sábado, 26 de marzo de 2016

UN CARACOL INVASOR COMO POSIBLE CAUSA DE LOS BROTES DE BOTULISMO EN LA LAGUNA DE NAVASECA DE 2011 Y 2012 (Página nº 3552)


Transcribo la noticia sobre el estudio tal cual, sin comentarios, que aparece en la web teinteresa.es:

"- Investigadores españoles achacan a una especie invasora de caracol los brotes de 2011 y 2012 en Ciudad Real.


 Los brotes de botulismo en aves que habitan en humedales podrían aumentar por el cambio climático, según una investigación llevada a cabo por investigadores españoles para esclarecer por qué se originó una elevada tasa de mortalidad de ánades frisos y cigüeñuelas comunes en 2011 y 2012 en la laguna de Navaseca, a pocos kilómetros del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).


El trabajo fue coordinado por Rafael Mateo, jefe del Grupo de Toxicología de Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), un centro mixto dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, y ha sido publicado en la revista ‘Applied and Environmental Microbiology’, de la Sociedad Americana de Microbiología.

Más del 80% de los ejemplares de ánade friso y de cigüeñuela común murieron en la laguna de Navaseca durante dos brotes de botulismo originados en 2011 y 2012, en los que también fallecieron algunas malvasías, pero Rafael Mateo indicó que es difícil precisar la tasa de mortalidad porque los carroñeros con frecuencia devoran aves muertas en la orilla de la laguna.
En estudios anteriores, los investigadores señalaron que la eutrofización de los humedales por los vertidos desde las plantas de tratamiento de aguas residuales alentó la propagación de la bacteria que produce el botulismo (‘Clostridium botulinum’), que se adapta bien a los humedales contaminados.

Los científicos hallaron previamente que la principal fuente de propagación de los brotes es el llamado ‘ciclo larva de mosca-cadáver’, es decir, aves sanas se alimentan de larvas de moscas que se desarrollan sobre cadáveres que contienen la toxina botulínica, enferman y mueren, con lo que generan alimento para las moscas necrófagas. De esta forma, según Mateo, “la propagación del brote es exponencial”.

En la última investigación, el equipo de Mateo recogió los cadáveres de 43 malvasías cabeciblancas, una especie en peligro de extinción de la que quedan unos 10.000 individuos en todo el mundo, y encontraron que una especie invasora de caracol de agua dulce (‘Physa acuta’), que se adapta bien a los humedales contaminados por las aguas residuales, transmite la toxina botulínica y es una posible fuente de alimento para diferentes especies de aves acuáticas, como patos silvestres, gaviotas y fochas.

Los investigadores descubrieron que flamencos y zampullines estaban inactos por los brotes de botulismo posiblemente porque se alimentan de otras especies que no llevan la toxina botulínica, como algunos crustáceos, o porque son más resistentes genéticamente a este patógeno.

Por otro lado, Mateo advirtió de que es probable que los brotes de botulismo aparezcan con mayor frecuencia por el calentamiento global. De hecho, los investigadores indicaron que las temperaturas más altas del verano se asocian con mayores tasas de mortalidad entre las aves acuáticas durante los brotes. "Hemos observado que los brotes se producen cuando la temperatura media en julio supera los 26ºC", dijo.

Además, los humedales se eutrofian con mayor frecuencia cuando el agua escasea por la sequía, lo que favorece la propagación de bacterias anaerobias como el ‘Clostridium botulinum’.

"Queríamos caracterizar la ecología del botulismo aviar en estos humedales para saber hasta qué punto la acción humana -notablemente por el pobre tratamiento de aguas residuales- fue determinante en la ocurrencia de los brotes”, concluyó Mateo."

Desolador.

