sábado, 28 de septiembre de 2013

ALGO NO FUNCIONA EN ESTE PAÍS (Página nº 2132)

Dejo esta viñeta de Malagón porque algo no funciona en este país:


Y esta otra de El Roto, por lo mismo:

Y otra más de Asier&Javier:


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viernes, 27 de septiembre de 2013

MANERAS DE HACERSE OÍR (Página nº 2131)

Suele ocurrir, si criticas porque criticas, si propones porque no es el sitio, si haces una pregunta debes dedicarte a lo tuyo y que sean los elegidos quienes piensen cómo resolverlo. Además te acusan de creer que los concejales tengan obligación de leer el blog aunque esa sea una conclusión subjetiva de quien quiere leer lo que no está escrito, o de señalarte que éste es un foro inapropiado para dejar una pregunta al aire y esperar que, del modo que sea, alguien pueda leerla y pensar que merezca interesarse por el tema.

Pero este es un blog, personal, abierto, donde no se pasa lista de visitantes y por tanto no va dirigido a nadie en particular. Pero también, como cualquier medio abierto y público es una manera de hacerse oír, probablemente menos eficaz y directo que otros medios, y si me apuran con escasa capacidad para conseguir el objetivo de hacerse escuchar, pero el elegido por mí. Es así de sencillo. La receptividad corresponde a otros, el acceso a su contenido es voluntario y cada cual de los que pasan a leerlo sabrán que pueden hacer con lo escrito.

Los canales municipales están ahí, con mejor o peor funcionamiento. Los grupos municipales y partidos suelen estar receptivos a los ciudadanos cuando les plantean algo que entienden es lógico. El resto de maneras de hacerse oír también están ahí y cada cual hace uso de ellos según pueda o prefiera.

Lo que también está ahí, se escriba en este blog o no, se pregunte en él o no, es el problema de estos grupos de perros que atacan al ganado. Lo mismo ni hace falta preguntarlo en el pleno porque el equipo de gobierno conoce el tema y ya está trabajando en él, aunque no sepamos nada públicamente. O no, porque no tienen esa información y así es difícil tomar medidas. Pero nunca es malo que se pregunte y que a raíz de esa pregunta se conozca lo que se está haciendo como tampoco pasa nada ni nadie pregunta por este asunto. Esto no es ruido, es realidad, y no creo para nada que sea culpa del ayuntamiento estos ataques pero sí que forma parte de su responsabilidad, una vez conocidos, ver la manera de actuar para que no vuelvan a suceder. Y estoy convencido que ellos, más que nadie, estarán interesados en poder solucionar esta cuestión. Y es irrelevante quién formula la pregunta o el medio por el que llegue la información si ayuda a esa solución.

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jueves, 26 de septiembre de 2013

¿QUÉ PASA CON LOS PERROS EN DAIMIEL? (Página nº 2130)

No tengo nada contra los perros pero sí sobre determinadas cosas que ocurre con ellos. Si aparentemente se ha solucionado el problema de la perrera y no parece tener solución lo de las cacas de los animales que trufan nuestras calles ahora resulta que hay grupos de perros sueltos que atacan  a ovejas  y acaban con algunas de ellas. Y el último ataque ha terminado con seis de ellas muertas en las instalaciones de la Granja Escuela, donde aún permanecen los animales en espera de que alguien decida qué hacer con ellos antes de cerrar definitivamente esas instalaciones.

No sé cuál será la solución pero es evidente que los perros sueltos, sin dueño, que se mueven en grupo, no son una buena noticia para Daimiel y que ha de tomarse una serie de medidas para evitar que campen a sus anchas, ataquen al ganado o, incluso, puedan crear alguna situación muy desagradable con las personas. Y supongo que eso debe pasar por su captura, por la identificación del chip en el caso de que lo posean, las sanciones a sus responsables y la custodia de los animales hasta pensar qué hacer con ellos.

No será, con toda probabilidad, unos ataques que se den ahora y antes no, pero parece que en este momento es más fácil ver grupos de perros sin control y pido desde aquí que se tomen todas las medidas oportunas para que esta situación se resuelva. Y si cabe, y algún grupo municipal se hace eco, ruego que se formule como pregunta en el próximo pleno municipal.

"LO IMPORTANTE ES GANAR AUNQUE SEA EN EL ÚLTIMO MINUTO Y DE PENALTY INJUSTO" (Página nº 2129)

Cuando yo era chico se oía mucho esta frase. De alguna manera retrataba el carácter español que anteponía la victoria, por inmerecida que pudiera ser, a cualquier otra cosa. Y seguimos así. Por eso ayer a pocos seguidores del Real Madrid les pudo importar que la frase se cumpliera a rajatabla porque los puntos ya estaban en el saco y cualquier debate sobre el tema solo llenará periódicos, telediarios y tertulias.

