Al final del Pleno Municipal Ordinario celebrado ayer, y al dar oportunidad de que los asistentes pudieran intervenir sobre alguno de los puntos del Orden del Día, Leopoldo cometió un importante error que contrastó con su apelación al Reglamento. Y fue un error, e importante, porque viendo el cariz de la intervención de esa persona y la evidencia de que para nada se ajustaba a ese Orden del Día tenía que haber zanjado la cuestión inmediatamente y sin refugiarse en la posibilidad de que Cristina quisiese o no contestar a la persona en cuestión.
Por supuesto que luego quiso enmendarlo pero no anduvo demasiado bien de reflejos, permitió la intervención completa y puso a Cristina Maestre en el compromiso de contestar o no cuando no había lugar a ello.
No creo que fuera premeditado pero constituye un pequeño precedente que debe reducir a la anécdota en futuras sesiones. Y eso que yo soy partidario de la intervención ordenada y libre de los asistentes, algo que desde luego ni contemplaron los anteriores equipos de gobierno ni lo hará éste, quizá imbuidos por un deseo de no prolongar las sesiones o, quizá, por ejercer un control cómodo sobre esas intervenciones.
Y es que con los turnos de intervención del público no se juega pues recuerdo que a Díaz del Campo le salió rana la pactada con el vecino de la calle Juan Romero tras la intervención de éste el mes anterior, o la de Plácido, tomando como referencia un punto de un pleno anterior y que tampoco aparecía en el Orden del Día de la sesión en la que se le permitió intervenir. Si hay reglamento que se cumpla y si hay que cambiarlo que se haga para permitir las intervenciones sin sujetarse a ese corsé de los puntos tratados, pero estos episodios conviene ser evitados drásticamente.
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Yo también creo que no fue del todo intencionado. Pero está claro que desde el primer segundo se veía por donde podría salir ese hombre y el Alcalde lo dejó continuar. Dar la oportunidad de responder o no a Cristina cuando la pregunta estaba ya formulada carece de sentido. Al final Leo queda ensalzado con el comentario "los ciudadanos son inteligentes porque hay 10 concejales del PP y 5 del PSOE" y se intenta demonizar a Cristina.
ResponderEliminarPero vamos, que la gente no es tonta
Frase del día
ResponderEliminar¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?
Miguel de Cervantes Saavedra 1547-1616. Escritor español. Autor de la obra "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha"
Amos a ver, pos yo, si llego a estar en el Plano, lo mismo hubiese dicho aquello de "por alusiones" porque Maestre dijo eso de: alcalde "su gente" me interrumpe. Entonces "esa gente" aludida digo yo que podría hablar ¿no? Porque, señor administrador si para usted estuvo mal el alcalde, para mi Maestre, en ese comentario, estuvo fatal. Que se sepa eso no era un mitin, era un Pleno y el alcalde hizo callar a "la gente" fuera "suya" o no. Eso de decir que "era su gente" es mucho decir, creo.
ResponderEliminarESE SEÑOR CON SU INTERVENCIÓN DEMOSTRÓ QUE EFECTIVAMENTE LLEVAN A SU GENTE A METER JALEO
ResponderEliminarPor supuesto que metió la pata Cristina con lo de "su gente" y me parece que aunque no es santo de mi devoción supo disculparse públicamente en el momento que Leo le llamó a capítulo. Ahora bien, no hay lugar a "alusiones" por lo que dijera una concejal en el uso de la palabra sobre el comportamiento de algunas personas asistentes y un error no justifica el otro.
ResponderEliminarY ya puestos no estaría mal que además de que los concejales supieran estar en su lugar y comportarse los asistentes al Pleno también supieran estar a la altura de las circunstancias.
En el pleno no hay une espacio dedicado a las alusiones, hay un espacio para ruegos y preguntas. Por lo tanto lo que hizo ese hombre estaba fuera de lugar, como estaba tambien fuera de lugar buscar un enfrentamiento con Cristina con lo del 10-5, momento en el que demostro que era fan-boy pepero.
ResponderEliminarCristina tampoco es santo de mi devoción, pero en este tema está claro que se supo comportar y el que se columpió del todo fue el señor y el señor alcalde
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