Enlace:

El mismo artículo en inglés en una web de divugación científica:



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viernes, 25 de marzo de 2016

SEMANA SANTA DISTÓPICA VISTA DESDE EL RECUERDO DE NIÑO (Página nº 3551)

Cuando era niño la Semana Santa se llenaba de estrenos, silencios, recogimiento, potajes y escabeches. También de familia, porque año tras año la amplia familia de mi madre y la escasa de mi padre que vivían fuera no fallaban a la cita. Los horarios se alargaban, como chicle, y todo cambiaba de repente, como si nos hubiesen introducido en un mundo distópico, donde desaparecía la música que nos gustaba, los programas que seguíamos, donde estaba prohibido cantar porque, como decía mi abuela Paca, se ha muerto Dios. Sí, acababa la rutina, ya no asomaba la carne en los platos aunque sí los barquillos, las rosquillas y las roscautreras, que escapaban a esa rígida vigilia.

Los días previos eran siempre de afanoso trabajo porque era imprescindible jalbegar las fachadas y eso, vaya, restringía cualquier juego con pelota en la calle, y una limpieza a fondo del interior por mor de quienes pudieran venir a vernos. Y se cocinaba con antelación el pescado en escabeche para que aguantara bien el ritmo de salidas, visitas, funciones religiosas, ruta por los monumentos en las iglesias, procesiones, etc... que, salvo en feria, no tenía igual echando a la gente a recorrer las calles. Y se estrenaba, vaya si se estrenaba, porque cuando yo era chaval estrenar, estrenar, se hacía el Domingo de Ramos y nada aseguraba que hubiera algún estreno más en todo el año, pues fuera de la ropa de quita y pon que daba tregua de una semana a otra y el hato de domingos o festivos no había más allá en los armarios, que tenía más cobertores para dormir que ropa de vestir.

Como digo la radio también mudaba programación y salvo música clásica religiosa y el parte puntual aquel aparato no daba para más. Y aún la tele era peor, desapareciendo todo asomo de programación infantil o lúdica y llenándose de eventos religiosos y películas bíblicas. Y como decía más arriba, ya no quedaba ni el recurso de cantar salvo que te jugaras una severa advertencia amenazado de hacer un pecado gordísimo por ofender a Dios.

Para entonces comencé a participar en la procesión de mi Cofradía, la de los Coloraos, junto a mi padre, siempre por la fila de la izquierda para pasar bajo los balcones de las casas de mis abuelas, una en la Plaza de San Pedro y la otra en Prim, y siempre hacia el final, cerca de la Virgen de la Amargura. Y recuerdo con nitidez esa ceremonia cuidadosa de vestirse de nazareno, repitiendo siempre los mismos pasos, probando por última vez pilas y bombillas del hachón para alumbrar y luego salir con tiempo para antes de procesionar acercarnos a las casas de las abuelas.

Después, el domingo, marchaba la familia, aquellos primos a los que veíamos tan de vez en vez pero a los que disfrutábamos cuanto podíamos estrechando lazos que de otra manera serían mucho más débiles. Y con su marcha el fin de aquel mundo distópico donde todo volvía a su ser, a su rutina e inercia, y la radio, la tele, la calle recobraba su dinámica de música, canciones y juegos hasta el año siguiente.

MÚSICA EN VIVO (Página nº 3550)

Daimiel no ofrece demasiada oferta de música en vivo en sus locales. Más bien se trata de actos episódicos, aislados, que de una política empresarial dirigida a incluir como atractivo poder escuchar música en vivo total o parcialmente, y quizá pueda deberse a falta de demanda, escasez de espacios adaptados a este tipo de espectáculos o cuestiones económicas, pero lo cierto es que es difícil tener la oportunidad de poder escuchar actuaciones en directo.

Entre ese desierto emergen dos oasis con una programación no digo que estable pero, al menos, frecuente para quienes gustan de asistir a música en directo: La Casa con Ruedas y Mancha.Com, que hacen un esfuerzo por ofrecer a los daimieleños este tipo de música en vivo, aunque desde planteamientos diferentes pero igual de plausibles.

He de reconocer que nunca he estado en ninguno de los conciertos de La Casa con Ruedas, a los que en ocasiones se accede por invitación que se ha de recoger previamente, según creo, quizá porque el tipo de música me queda algo lejos en mi gusto personal pero me parece absolutamente loable el trabajo que hacen y la oferta que planifican y he escuchado, entre asistentes, bastantes alabanzas, además de confirmarme la buena respuesta de público. Y baste comentar el último evento, la Fiesta de San Patricio.