Muñiz Fernández, ese árbitro repeinado y de aspecto prepotente del que no he conseguido ver un arbitraje decente en sus doce años en Primera División, vio penalty y lo pitó. Sin embargo me cuesta creer que esa misma jugada, en ese minuto concreto, en área contraria y en el Bernabeu o el Nou Camp hubiera sido juzgada igual por el asturiano. Eso es lo que me hace pensar que no actuó con criterio objetivo y que carece del nivel que debiera acreditar para esa categoría.

Y es que es más fácil equivocarse contra el débil, y eso ya no es culpa solo del árbitro, sino de unos medios presionantes que tampoco tienen un criterio objetivo y que hacen que la repercusión de una decisión equivocada sea más trascendente según contra quien se tome. Porque no sale igual perjudicar a los grandes clubes que a los pequeños y si el error arbitral hubiera sido al contrario la polémica hubiera terminado siendo de mayor envergadura. Y esto no es cuestión de Madrid o Barça sino de un estatus informativo que vive especialmente de ellos e ignora al resto y parece hacer menos lesivos los perjuicios al Elche, el Granada o el Valladolid que los que se realicen a los dos gigantes de nuestra liga.

Nadie, probablemente, recordará estos dos puntos ganados en el error dentro de unas semanas pero sí hubiera sido al revés, perdidos, se estarían recordando los puntos sustraídos por el error hasta, incluso, señalar que se adulteraba la competición, y de esto se encargarían los periodistas forofos que tanto han florecido en las tertulias, a los que poco les importa ganar como sea, aunque tenga que ser en el último minuto y de penalty injusto. Puede que el Elche, o el Sevilla, dependiesen de esos dos puntos perdidos para evitar el descenso, pero a nadie le importará un carajo fuera de la ciudad ilicitana o junto e Nervión, pero como el título se dilucidase por uno o dos puntos tendríamos soniquete por los restos. Y en ese ambiente pues hasta parece posible que a los árbitros el inconsciente les traicione sobre cómo no deben equivocarse.

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

"YO VENGO A HABLAR DE MI LIBRO" (Página nº 2128)

Puede que el momento televisivo estelar del escritor Paco Umbral, a su pesar, fuera aquel de su monumental cabreo con Mercedes Milá porque le habían sacado de la fiesta tras la presentación y pensaba que acudía invitado al programa para hablar de esa nueva publicación, "La década roja":



Bueno, pues yo, casualmente, y evitando cualquier tipo de comparaciones, vengo hoy a hablar de mi libro, y es que buscaba en la hemeroteca información sobre Daimiel hace veinticinco años y me he encontrado con la sorpresa de una crónica de Lanza que firmaba Ramón Díaz de Mera sobre la presentación del poemario que por entonces escribí y publicó el Ayuntamiento de Daimiel y que inauguraba la colección literaria "Lugar Común", donde solo se editaron tres títulos. Ni me acordaba de que hubiera pasado este cuarto de siglo para aquel acto que suponía mi estreno literario y que se celebró en Domingo de Ramos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento y al que acudió más gente de la que esperaba.

Como anécdotas recuerdo que no era ese el libro pensado para iniciar la colección y fue sobre todo el empeño del concejal de entonces, Juan Vidal Gago, quien hizo que fueran mis poemas los publicados. Y también la de un buen amigo que, unos días después de adquirir el libro, me dijo muy serio: "Javi, escribes de puta madre pero no me he enterao de ná", y es que he de reconocer que mi poesía era bastante personal y críptica, y no tuve más que agradecerle su sinceridad.

Y como he venido a hablar de mi libro dejo aquí la citada crónica publicada en Lanza aquel 6 de abril de 1988, ahora que cumplo mis bodas de plata editado:


martes, 24 de septiembre de 2013

EL MARQUÉS DE PERINAT (Página nº 2127)

Estamos un poco aristocráticos últimamente pues si ayer hablamos del Rey hoy quisiera referirme a la entrevista en dos entregas que la web tablasdedaimiel.com ha realizado al conocido por estos lares Marqués de Perinat, y que en el imaginario popular del intento de desecación de las Tablas y la canalización del tramo del Guadiana ocupa lugar privilegiado para la historia local de la infamia.

No conozco mucho del personaje, aunque es bastante y malo lo poco que he podido conocer, pero he leído con interés la entrevista y quiero compartirla, en sendos enlaces, para todos aquellos que quieran conocer su versión:

PRIMERA PARTE (Publicada el 20 de septiembre de 2013)

SEGUNDA PARTE (Públicada hoy, 24 de septiembre de 2013)

Las propias versiones siempre son, ¿cómo diría?, venales para quienes las realizan pero, por supuesto, dejan ver más cosas que las que se cuentan y pueden ponerse frente a los documentos e informaciones. Yo creo que por eso es bastante buena y oportuna esta entrevista de tablasdedaimiel.com. Las conclusiones las dejo para cada cual.

