizar una operación de eliminación" a través de un vertedero "como la opción más adecuada", indican las mismas fuentes.
 
La capacidad para la que se diseñó el vertedero es de 25.000 metros cúbicos, con un máximo de almacenamiento de 25.000 toneladas.
 
La Plataforma considera que esta situación de malos olores se debe evitar adoptándose las medidas adecuadas, "porque, ante todo, debe prevalecer el bienestar de los vecinos del municipio". "
 
Enlace:
 

UN CALLEJERO SIN PERSONALIDAD, UNA CIUDAD DESPERSONALIZADA (Página nº 3729)

 
Salvo con alguna excepción el nombre de las nuevas calles en Daimiel debe estar en manos del más aburrido y poco imaginativo de sus responsables. ¿Para qué se van a quebrar pensando si pueden hacer como en todos sitios, colocar nombres de países, de provincias o de pueblos, que hay muchos y no requiere pensar? La atonía, la falta de personalidad y de imaginación, resulta soporífera y configuran un callejero aburridísimo que lo mismo vale para Daimiel que para cualquier sitio del país. ¿Que podía ser peor?, ¡pues claro!, cambiar números por nombres, pero al menos hasta ahí no han llegado.
 
La mayoría de nombres de calles vinculados a Daimiel proceden de mucho tiempo atrás y son relativamente escasos, pero tienen la cualidad de personalizar el callejero, dotarles de un valor didáctico para recordar y entender qué personajes y parajes han destacado para merecer que sus nombres den carácter a vías públicas de la localidad. Una calle Grecia, una calle Socuéllamos, la verdad, es tan banal y carente de vinculación con Daimiel que solo puede surgir de la mente aburrida y perezosa de alguien que solo pretende completar un formulismo administrativo.
 
No se han dado cuenta de que personalizar Daimiel es un valor, que dotar de singularidad imprime un carácter particular enfrentado claramente a la estandarización, que es la grisura.
 
Hace unos años propuse desde aquí, por ejemplo, que el callejero, ya puestos a abrirse a globalidades, tuviera el detalle de nombrar algunas de sus calles con nombres hermosos de obras literarias, nombres de cuadros, etc..., lo que, incluso, podría ser reclamo de visitantes al ofrecer algo novedoso y atractivo para los medios, una forma original de vender Daimiel. También, aquí mismo, hice otra propuesta en forma de un paseo de la fama daimieleño consistente en utilizar las columnas de la Plaza de España para ir añadiendo pequeñas placas con las que ir homenajeando a daimieleños ilustras que las merecieran y que terminarían por dar cierta personalidad al ágora local además de recompensar la trayectoria de paisanos que vayan destacando en sus distintos campos, que es la forma más agradecida de homenajear a los nuestros.
 
Se podrían hacer cientos de propuestas, que no serían nada costosas, que se prolongarían en el tiempo y que dotarían a Daimiel de un valor necesario hacia lo propio. Sobra pereza, falta originalidad. Mis propuestas son solo una idea porque habrá otras mucho mejores, seguro que mucho más que esta atonía actual, que esta galbana mental imitativa y tediosa.

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