Es una pregunta que siempre ha estado flotando en el aire con la anterior corporación y que ha tenido que ver con algunos procesos de selección convocados por ellos. ¿Por qué razón no plantearon pedir unos requisitos superiores a los que fijaron para las responsabilidades que otorgaban a esos puestos de trabajo?, ¿por qué no buscar mayor cualificación para esos puestos a cubrir?
Lo cierto es que para ser responsable de los medios de comunicación, lo llamases como lo llamases a su labor, no se pensó en un licenciado en Ciencias de la Información sino que se prefirió perfilar las características en función de a quién se le quería dar esa responsabilidad y como esta persona carecía de tal titulación se rebajó la exigencia.
Algo parecido sucedió con otros puestos, donde todavía uno se pregunta la razón de que pudiendo optar a personas de mayor cualificación se optó por un perfil bajo a la hora de perfilar los requisitos que, curioso, terminaban encajando perfectamente con quienes posteriormente obtenían la plaza. Y no es que esto cuestione a los que aprobaron en esas condiciones, ni siquiera su capacidad para realizar la tarea requerida, pero sí el sistema de acceso y la intencionalidad de los que realizaron la convocatoria y que ahora cerecen de credibilidad para la crítica.
No sabremos nunca si Daimiel se ha perdido mejores responsables al primar esos requisitos tan poco exigentes, pues la titulación tampoco es garante incuestionable, pero la pregunta sigue ahí, flotando en el ambiente, incomodando, porque pudiendo buscarse una cierta excelencia en la selección de empleados públicos pareció primar el deseo de premiar a trabajadores que, no o olvidemos, accedieron previamente a su puesto trampolín por designación personal de alcalde y concejales.
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