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SONETILLO COBRADERO CON QUINTILLA FINAL O PASANDO POR CAJA PARA PLANTAR UN PINO EN ATOCHA (Página nº 2126)

Ya saben, ADIF pretende reducir gastos haciendo pasar por caja a todos aquellos a los que se les ocurra ir al baño en la estación de Atocha, que ya además del tiempo el pis y el pos también son oro:


Y claro, el sonetillo, con un remate en quintilla, tenía que surgir:


¡Mecagüentóloquesemenea!
se le escuchó a un usuario
con un grito tabernario
cual de ciervo en la berrea

porque teniendo él diarrea
fue a tirar de talonario
pues el vater ferroviario
solo pagando franquea

el paso al necesitado,
y nunca antes de pagado
aunque se vaya al hilillo,

que no creen más importante
irse por la pata alante
que rascarte a ti el bolsillo.


Así en la estación de Atocha
quien se acerca a su servicio
por necesidad, sin vicio,
apenas se desabrocha
ya genera beneficio.


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lunes, 23 de septiembre de 2013

EL REY (Página nº 2125)



Juan Carlos I está en esa disyuntiva de quedarse para recuperar el respaldo social que no hace mucho tenía la Corona o irse antes de que le pidan que se marche de una vez, y parece que ha optado claramente por lo primero. Que conste, ante todo, que más que la preferencia por una tipología de regímenes a mí lo que me interesa es que funcionen bien dentro de los parámetros que han de exigirse a cualquier democracia y por tanto tener una república o una monarquía no es el elemento prioritario de mi forma de pensar porque no creo que por sí mismas supongan garantía mayor, una sobre otra, de lo que yo entiendo por una democracia aceptable. Los regímenes democráticos los hacen las personas y no los enunciados, y el percal ahora es casi el mismo. Por lo tanto no me metan en ese juego de elegir entre monarquía parlamentaria o república parlamentaria porque la etiqueta no soluciona nada.

El caso es que Juan Carlos I, que hasta hace nada parecía tener el favor de una buena parte de los españoles y acaso la indiferencia del resto, siendo los menos quienes le discutían, en los últimos meses ha comenzado a sentir la deserción de parte los simpatizantes y a notar como los antes indiferentes se iban sumando a la discusión de su figura. El prestigio de la Corona se ha ido diluyendo como han aumentado las críticas y los silbidos, y en el tablero público su intocabilidad ya no es asumida por muchos.

Ahora hay quienes plantean la abdicación, el relevo, o incluso el cambio de régimen. Y el Rey ha decidido que está capacitado para recobrar el pulso y devolver a la Corona su pasado prestigio. Por lo tanto no va a abdicar de su cargo. Pero a mí me parece que, sin entrar en su debería abdicar o no, no está ya capacitado para recuperar el prestigio perdido ni, de lejos, conseguirá los porcentajes de popularidad que casi siempre tuvo. Y si el objetivo de no abdicar es exclusivamente ese doy el tiempo y el esfuerzo por perdido.

No creo, eso sí, que la monarquía esté, en estos momentos, en riesgo. Pero carece de todo el peso que pudo tener en otro instante de nuestro pasado reciente, está falta de vigor y parece irse consumiendo lentamente en su debilidad hasta que sea casi irrelevante, quizá lo peor que pudiera ocurrirle.

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domingo, 22 de septiembre de 2013

LAS CASAS BARATAS (Página nº 2124)

Quizá no hubiera un nombre más denigrante para ese grupo de viviendas de la calle Los Molinos, aunque parte de ellas, las de la espalda, daban a un descampado sin nombre cuando las construyeron. Y no porque ser baratas sea algo vergonzante sino porque el uso que se daba de ese término pretendía resaltar el carácter casi caritativo a los que resultaron sus beneficiarios, de modo que nunca se olvidase. Y la prueba es que en muchos pueblos donde he estado se utilizaba la misma denominación para este tipo de viviendas.



Las de Daimiel, algunas de las cuales aún conservan su fisonomía original, ocuparon lo que entonces era casi extrarradio de la localidad, zona de huertos, corrales, cercados y eras. Pero a su lado creció un grupo de aulas, la conocida escuela Motilla, donde tuve la oportunidad de convivir con mucha gente de aquellas casas, donde incluso vivían dos de mis compañeros y mejores amigos de infancia, y en cuyas casas pasé bastante tiempo, casi convirtiéndose en un segundo barrio para mí.

Y es que, con apenas cinco años, aquel descampado entre las viviendas y la escuela, al principio sin vallado, era nuestro recreo, un lugar de juego que se prolongaba incluso tras terminar las clases, y siendo barrio joven la chiquillería era numerosa y variada y siempre había gente dispuesta para jugar.

Después construyeron muchas viviendas en ese descampado y de nuevo fueron llamadas casas baratas, algo que sé molestaba a algunas de las familias que allí residían, con esa costumbre de segregar a través del nombre. Allí estaban algunos de mis amigos, allí muchos de mis recuerdos, y todavía hoy, que trabajo junto al barrio, lo miro con cariño, cruzo a veces por sus calles y sonrío cuando reconozco, en los portales, algunas de las personas, aún, que vivían allí cuando yo era niño y que son la historia viva y digna de ese lugar.

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