Artículo de Opinión de Mariano Velasco, experto en medio Ambiente y Presidente de AEDA 23, en el diario Lanza, sobre el Acuífero 23. Lo titula "No hay más ciego que el que no quiere ver". Lo dejo aquí porque me parece que hace una buena aportación y un buen análisis.:
"En el momento actual parece de Perogrullo insistir en que la característica hidrológica fundamental que caracteriza a la cuenca alta del río Guadiana es la interrelación existente entre las aguas superficiales y subterráneas. Ello, unido a toda una serie de peculiaridades climáticas, geológicas y de relieve, hacen posible la existencia en una zona semiárida y en régimen prácticamente natural de más de un centenar de humedales, lo que constituye una peculiaridad medioambiental de incalculable valor económico y social.
En efecto, la diversidad de lagunas y humedales de la cuenca alta del Guadiana es extraordinaria. La mayor parte de ellas se originaron por la delicada conjunción de aguas superficiales y subterráneas interactuando durante casi un millón de años. Y toda esta riqueza natural se encuentra concentrada en un territorio muy pequeño, de unos 15000 km2. Hay muy pocos lugares en el mundo que concentren tanta riqueza y biodiversidad en espacio tan reducido, y que la tengan tan amenazada como ocurre en la cuenca alta del Guadiana en el momento actual.
Pero el verdadero motor hídrico, auténtico corazón del ecosistema reseñado lo constituye, sin dudar, la denominada por el Plan Hidrológico vigente en la actualidad como Unidad Hidrogeológica 04.04 Mancha Occidental (antiguo Acuífero 23). Por tanto es un asunto fundamental conocer de forma fidedigna la verdadera situación de dicha Unidad Hidrogeológica de cara a planificar un adecuado aprovechamiento con garantía de respeto a la Ley y de conservación y mantenimiento del sistema ecológico que le es consustancial.
Pero es en esta cuestión, precisamente, donde hemos entrado en una espiral peligrosísima de declaraciones y supuestos que están llevando a desinformaciones torticeras e interesadas sobre el verdadero estado de la situación.
Resultaría demasiado ambicioso pretender enumerar en este breve artículo los avatares de explotación que ha sufrido el Acuífero desde los años ´70 del pasado siglo hasta el momento actual. Pero sí es posible concluir con absoluta rigurosidad que hasta marzo de 2009 se había producido un descenso piezométrico medio de unos 25 metros, equivalente a un vaciado de unos 3000 millones de metros cúbicos de su capacidad.
Es cierto que los últimos años hidrológicos 2009/10 y 2010/11 configuraron un breve periodo húmedo que influyó de forma determinante en la evolución piezométrica de la Unidad, produciendo la recuperación de nivel más importante de toda la serie histórica anterior: entre los periodos de aguas altas de 2009 y 2011, el ascenso medio del nivel se situó en torno a los 12 metros; esto es, un valor medio de seis metros por año. No obstante, las diversas medidas en los piezómetros representativos de la Unidad
Hidrogeológica indican que aún se mantiene una pronunciada depresión, delimitada por las poblaciones de Villarta de San Juan, Alameda de Cervera, Llanos del Caudillo y Daimiel, que imposibilita la descarga natural del acuífero en la zona de los Ojos del Guadiana. En resumen, y mediante el método de
oscilación del nivel freático, podemos estimar que a la altura del final del año hidrológico 2010/11 todavía existiría un vaciado de la Unidad Hidrogeológica equivalente a unos 1070 millones de metros cúbicos1; esto es, una auténtica barbaridad.
En resumen, podemos argüir que sólo una conjunción de factores: periodo húmedo y descenso de extracciones por cambios en los cultivos e imposición de mejoras técnicas y administrativas de ahorro y gestión, han posibilitado una generalizada subida de niveles, que no obstante no ha sido suficiente para volver la Unidad Hidrogeológica a su estado natural. Y esta es la única realidad: que sólo manteniendo a lo largo del tiempo un volumen de extracciones inferior a los 150 millones de metros cúbicos podríamos
hablar de futuras recuperaciones medioambientales de carácter similar al régimen natural. Algo, desde luego, por donde no caminan los derroteros de gestión actual.
Y las alharacas sobre aparición de Ojos, recuperación de niveles, superación del problema y otras "gaitas" no son sino meras declaraciones interesadas de quienes con las nuevas normas de mercadeo de derechos concesionales van a forrarse de nuevo y por segunda vez. Y todo ello a base de volver a esquilmar el famoso Acuífero 23 que tanto esfuerzo y dinero público nos ha costado medio recuperar.
Y esta es la verdadera situación, por mucho que se quiera maquillar y difuminar ante la desinteresada y apática sociedad manchega. Algo que desde luego van a lograr si persistimos en el tópico de no querer conocer y de hacer bueno aquello de que "no hay más ciego que el que no quiere ver"."
(1) Datos científicos tomados de Miguel Mejías et al: "Características hidrogeológicas y evolución piezométrica de La Mancha Occidental. Influencia del periodo 2009-2011". IGME, Boletín Geológico y Minero, volumen 123, número 1, año 2012, Madrid.
Enlace:
http://www.lanzadigital.com/opinion/no_hay_mas_ciego_que_el_que_no_quiere_ver-35119.html
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