viernes, 18 de abril de 2014

jueves, 17 de abril de 2014

HAY COSAS TAN ABSURDAS...(Página nº 2490)

Razonar que lo público justifica una revista municipal ante otras iniciativas o plantear que defender lo público requiere ponerse unas anteojeras para hacer prevalecerlo siempre y en todos los casos a lo privado no merece ni comentarse porque demuestra lo simplista de un pensamiento que no se comparte pero se utiliza para tratar de descalificar una opinión que molesta.

La revista es un gasto innecesario, no aporta nada y existe una revista gratuita de quienes promueven la Semana Santa con mejor y más información, y lo público está para lo importante, no para duplicar información y llenar los contenedores, y no siempre los de papel.

Además pensar que lo público es mejor per se resulta tan absurdo como creer que lo privado siempre es mejor, un pensamiento simplista tanto de quienes quieren hacer creer que lo público da siempre mejor servicio como por quienes plantean que un servicio se dará siempre mejor desde lo privado, porque ni una cosa ni otra se compadece con la realidad.

Eso sí, lo público siempre llega a más gente y eso lo hace un bien general. Lo concertado termina siendo público cuando se financia con el dinero de todos. Y lo privado, ahí está, al alcance de pocos. Pero luego está el asunto de la gestión, de ofrecer lo mismo en las mismas condiciones, y si lo público adolece, en ocasiones, de mala gestión, lo privado termina no ofreciendo igual oportunidad y siendo más caro aunque el dinero público lubrique ese sistema haciéndonos creer que pagamos lo mismo aunque el coste real sea mayor. Y esto se da en todas las privatizaciones que no son tal sino conciertos que paga generosamente el dinero de todos y que se tiende a sobrevalorar sin saber que nunca es más barato para el Estado ni para los ciudadanos en términos absolutos.

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martes, 15 de abril de 2014

DAIMIEL NOTICIAS, DEMASIADO GASTO PARA LUCIRSE Y ACUSARSE (Página nº 2489)

En estos días nos juntamos con la revista de la Junta de Hermandades, con la revista de Semana Santa, con el especial de la revista Las Tablas y ahora con el Daimiel Noticias. Demasiado papel para muy similares contenidos y la revista municipal, más que nunca, se hace prescindible, a pesar de que a los tres grupos municipales les encanta tener esa tribuna para contar a los ciudadanos lo que ya saben que van a decir, que ellos son estupendos y el resto un desastre.

Lo demás, como ya saben, fotos de huecograbado tomadas de la web municipal daimiel.es para resaltar gestión y la información de las cofradías e itinerarios que ya se recogen con profusión en las otras revistas. Y dado el estado de las cuentas municipales parece caprichoso el gasto que ya en otras ocasiones no se hizo para ahorrar y ahora hubiera debido seguir el mismo camino.
 
Y si los partidos quieren una tribuna pública pues que habiliten ese espacio en la web municipal, que la pagamos todos y es accesible en cualquier momento.

lunes, 14 de abril de 2014

ENTRE LÍNEAS (Página n° 2488)

¡Qué afán de intentar leer entre líneas y no enterarse de nada! ¡¡Y encima meterse aquí para sufrir tanto!!
 
Hay quienes se sirven de los prejuicios para creer que saben más de lo que está puesto. Son aquellos que me creen de IU solo por amistad y entonces conducen toda su intuición a buscar indicios de tal cosa, lo que les lleva a errar con estrépito. Pero como no les vale las explicaciones porque se les arruina el prejuicio pues ahí siguen.
 
Ahora es con las pintadas, donde lo grave no es que aparezcan por todos los dados con mensajes de intolerancia contra nacionalistas o extranjeros sino que yo no hable en la misma extensión y lugar de las de índole anarquista. A mí la anarquía me parece un pecado de juventud y una idiotez en la madurez y evidentemente de la hoz y el martillo solo me queda la impresión de algo decimonónico o extemporáneo. Igual me sucede con otros elementos que aparecen en las paredes, pero no las que van acompañadas de ciertas actitudes y actos reprobables, y esas, al día de hoy, tienen una firma en la ultraderecha. Si fuera de otra manera también lo denunciaría aquí.
 
Yo, es cierto, sé que tienes esas edades, que la policía local y la guardia civil están siguiendo el caso porque hay decenas de denuncias, pero desconozco quienes son los individuos. Ocurre que se necesitan pruebas y están tras ellos y cuando ocurra sabremos algo más.
 
La radicalidad, sea del lado que sea, contiene intransigencia, intolerancia y muchas veces violencia. Los antisistema, los okupas, los ultras, no son en sí otra cosa que gente inmadura e irreflexiva que incapaces de convencer por las ideas actúan muchas veces mediante hechos violentos que solo consiguen hacerlos despreciables ya que no aportan sino que restan.
 
Tú puedes entretenerte en tu pasatiempos de leer entre líneas, querer compensar lo que hacen los unos con lo que hacen los otros, y preocuparte más de quien hace la denuncia que de los hechos concretos. A mí, sin embargo, sí que me preocupa que las ideas radicales y la violencia puedan ir ganado terreno a partir del prejuicio, la intolerancia y la irreflexión, esos mecanismos proselitistas que tan bien explotan los radicales de cualquier signo. Y me preocupa que en Daimiel puedan empezar a tener miedo los inmigrantes, los homosexuales o la gente que no piensan como ellos. Me preocupa mucho más que este blog o quienes leen entre líneas, y por eso lo denuncio y lo condeno.

domingo, 13 de abril de 2014

PINTADAS Y MÁS (Página nº 2487)

Lo dije hace tiempo y va a más. Si ya las pintadas afean notablemente la imagen de nuestra ciudad aún resulta peor que las que proliferan últimamente son las de índole política y especialmente las que contienen mensajes xenófobos, pseudopatriotas y vinculados a grupúsculos de ultraderecha. Son muchas las calles ya donde aparecen esvásticas, francos, dianas contra los extranjeros y mensajes de exaltación de la raza, parafernalia simplona e imitativa que bajo su apariencia inocentona no solo ensucian Daimiel y ofrecen una imagen equívoca de la pluralidad de nuestras gentes sino que alimenta, poco a poco, y aprovechando las circunstancias, un espíritu intransigente, repulsivo e intolerante que no podemos permitirnos como sociedad local.

Me dicen que los autores son adolescentes, gran parte al filo de la mayoría de edad o muy por debajo de ella que aparte de las muchas pintadas ya han protagonizado algunos hechos deleznables hacia compañeros de estudios o personas de otra condición ideológica, racial o sexual, y aunque no dudo de que la policía esté sobre el asunto lo cierto es que no es visible otra cosa que las pintadas, como si eso fuera una cuestión anecdótica y escasamente relevante, cuando en realidad el silencio suele incrementar la sensación de impunidad sobre lo que hacen.

Y aquí no se trata de que cada cual no pueda pensar como quiera sino de que se trasciende una forma de pensar que termina generando víctimas, ya hay denuncias, y, además, una pésima imagen visual de una ciudad que quiere ser abierta y acogedora.

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