Sin embargo sí me acerco con frecuencia al disco-bar Mancha.com para disfrutar de su especialidad, las banda tributo a grupos de los ochenta, noventa y actuales, quizá porque es la música a la que me siento vinculado sentimentalmente y me hace bailar y cantar, mal las dos cosas, y empatizar con ese ambiente. Recuerdo ahora los de bandas tributo a Los Secretos o Héroes del Silencio, o los que me perdí de El Último de la Fila o Extremoduro pero de los que me hablaron después mis amigos. Ayer mismo, aunque falló el tributo a Mecano por enfermedad de un componente, pudimos disfrutar, como hoy también, de música de los ochenta, de la Movida, en un buen ambiente, y ya están anunciados tributos a Fito y Fitipaldis, El Canto del Loco, Nirvana, Guns 'n' Roses o Bon Jovi.

Lo cierto es que disfrutar de música en vivo es todo un lujo, por lo infrecuente pero también por la oportunidad que se tiene de poder ver a esta gente tocando en directo mientras compartes unas cervezas o unas copas con tu gente. Y estaría bien que proliferase este tipo de ofertas, incluso pensando que hay mucha gente de aquí mismo que toca y le encantaría poder actuar en directo en pequeñas salas y locales a poco que se les diera oportunidad, algo bastante frecuente en ciudades de mayor población y con una oferta más amplia y variada.


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jueves, 24 de marzo de 2016

CINTURÓN DE SEGURIDAD (Página nº 3549)


Lo peor de la tragedia del accidente de autobús del pasado domingo es conocer que ninguna de las trece víctimas mortales llevaban puesto el cinturón de seguridad. Y digo lo peor porque es posible que, de haberlos llevado puestos, estaríamos hablando de una tragedia mucho menor, quizá sin muertos, por lo que se desprende de las informaciones leídas y escuchadas, y lo que es peor, sin familias también destrozadas por el dolor y la pérdida.

En los últimos tiempos se han ido incorporando normativas para hacer más seguros los viajes en autobús, con estructuras que soportan mucho mejor los vuelcos evitando las deformaciones de la carrocería o la incorporación de estos cinturones obligatorios, entre otros, para que ante un fallo humano o mecánico los pasajeros puedan tener mayor posibilidad de escapar ilesos de esos accidentes o minimizar, al menos, la gravedad de las lesiones. Desgraciadamente han sido necesarios vivir muchas tragedias previas para que esas medidas de seguridad fueran imponiéndose, para que las normativas avanzasen en este campo imprescindible, aunque otro factor humano termine por  no hacerlas del todo eficaces, y es que suele ocurrir que son los propios usuarios quienes menosprecian su valor y terminan por no utilizar esos cinturones creyendo que son incómodos e innecesarios.

Yo, con mis compañeros,, cuando vamos de excursión con actividades del colegio, ponemos todo el empeño del mundo en que mantengan puestos los cinturones durante todo el trayecto, una pelea que se salda con victoria a base de insistencia, revisiones, enfados, porque los chavales parecen incapaces de entender que está en juego su seguridad y suelen ver el artefacto como algo que les impide la movilidad y les estropea el "rollo" para hablar con unos y otros y saber qué pasa allí detrás. Pero somos intransigentes.

Ya conté aquí que en 1997 tuve un accidente con mi R-5 y terminé dando varias vueltas antes de detenerse el coche que terminó siendo siniestro total. Pues bien, sentí como el cinturón me sujetaba de tal modo al asiento que apenas pude moverme hasta que el vehículo se detuvo en mitad de un plantío abandonado y sin que sufriera ni un mínimo dolor ni en ese momento ni en los días posteriores. Supe entonces que me había salvado la vida, que la firmeza de su "abrazo" me había protegido de golpearme con cualquier elemento del interior o salir despedido, y es por eso que jamás me desprendo de él, que sé que me da una seguridad de la que no puedo ni quiero prescindir.

Evidentemente no se trata de tener una experiencia previa como la que tuve yo, pero sí de entender que la obligatoriedad de este elemento de seguridad en autobuses, como en otros vehículos, nada tiene de estético sino que está ahí porque debe estar, debe usarse, sin quedar al albedrío del usuario. No sé por qué nos cuesta tanto entenderlo porque nos puede ir la vida en ello.

