UNA FIESTA QUE NI FÚ NI FÁ (Página nº 1072)

Esto de hacer festivo el Corpus sin que haya una verdadera celebración ese día, a nivel general, no hay quien lo entienda y responde más al capricho de políticos que tratan de jugar hasta con elementos religiosos sin que quede claro qué se persigue. Tan así resulta la elección que ni la propia Iglesia ha variado un ápice su posición y en la mayoría de sitios la celebración de esta fiesta y las correspondientes procesiones ni se moverán de lo previsto, el domingo, salvo en sitios como Toledo capital o Camuñas, donde el Corpus venía celebrándose ya en jueves.


Me decía ayer, con razón, un amigo que si viene un extranjero a Daimiel, por ejemplo, tendría difícil entender por qué hoy es festivo aquí, pues no encontraría ningún signo externo que justificara esta fiesta o incluso el puente para algunos y sólo vería la decisión discrecional de los políticos.


Pero es que, además, se entiende menos pues ni encaja con ese criterio de sostenibilidad económica de trasladar los festivos a lunes o viernes que parecía estimar el gobierno actual, ni tiene demasiado sentido apenas días después de otra celebración regional como el del 31  de mayo, Día de la Región, y si para colmo como fiesta religiosa se ve ninguneada por las decisiones de la propia Iglesia a niveles de obispado o de parroquias, aún queda más desnuda e incomprensible.


¿Que nos viene bien? Pues claro, los festivos suelen ser bien recibidos por los trabajadores, pero convendría un uso más racional en el diseño de los calendarios laborales y la designación de los días festivos que competen a cada administración.


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