El rumor ha circulado incluso en comentarios a este blog pero ha saltado a la actualidad cuando la candidata socialista, Eva María López Sánchez-Camacho, ha preguntado públicamente si es verdad que ese rumor es cierto y no tomará posesión de su acta de concejal o, por el contrario, mantiene su compromiso de seguir durante los próximos cuatro años.
Del rumor, por tanto, pasa al debate público y, entonces, caben dos opciones: que todo sea un bulo o que, de ser así, estemos ante un fraude a los ciudadanos, aunque dudo que el aludido vaya a entrar en ese juego y conteste a la pregunta lanzada por Eva.
Si fuera un rumor estaría claro el interés del PSOE en ponerlo sobre la mesa para introducir la duda sobre las intenciones de Leopoldo. Votos nunca daría al PP esa situación y sí que pudiera quitar alguno si ciertos votantes creyeran la especia y sintieran que esa forma de actuar no es ni digna ni ética. Porque aunque lo que se votan son listas nadie puede negar que quien la encabeza puede ser determinante para muchas personas y llegar a pensar que no será quien salga de concejal al final puede crear malestar o sensación de engaño.
Si fuera cierto entonces estaríamos ante un fraude electoral, por legal que sea apearse ya realizada la votación en las urnas, y por acostumbrados que estemos porque en Daimiel ya hemos vivido situaciones así o muy parecidas. Porque cuando uno va en una lista adquiere un compromiso con los votantes y si hemos de suponer que quienes nos van a representar son gente cabal, seria, fiable, estos numeritos solo consiguen tirar por tierra esa credibilidad.
Yo, particularmente, no creo a Leopoldo capaz de ese desaire a los daimieleños, de ese uso fraudulento de su nombre y su compromiso, y menos antes de empezar "obra". Ya he criticado a esos muchos concejales, diputados, senadores, que abandonan antes y durante la legislatura para dar saltitos a otras candidaturas, otros cargos políticos. Lo critiqué con Díaz-Salazar cuando se marchó a la Consejería. Lo critico en cualquier caso y con cualquier persona salvo que el motivo personal fuera de verdadero peso y no por meros intereses de partido o de promoción personal porque, insisto, creo que ir en una lista es un compromiso con los votantes y está por encima de los intereses políticos particulares.
Seguro que en unas semanas sabremos lo que hay de bulo o de verdad. Unos y otros, los que dan crédito al bulo o los que lo niegan, se verán retratados por la realidad. De momento yo me inclino por creer que se trata de un bulo interesado pero no sé por qué no siento tenerlas todas conmigo. Lo que sí tengo claro es que no espero de Leopoldo tal decepción.
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