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INDIGNIDAD (Página nº 3548)

Me resistía a comentarlo pero me parece demasiado grave para dejarlo pasar. El Domingo de Ramos, a eso de las seis y media de la tarde, un grupo de chavales comenzó a hostigar a un mendigo en la calle Cardenal Monescillo sin que mediara provocación alguna y simplemente por la condición de vulnerabilidad del indigente frente a esa jauría descabezada, amoral, idiotizada de un grupo de menores que solo dejó al hombre cuando algunas personas comenzaron a afear su actitud, en tanto otros miraban indiferentes.

Unos minutos después volvieron sobre sus pasos pero el mendigo ya se había marchado, quizá temiendo eso mismo, que frente a la cobardía del grupo nadie surgiera para ampararlo.

Repito, sucedió en Daimiel, junto a la plaza, en una calle transitada. Un hecho absolutamente vergonzoso, indigno, protagonizada por un grupo de chavales que pudo terminar mal si no intervienen personas que presenciaron los hechos. Y no podemos permitir que pasen cosas así, que gente ya en unas condiciones precarias tengan que correr el riesgo de ser acosados o agredidos simplemente porque las circunstancias de su vida terminen arrojándoles a la calle y mendigando.

¿Qué diablos debe pasar por la cabeza de estos chavales?, ¿qué falta de valores puede conducirles a estos comportamientos que ni esconden?, ¿qué estamos haciendo mal como sociedad para que sea posible llegar a estos extremos?

La sociedad educadora ha fracasado o, quizá, nunca ha existido. No creo que falten mecanismos de detección pero sí de acción, porque esos chavales son de aquí, conocidos, arrastran sus propios problemas, pero desde luego la sociedad no sabe como reconducir esas situaciones, o parece inhibirse o no sé qué tipo de incapacidad muestra porque la situación se enquista y los problemas que generan van en aumento.

No es el momento de hallar culpables sino de plantear medidas y soluciones. No es la imagen que debe dar Daimiel ni hechos que podamos admitir ni tan siquiera como excepcionales. Y allí había gente viviendo esa inaceptable indignidad, que no sé que hubiera sucedido de no haber nadie alrededor para evitar ese hostigamiento a un pobre hombre.

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miércoles, 23 de marzo de 2016

SÍ, PERO HAY QUE MIRAR AL RESTO (Página nº 3547)

Ayer escuchaba estas palabras de Bertín Osborne sobre Podemos y su recelo al defender un régimen como el venezolano o a Irán:


"...están defendiendo a Irán, y están, en algunos casos colaborando y tal...¡macho, un país que tiene el país que tiene a las mujeres como las tiene, que cuelgan a los gays de, de las grúas y lapidan a las mujeres, ¡eso es indefendible, coño!, pero eso es indefendible, es que cualquiera que tenga dos dedos de frente no puede defender a un, a una , a un...iba a decir gentuza, pero bueno, a una gente que está con los valores completamente cambiaos. Un, una persona occidental y decente nunca puede defender jamás algo así. Bueno, pues a mi me sorprende que haya personas que son españolas y que puedan defender a una dictadura como la de Irán que es verdaderamente lamentable. Entonces, claro, todo eso, sumado, me hace, me hace recelar de que el resultado con ellos fuera algo brillante."

Puedo estar y estoy perfectamente de acuerdo con él pero al escucharlo pensé que a nuestro país, a nuestros grandes partidos, a nuestras grandes empresas se les hace el culo gaseosa con Arabía Saudí, curiosamente un país donde se trata horrible a las mujeres, se ajusticia a los gays, se lapida a las mujeres, y eso es igual de indefendible, ¡coño!, exactamente igual de indefendible para cualquier occidental decente y a mí también me sorprende, y mucho, que haya personas que son españolas que defiendan una dictadura como la de Arabia Saudí que es claramente lamentable y creo que todo sumado me hace recelar de que con ellos el resultado fuera algo brillante.

