¡Sorpresa! Cristina Maestre pasaba mucho frio cuando se acercaba en verano al Ayuntamiento debido a lo fuerte que estaba el aire acondicionado. Y lo dice ahora, al estilo Rubalcaba, como si no hubiera estado ocho años en un equipo de gobierno con capacidad para corregir esa situación que si era mala para ella, que se acercaba de vez en cuando, lo debía ser aún más para los trabajadores del Consistorio con su jornada diaria completa allí.
¿O, acaso, sólo se refería al último verano cuando lo dijo para proponer un plan de eficiencia energética que ayudara al ahorro de gastos, como si el frio le hubiera llegado sobrevenido con la pérdida de las elecciones?
Y es cierto que debiera hacerse un plan de eficiencia energética en todos los edificios públicos del Ayuntamiento, como también debiera tenerse en cuenta esa eficiencia a la hora de reformar algunos de ellos o contruir otros nuevos antes que sucumbir al diseño postergando esos factores eficientes, y en Daimiel hay varios ejemplos de prioridades equivocadas en las últimas décadas.
También, claro, hay usos equivocados, excesos de consumo por una mala práctica que no se sujeta a reglamentos y que parte de los propios trabajadores de esos edificios gestionados por el Ayuntamiento, como colegios, centros culturales y sociales, oficinas, que no parecemos ser conscientes del valor de pequeños gestos que sumarían ahorro y eficiencia energética.
Pero como siempre a Cristina no le traicionó la idea, lo hizo su tono y su capacidad de no reconocer lo que pudo hacer en el asunto cuando gobernaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario