Yo es que no acabo de entenderlo. Ya saben que Gregorio y Leopoldo, concejal de medio Ambiente y alcalde de Daimiel respectivamente, han venido negando episodios de contaminación recientes, la más reciente en el Pleno Infantil del 20 de noviembre. Mientras, asociaciones ecologistas, medios de comunicación y el propio director del Parque Nacional les contradecían señalando, incluso, la aparición de animales muertos ya incluso en las cercanías del espacio protegido.
En lo que respecta a este blog yo ya me manifesté con cinco entradas que aquí dejo, y en las que me decantaba por la tesis del vertido y contra la mantenida por los responsables municipales:
Después de ayer sabemos más:
En septiembre se produjeron vertidos en localidades situadas aguas arriba, y se mencionó a Manzanares y Membrilla. Lo confirmaba el hecho de que la CHG abriera cinco expedientes sancionadores aunque el famoso episodio del Pleno Municipal de Octubre de Manzanares, en el que a una pregunta de la oposición el concejal de la cosa pidió discreción para salvaguardar los intereses de esa localidad y del que nos hicimos eco el 8 de noviembre, ya decía de la existencia de esos vertidos, que desde luego iban contra los intereses de Daimiel.
La web tablasdedaimiel.com informaba el 10 de noviembre y en varios momentos después del nuevo vertido que, como el del año anterior, contaminaba las aguas del Azuer y, por ende, amenazaba al Guadiana y Las Tablas de Daimiel.
Las asociaciones ecologistas denuncian el estado del agua contaminada. El director del Parque Nacional habla de la contaminación y la aparición de animales muertos cerca del humedal protegido.
Tanto Gregorio como después Leopoldo negaron contaminación y ofrecieron otra explicación que no cuadraba con aspecto de aguas antes de las balsas ni con la presencia de animales muertos río abajo de las balsas. Pero eso sí, admiten en el Pleno conocer aquellos vertidos a través de la CHG.
Ahora nos dicen que cuando hablaban de que no había vertidos contaminantes se referían a las aguas de las balsas pero luego dicen que esas balsas actuaron como estanque de tormentas con los vertidos. ¿Se diluyó en ellas la contaminación, desapareció estando allí?
Está claro, por informaciones posteriores y porque lo admiten los responsables municipales, que agua de esas balsas se desbordaron y pasaron al Azuer, un Azuer canalizado por donde fluyó el agua sin impedimento. Hay fotos de zonas río abajo con las aguas de un color muy preocupante y quienes se acercaron por allí hablan de olores y aspecto que indicaban contaminación, aunque desde el Ayuntamiento, apoyados en unos análisis que no han sido mostrados públicamente y realizados por la CHG en los que se habla de parámetros normales del agua, siguen negando la acción contaminante de esos vertidos.
Entonces, si hacemos caso a esto que dice el Ayuntamiento, ¿cómo se explica la aparición de animales muertos en la proximidad del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y las afirmaciones rotundas de su director sobre los vertidos contaminantes como causa de esas muertes? Y si no hay tal vertido contaminante ¿qué ganaría un director tan poco dado a la denuncia pública y a la notoriedad en hacer esas afirmaciones?
Desde mi punto de vista, la cosa está clara. El vertido existió, llegó a las balsas y, desde luego, encontró la forma de continuar por el Azuer hasta el Guadiana y es el responsable de, entre otras cosas, la muerte de algunos de los animales hallados en la proximidad del humedal y de los efectos que seguramente tendrá sobre la vegetación acuática y sobre la vida en general, y no entiendo, como ya he puesto de manifiesto, qué interés puede tener nuestro ayuntamiento en mantener esa posición negando el vertido.
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