Claro, el mapa de negocio en Arabia Saudí es mucho más amplio que con Irán y somos capaces de ir allí con la nariz tapada pero extremar las reticencias con Irán que no es nada diferente, por no decir que no financia, privadamente, tanto como Arabia Saudí al terrorismo yihadista.

Nos vendemos por dinero pero nos ponemos dignos estableciendo diferencias que no existen para salvaguardar a una dictadura criminal como es la de Arabia Saudí y condenar a una dictadura criminal como la de Irán, siendo igualmente deleznables. Yo entiendo como despreciables los dos regímenes y si Podemos se equivoca con Irán el resto hace lo mismo con Arabia Saudí, y es de justicia reconocerlo, por más que sus dineros ayuden a nuestra economía mucho más que los de los ayatolas.


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martes, 22 de marzo de 2016

PARTIENDO DE UN ERROR (Página nº 3546)

Hoy aparecía esta foto en "Daimiel en el recuerdo", añadida por Miguel Navarro, y lo hacía bajo este texto:

"La huerta de Evaristo antes de construir los Hotelitos", afirmación que incluye un enorme error.



Por dos veces he intervenido para precisar que, para nada, esa foto es anterior a la construcción del grupo de viviendas que se conocía como "Los Hotelitos". Pensaba que con el primer comentario bastaría pero, curiosamente, otros posteriores daban por bueno lo que para nada lo es, hasta el punto de que las viviendas que se ven a vuestra derecha son las correspondientes a la parte posterior de la calle transversal a las otras tres, pues son cuatro las que originariamente componían esta primera "urbanización" de viviendas unifamiliares o chalets, como también se denominaron, construidas en Daimiel. En la última de ellas, que no aparece en la foto, vivía el propio Evaristo, y la huerta iba desde lo que era el muro de separación del ITEM "José Ruiz de la Hermosa", hoy IES "Ojos del Guadiana", hasta el muro de piedra que aparece al fondo, junto a la torre eléctrica, sobre el que he caminado multitud de veces.

"Los Hotelitos se terminaron de construir en el 59 y las primeras familias, incluida la mí, se fueron a vivir durante el año 60. Yo nací allí en 1962, uno de los primeros nacimientos en el barrio. Pues bien, Evaristo, según me cuenta mi madre, ya vivía en el barrio antes de arrendar la huerta en cuestión y explotarla como medio de vida, lo que demuestra aún más que la foto es posterior.

Pero es que, además, al fondo puede verse la nave, aún existente, y hasta los bidones de la bodega de Fisac-Villar, que desde luego debió ponerse en funcionamiento nunca antes del año 70 y por lo tanto la foto es posterior también a esta fecha. Si tenemos en cuenta que la huerta estuvo activa hasta inicio de los ochenta, cuando se expropió, junto a otros terrenos, para construir el recinto ferial, la franja de tiempo para datar la foto en cuestión está entre 1970 y 1980, bastante después de construirse "Los Hotelitos".

Por cierto, buen hombre Evaristo y también sus hijas, porque como ya conté en otra ocasión el vecindario era, en general, como una gran familia. Y la foto una maravilla también.

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SOBRE DAIMIEL (Página nº 3545)

A propósito de este comentario y con el tema de Daimiel a nivel de ocio y comercio:

A ver Totem, tú que reflexionas y profundizas en los asuntos que opinas."

Para ser sincero no tengo otra opinión que el de usuario y, por tanto, muchos aspectos se me escapan. Pero trataré de dar mi opinión:

Daimiel tiene una oferta de ocio no muy amplia aunque puede que suficiente, lo que hace que el problema no sea tanto del número de locales como de lo que estos ofrecen a sus clientes y lo que ellos demandan para disfrutar y estar satisfechos. Quienes no encuentran en Daimiel satisfacción a esas demandas buscará otros lugares, aparte, claro, de quienes prefieren salir habitualmente y no quedarse en nuestra ciudad aunque pudieran tener locales de ocio que respondiesen a sus expectativas. Y tampoco, parece, que tenga un especial atractivo para los de otras localidades el acercarse a locales de ocio daimieleños.

