Este es el contenido de la carta que Máximo Florín Beltrán, Profesor Titular de Tecnologías de Medio Ambiente de la Universidad de Castilla-La Mancha ha enviado a la redacción de CRDiario tras leer en ese medio una nota del Ayuntamiento de Daimiel publicada allí y que califica de contener "informaciones segadas, falsedades e incorrecciones". Además da un repaso importante a Gregorio Díaz del Campo, concejal de Medio Ambiente. ¡Para que luego digan que yo le persigo! Es que, como señalaba ayer, lo mejor es que se quedara calladito antes de decir semejantes chorradas, y si no lean la carta de alguien, creo, bastante más autorizado que ello en estos temas:
"El pasado lunes, 8 agosto, CRDiario publicó una noticia titulada “El Ayuntamiento resta importancia al posible brote de botulismo en Las Tablas”, que contiene informaciones sesgadas, falsedades e incorrecciones, y supone una intoxicación informativa para la población sobre un problema crónico de Daimiel y de otros municipios de Ciudad Real, como es la mala gestión de las aguas residuales. Considerando esto, le agradecería la publicación de esta carta para que los lectores de CRDiario puedan juzgar por sí mismos y exigir una gestión adecuada de las aguas residuales.
Viniendo del responsable de Medio Ambiente de un municipio con ecosistemas acuáticos como las Tablas de Daimiel, es muy sesgado afirmar simplemente que el verano es propicio para la aparición de brotes de botulismo, y que estos aparecen también en otros humedales. En realidad, el botulismo en Ciudad Real aparece principalmente en lagunas que reciben vertidos de aguas residuales o efluentes de depuradoras, a menudo tratadas deficientemente, y muchas veces, ambos tipos de agua, como es el caso de Navaseca.
La afirmación de que el brote de botulismo está controlado al 100 % es deliberadamente ambigua, en el sentido de que posiblemente esté siendo comprobado, inspeccionado o fiscalizado. Sin embargo, los lectores de CRDiario deben saber que la intervención que se está haciendo es casi testimonial, y el brote no está siendo regulado ni dominado en absoluto, por lo que en lenguaje llano, más bien cabe decir que está descontrolado.
Es falso o revela una profunda incompetencia decir que no se ha detectado ninguna anomalía de grado superior. La propia existencia de la Laguna de Navaseca es una gravísima anomalía, al tratarse de una cubeta natural desecada por la sobreexplotación de los recursos hídricos, fragmentada y represada parcialmente por caminos, parte de su lecho alterado por la construcción de una depuradora y de un mal llamado filtro verde de chopos que posteriormente se talaron, que ha recibido las aguas residuales de Daimiel desde hace mucho tiempo, incluso ahora, cuando llega demasiado caudal a la EDAR, o demasiado contaminado, y donde el agua depurada se mezcla con el agua sin depurar previamente almacenada en la laguna, hasta unos niveles tales que el agua rebosa los caminos circundantes e inunda los campos que ocupan el resto de la antigua cubeta original de la laguna, cuando no debe dejarse que corra hasta el río Guadiana, en dirección a las mismísimas Tablas de Daimiel; es decir, que lo que no hay es NADA NORMAL la Laguna de Navaseca.
La concentración de los contaminantes por la evaporación, a la que alude el responsable de Medio Ambiente de Daimiel, es sólo uno de los procesos que explican las propiedades del agua, de acuerdo con lo observado por el Grupo de Investigación en Hidroecología de la Universidad de Castilla-La Mancha, cuyos resultados se presentaron este mismo verano al 7th Symposium for European Freshwater Sciences. La autodepuración del agua por las plantas, muy activas en verano, puede contrarrestar la concentración evaporativa en la laguna, cuyas condiciones ecológicas fluctúan bastante, pero están controladas, no por el de Ayuntamiento de Daimiel, como quiere dar a entender su concejal, sino por la cantidad de aguas residuales que les llega, una parte de las cuales (la procedente de las casas y muchos servicios e industrias), es más o menos estable, mientras que otra parte, procedente de ciertas industrias, experimenta fuertes aumentos de carga contaminante precisamente en verano, para los cuales la EDAR no está preparada, y se canalizan directamente a la Laguna de Navaseca, donde ni siquiera las plantas pueden asimilar tanta contaminación, que a menudo reduce el oxígeno disuelto a cero y ocasiona grandes mortandades de plantas y animales, lo que actúa como desencadenante de los brotes de botulismo, mientras que otras veces intoxican, infectan o envenenan directamente a plantas y animales, con las mismas consecuencias.
Es muy inquietante que afirmaciones tan tendenciosas vayan acompañadas de una grave ignorancia o analfabetismo ecológico, viniendo de un responsable municipal de Medio Ambiente. Por ejemplo, cuando un ave muere por botulismo, no se "extingue", lo que corresponde a la desaparición de poblaciones enteras (en una localidad o zona) o especies. Así mismo, la capacidad de una masa de agua no puede disminuir por la evaporación, lo que equivaldría a decir que el vaso o cubeta "encoge"; en realidad, la evaporación disminuye el volumen de agua almacenada, pero la capacidad es la misma. Por último, achacarle a los 700 flamencos la culpa del brote de botulismo puede rayar en el cinismo, dado que los episodios de botulismo son recurrentes en Navaseca, independientemente de si hay o no flamencos."
¡Casi nada! Esto no es persecución sino destapar la ignorancia supina en el tema de nuestro nuevo concejal, quizá mucho más avezado en el resto de delegaciones que ostenta.
El enlace a la información está aquí:
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