PICO, ESPALDAS Y ROSTRO O DE LA AYUDA DOMICILIARIA COMO USO ELECTORALISTA (Página nº 316)

No tengo duda de que Cristina Maestre es un auténtico "animal político". En los ocho años que lleva en política municipal ha desarrollado hasta conjugar un pico de oro, unas espaldas inmensas y una cara de hormigón armado. Eso y su ortodoxia y fidelidad al argumentario oficial de los suyos establecen el paradigma perfecto del político actual. Si acaso le falte un poquito de mano izquierda y le traicione el tonillo agrio en ocasiones.

No es que trate yo de hacer un panegírico ahora de Cristina, entre otras cosas porque el modelo de político actual al que tanto se ajusta no es precisamente el que yo concibo como adecuado pero es evidente que de todos los ediles es la de más tablas y habilidades políticas claramente.

Sólo así, con ese piquito, esas espaldas capaces de soportarlo todo estoicamente y ese rostro de auténtico hormigón armado puede explicarse su impasibilidad para aguantar acusaciones del calibre de las maniobras con la asistencia domiciliaria o la defensa de que lo de Juan Elias era algo diametralmente opuesto a lo de Ismael Martín.

Es curioso, muy curioso, que pusiese como defensa a demorar el cobro de la ayuda domiciliaria al mes de junio, en un solo pago, los correspondientes a enero, febrero, marzo, abril y mayo, como una posible decisión política para oponer a la acusación de que era una decisión electoralista que planteó Mª Carmen Torija. ¡Por favor!, claro que era una decisión política, que las decisiones de los políticos son eso, decisiones políticas, pero con una clara carga de intención electoralista, que de eso no hay duda. ¿Qué sentido tendría no cobrar un servicio domiciliario durante meses con cantidades asequibles para los beneficiarios y tener preparada una carta en junio para cobrar todo de una vez convirtiendo, en algunos casos, las cantidades asequibles en otras bastante lesivas?. Dudo que de ganar el PSOE se hubieran enviado pero allí estaban listas las cartas reclamando los importes debidos una vez perdidas las elecciones, y eso da mucho que pensar.

Conozco algunos casos de beneficiarias que llamaron preocupadas a los servicios sociales temerosas de que al ver que no les cargaban en la cuenta esos pagos mensuales les fueran a quitar el servicio de ayuda domiciliaria y la respuesta era de tranquilidad pero sin aportar explicación, quizá sometidas a esa decisión política de difícil explicación.

Pero es que Maestre incluso afeó que Torija sacase aquello al Pleno. ¿Qué esperaba?. O le dijo que podía haber decidido tirar las cartas y punto, lo que habla de la ligereza con la que seguramente hubiera obrado ella en un tema importante de mala gestión al servicio del interés electoral. Y todo eso impasible, como si nada hubiera tenido ella que ver, siendo hasta el 11 de junio la concejal responsable del asunto. Lo dicho, pico, espaldas y rostro, cualidades estupendas para algunas cosas, lamentables para otras.