¿Qué falla? Evidentemente la situación económica lastra, y aunque la gente no renuncia al ocio muchos han modificado la forma de divertirse buscando casas, cocinas camperas, etc... donde quedar con los amigos a charlar, beber y comer, una alternativa en aumento que incide en los negocios de restauración y ocio. Pero, creo, que los propios empresarios también tienen parte de responsabilidad porque la fórmula pasa por buscar esa clientela, fidelizarla, y eso incluye ambiente, precios, trato, oferta. Ver locales casi siempre llenos y otros casi siempre vacíos pueden tener explicación bajo esos parámetros.

Yo, en particular, busco un sitio donde cenar algo que escape de frituras y oferte cierta calidad del producto, poder estar cómodo hablando con los amigos, un trato agradable, un ambiente acogedor, y no encuentro, en invierno, más de tres o cuatro sitios, aunque en verano. aunque poco, algo incrementa ese número. Por eso a veces me voy a otros sitios, por variar, por encontrar alternativas que puedo complementar con un día de cine o de teatro.

¿Y en cuanto al comercio? Quizá la proximidad de Ciudad Real termina por ser una rémora para el comercio daimieleño. También ese concepto de franquiciados y grandes cadenas con facilidad para llevarte y devolver prendas, para moverte a tu antojo por las tiendas, para ofrecer precios de aparente imposibilidad de competir, pero también puede ser que los comercios daimieleños luchan por separado, comprometidos con la propia subsistencia, y quizá no saben o no pueden como desarrollar un modelo más atractivo para atraer a la clientela local que haga que la idea de ir a Ciudad Real no tenga que ser la primera alternativa.

La verdad es que el tema es muy complejo pero es verdad que, cada vez más, Daimiel aparenta ser un ciudad parada, menos dinámica y atrayente, y no cabe culpar a quienes se van en busca de otros lugares para sus compras y diversión sino tratar de entender qué les lleva a hacerlo y por qué dejan de lado lo que Daimiel ofrece. Y el estímulo necesario debe provenir de la administración local y los propios empresarios.

Si hablo por mí la mayor oferta cultural, el tipo de tiendas donde puedes pasar, mirar, probarte sin más compromiso y la mayor variedad de locales de ocio son los que me llevan a salir con cierta frecuencia de Daimiel aunque, eso sí, suele ser esta ciudad, la mía, la primera opción.


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lunes, 21 de marzo de 2016

DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA (Página nº 3544)

Aunque estoy incluido en una antología de poetas castellano-manchegos nacidos tras la Guerra Civil, editada por el Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha bajo el título de "Mar Interior" y hasta aparezco como tal en el volumen II de "La Tierra Iluminada", un diccionario literario de Castilla-La Mancha, publicado también por la Junta y con un trabajo impresionante de Francisco Gómez Porro, lo cierto es que solo me sentí poeta unos pocos años, tempranos, y para los veinticinco, aunque seguí escribiendo, me parecía excesivo considerarme así por el mucho respeto que tengo a la poesía, que no es tanto hacer versos como ser capaz de dar luz, brillo, belleza, a las palabras intentando explicar tus sensaciones, la forma de entender y explicarse uno mismo, al menos con el concepto que yo tenía en ese momento.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Poesía, un espacio personal que trasladamos a los demás pese a que, casi siempre escribimos para nosotros mismos. Y es curioso porque la poesía siempre tiene sus lectores, gente que busca afinidades, emociones, imágenes, sin que el autor sea demasiado relevante salvo que puedas encontrar en sus líneas lo que andas buscando. Es más, la mayoría nos son tan desconocidos que permite que podamos desconectar de todo prejuicio innecesario antes de dejarnos seducir o rechazar lo que leemos porque nada nos ata ni nos compromete.

Creo que es la primera vez que hablo de una celebración así, incluso que dedico un mínimo espacio de tiempo a releer mis versos. Algunos son de hace tres décadas pero me reconozco en ellos, pervivo en ellos, y acaso es lo verdaderamente importante de esa escenografía de urgentes que tomó forma de libro antes de volver al silencio.

