Hace dos años Gregorio Díaz del Campo, en la oposición, votó una moción de IU para que Daimiel no albergara en su término experimentos con transgénicos, y el suyo fue uno de los diecisiete que consiguieron la unanimidad. Ahora en el poder reniega de haber votado aquello, aunque le muestren el acta del pleno municipal que lo recogía, y se convierte en el nuevo apostol de lo protransgénico alabando las bondades de la nueva técnica, mitad por ignorancia y mitad por estupidez. Y como resulta de lo más antihigiénico defender una cosa en la oposición y la contraria en el poder le dedico este sonetillo a su impostura y la de su grupo:
Ha resultado transgénico
el Concejal-Diputado
pues de pronto ha demudado
en cambio muy poco higiénico,
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diría que esquizofrénico,
pues parece que ha olvidado
lo que ayer hubo votado,
¡lo suyo es un caso clínico!
*
pues tras su SI a la moción
estando en la oposición
contra tanto experimento
*
ahora nos sale el fulano
que ésto es la mar de sano
y lo aplaude tan contento.
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La primera en la frente, más delante verás más.
ResponderEliminarTe alabo el gusto con con la rima.