Veo este hilo abierto en el Foro de Daimiel:
"Tras la reciente incorporación de zona azul en nuestra vecina localidad de Manzanares, parece que próximamente pueda ser aquí..."
En realidad no lo creo, parece poco acertado creer que porque algo se haga en la ciudad vecina necesariamente signifique que nuestros gobernantes lo hayan siquiera considerado. Y no solo porque el rumor, que sí existió en el 2006 nacido de la boca del concejal de Tráfico como posibilidad a estudiarse, no ha aparecido todavía sino porque no parece oportuno plantear algo así en Daimiel a poco más de un año de las elecciones municipales en las que, salvo el asunto de la gestión económica controlada en el gasto y un botellódromo estival, prácticamente poco bagaje pueden presentar y no creo que la zona azul fuera banderín de enganche de votos de nadie sino lo contrario.
Por tanto parto de la base de que tal posibilidad no es cierta y dicho esto quisiera exponer por qué creo que, además, no es necesario:
En Manzanares, como hemos oído en otras localidades antes, se defiende la implantación de una zona azul aludiendo a la dificultad para encontrar aparcamiento en las zonas más congestionadas, generalmente por el centro de las ciudades. El problema es real, no lo niego, pero la experiencia dicta que esa zona azul puede que disuada de aparcar indefinidamente a conductores que dejan por días sus coches en la calle o a algunos de los que lo utilizan para tramos cortos pero lo que ocurre, al final, es que esas zonas terminan estando, pese al peaje de los parquímetros, saturadas en esas mismas zonas céntricas porque no resuelven el problema real de muchos y solo de algunos. Yo, por ejemplo, en Ciudad Real o Valdepeñas, suelo tener bastante dificultad para aparcar en la zona azul salvo que vaya a primera hora de la mañana o la tarde, aunque al menos en la primera se ofrecen aparcamientos públicos gratuitos no demasiado alejados del centro. Y si tenemos en cuenta que la zona azul suele llevar aparejado una zona acotada para residentes, bien en la acera opuesta o en algún tramo de la calle, lo que ocurre es que apenas resuelve el problema que dice querer solucionar.
¿Y si no resuelve dicha problemática entonces de qué se trata? Para mí, claramente, de recaudar, de exprimir un poco más al ciudadano, que ahora sí que podrá optar por no poder ni coger el coche y mucho menos pagar por aparcar en algunos casos y que obligará a otros a pasar por caja como si ya no pagara suficientes impuestos al matricular, repostar, pagar el impuesto de circulación, el del vado de su propia cochera, las zonas azules de otras localidades y sumar, además, la pernada local por aparcar.
Desde luego que estoy convencido de que en Daimiel, al menos en esta legislatura, no se contempla ese castigo adicional al automovilista, que en estos momentos es improcedente y casi un suicidio político.