Decía Miguel Galanes:


       "Las palabras
son el ruido tras la fuga de aquellos nombres"


Yo siempre perseguí poner nombre a las sensaciones, siempre tan fugaces, y una de las partes titulada "Museo de Fugas" no era sino un intento de esbozar una poética que explicara qué buscaba escribiendo, y aquí dejo un pequeño poema de esa intención:


       "Otros pájaros tiñen la aurora con sus nombres,
musitan labios de espuma tras un vuelo
que corta el aire
                          y luego desaparecen
en un golpe de párpados brevemente violento."


Lo cierto es que la poesía fue una necesidad mientras buscaba ser feliz. Desde que lo soy la poesía me visita ya de vez en vez, como una vieja amiga que no quiere que me olvide jamás de ella y que sabe que siempre es bien recibida.


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"IGUAL DA" NO ES IGUALDAD (Página nº 3543)

Al hilo de este comentario:

Insisto y con esto no pretendo generar una polémica ni un debate, pero esos mismos que se han sentido indignados, en vez de contestar e insultar (si vieras lo que han escrito algunos de puño y letra...) simplemente no la hagas o haz una crítica constructiva para mejorar la próxima vez, si de verdad te interesa este tema. La gente que preparó la encuesta, repito, lo hizo con la mejor de las intenciones por un motivo que debería ser de interés general y me parece un error poner más énfasis en el "cómo" que en el "porqué" detrás de la iniciativa y que además digas que en esto hay una parte interesada...
El interés debería ser general y por desgracia aún queda mucho por recorrer en este sentido y poco favor le hacemos a la igualdad alejándonos de la realidad existente.
Te animaría a hacer algún comentario en ese sentido que desde mi punto de vista es bastante más interesante que lo bien o mal planteada que ha estado una inciativa en una empresa local, sin pretender, por supuesto, decirte sobre lo que debes escribir o no, no me malinterpetes.
Me parece muy respetable lo que haces aquí, dando cabida a noticias y comentarios diversos, pero no he podido evitar comentar tu entrada al respecto por los que sí creemos en la igualdad y nos esforzamos en conseguirla aunque no sea con la aprobación de todos.
Gracias por la oportunidad que me has brindado de dejar mi opinión, ni favorable ni desfavorable, simplemente una opinión."

Pongo este título para evidenciar que cuando se trabaja para la igualdad la elección de los instrumentos para hacerlo no son indiferentes y no da igual ignorar las preguntas de la encuesta. Pero dicho esto, y dejando a un lado toda polémica, la igualdad es el objetivo más loable que debe plantearse el ser humano, y no solo en el aspecto de los derechos y obligaciones de hombres y mujeres sino con un concepto mucho más amplio.

Ahora bien, centrándonos en la lucha por la igualdad entre sexos, tan actual como necesaria, tengo claro que se necesita de dos vías igual de importantes:

La primera, la legislativa, el marco legal que favorezca esa igualdad real, y no me refiero al mero enunciado de la ley sino al conjunto de normas que las desarrollen, seguimiento de su cumplimiento, estímulos legales, etc... que posibiliten un marco real donde lo difícil sea la desigualdad, el incumplimiento, la discriminación.

La segunda, la educativa y cultural, tal vez la más difícil porque ha de luchar contra los prejuicios, las costumbres, la historia. Cuando hablo de educación no me ciño al ámbito escolar, pues al contrario creo que es un espacio donde se trabaja hace años y donde se puede percibir mejor esa igualdad entre trabajadores y trabajadoras, entre hombres y mujeres, más cercano al modelo perseguido aunque no alcanzado. Me refiero a la educación familiar, a la permanencia de ciertos roles enquistados que terminan estableciendo una continuidad de una percepción diferenciada y discriminatoria, y que en las aulas percibimos cuando se habla de ciertos asuntos. Cierto es que va corrigiéndose pero muy,muy lentamente. Y me refiero a la educación social, esa que determina también papeles y que eterniza roles a través de modelos interesados que van desde la publicidad a los contenidos de los medios pero que baja a los ejemplos más cercanos y que impregnan la memoria colectiva.

El papel corrector que pueden impulsar las leyes siempre será insuficiente si educativa y culturalmente no transforman la sociedad para llegar al reconocimiento de esa igualdad efectiva, la que nunca pondría en la balanza el peso de ser mujer u hombre a la hora de acceder al trabajo sino el de la persona como tal.

