Transcribo la noticia sobre el estudio tal cual, sin comentarios, que aparece en la web teinteresa.es:
"- Investigadores españoles achacan a una especie invasora de caracol los brotes de 2011 y 2012 en Ciudad Real.
Los brotes de botulismo en aves que habitan en humedales podrían aumentar por el cambio climático, según una investigación llevada a cabo por investigadores españoles para esclarecer por qué se originó una elevada tasa de mortalidad de ánades frisos y cigüeñuelas comunes en 2011 y 2012 en la laguna de Navaseca, a pocos kilómetros del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).
El trabajo fue coordinado por Rafael Mateo, jefe del Grupo de Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), un centro mixto dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y ha sido publicado en la revista ‘Applied and Environmental Microbiology’, de la Sociedad Americana de Microbiología.
Más del 80% de los ejemplares de ánade friso y de cigüeñuela común murieron en la laguna de Navaseca durante dos brotes de botulismo originados en 2011 y 2012, en los que también fallecieron algunas malvasías, pero Rafael Mateo indicó que es difícil precisar la tasa de mortalidad porque los carroñeros con frecuencia devoran aves muertas en la orilla de la laguna.
En estudios anteriores, los investigadores señalaron que la eutrofización de los humedales por los vertidos desde las plantas de tratamiento de aguas residuales alentó la propagación de la bacteria que produce el botulismo (‘Clostridium botulinum’), que se adapta bien a los humedales contaminados.
Los científicos hallaron previamente que la principal fuente de propagación de los brotes es el llamado ‘ciclo larva de mosca-cadáver’, es decir, aves sanas se alimentan de larvas de moscas que se desarrollan sobre cadáveres que contienen la toxina botulínica, enferman y mueren, con lo que generan alimento para las moscas necrófagas. De esta forma, según Mateo, “la propagación del brote es exponencial”.
En la última investigación, el equipo de Mateo recogió los cadáveres de 43 malvasías cabeciblancas, una especie en peligro de extinción de la que quedan unos 10.000 individuos en todo el mundo, y encontraron que una especie invasora de caracol de agua dulce (‘Physa acuta’), que se adapta bien a los humedales contaminados por las aguas residuales, transmite la toxina botulínica y es una posible fuente de alimento para diferentes especies de aves acuáticas, como patos silvestres, gaviotas y fochas.
Los investigadores descubrieron que flamencos y zampullines estaban inactos por los brotes de botulismo posiblemente porque se alimentan de otras especies que no llevan la toxina botulínica, como algunos crustáceos, o porque son más resistentes genéticamente a este patógeno.
Por otro lado, Mateo advirtió de que es probable que los brotes de botulismo aparezcan con mayor frecuencia por el calentamiento global. De hecho, los investigadores indicaron que las temperaturas más altas del verano se asocian con mayores tasas de mortalidad entre las aves acuáticas durante los brotes. "Hemos observado que los brotes se producen cuando la temperatura media en julio supera los 26ºC", dijo.
Además, los humedales se eutrofian con mayor frecuencia cuando el agua escasea por la sequía, lo que favorece la propagación de bacterias anaerobias como el ‘Clostridium botulinum’.
"Queríamos caracterizar la ecología del botulismo aviar en estos humedales para saber hasta qué punto la acción humana -notablemente por el pobre tratamiento de aguas residuales- fue determinante en la ocurrencia de los brotes”, concluyó Mateo."
Desolador.
Enlace:
El mismo artículo en inglés en una web de divugación científica:
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