El otro día hablábamos de conciliación, del reparto de tareas, etc... Sobre el papel la mayoría lo vemos más que razonable pero, en realidad, cuesta pasar de la teoría a la práctica, asumir esa parte efectiva que haga real lo que nos convence. Si difícilmente logramos eso en el propio ámbito familiar ¿cómo aspirar a cambiar el concepto de la sociedad sobre la igualdad? Y ya no digo cuando los propios ciudadanos observan que la teórica igualdad de todas ante la ley conlleva que unos son más iguales que otros y esto lastra la convicción que pueda hacer posible lo verdaderamente justo, que es esa igualdad que debe perseguirse siempre.

Creo en la igualdad, creo en las iniciativas que buscan favorecerla, pero soy consciente de los obstáculos, incluso los propios fruto de una educación y unas costumbres que nunca equiparan las obras, los hechos, a las intenciones. La igualdad debería acabar con siglos y siglos de discriminación y estando más cerca aún nos queda lejos. Y depende de todos acortar esa distancia.

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domingo, 20 de marzo de 2016

EL TIEMPO COMO TAMIZ (Página nº 3542)


El otro día coincidieron recientes paternidades y maternidades de compañeros y compañeras, unos con la enhorabuena asumida apenas unos días y otros de visita con sus criaturas de unas pocas semanas, y en las conversaciones todo aquello me resultaba reconocible como cuando hace un par de décadas el afortunado era yo. Y sin embargo, aunque sé de todas las emociones, miedos, incertidumbres e ilusiones que albergué durante esos días y muchos de los siguientes lo cierto es que el tiempo forja como un tamiz que criba lo pasado hasta el punto de que va deshaciéndose de los recuerdos más dolorosos, de los más tensos y preocupantes, pero también suaviza esa intendencia incómoda de sueños perdidos, malas comidas, altas fiebres, que acompañan los primeros meses, años también, de nuestros vástagos.

Entiendo sus conversaciones, por supuesto, sus preocupaciones diarias, y aunque sé que las tuve por mí mismo trato de recordarlas tal cual y la memoria me devuelve imágenes más apacibles, placenteras, como si se hubiesen difuminado esas noches de vigilia, esas vueltas de cabeza, esa desazón, casi zozobra, de circunstancias puntuales. Sí, como si todo hubiera sido una experiencia hermosa sin resquicio de preocupación.

Y la verdad es que no fue así, tras un parto muy prematuro en el que incluso hubo quien nos invitó a la resignación antes que a la esperanza, tras dos meses de hospitalización en la Unidad de Neonatología y meses de revisiones para intentar descifrar hasta qué grado la inmadurez podía salpicar de secuelas la vida de mi hija la vida se debatió entre miedos e ilusiones, entre angustias y deseos, y solo con el paso de bastantes meses, incluso años, nos íbamos sacudiendo de esos recelos y desasosiegos.

Si no dormirse, comer poco, empezar a hablar, atreverse a caminar, ya son, de por sí, foco de expectativas para cualquier padre para los de un niño prematuro lo es aún más porque pueden alertar de problemas que conlleva un nacimiento precoz, y por eso me sorprende que ese tamiz de la memoria haya ido disipando todas las sensaciones más viscerales y preocupantes para reconducirlas hacia un recuerdo más grato, edulcorado, confortable, como suele hacer con casi todas las evocaciones de lo que hemos sido y hemos hecho.

A ellos, a mis compañeros y compañeras, con el tiempo les pasará igual, se acordarán de todo lo que sucedió a cada fiebre, eczema, insomnio, etc..., pero ya no será como lo es ahora mismo y apenas dejaran sitio para revivir noches sin dormir, preocupaciones, angustias, aunque sepan perfectamente que las tuvieron. La vida les recompensará con sus hijos, su crecimiento, su búsqueda vital, porque al final lo positivo viene a salvarnos, nos toma de la mano y nos hace saber que aquello era un tributo necesario pero insignificante para verlos así, como ahora veo yo a mi hija, con esos ojos de satisfacción, orgullo y felicidad que borra cualquier otra cosa.

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