SUSTO (Página nº 722)

Hoy, cuando he llegado a mi trabajo, me he encontrado con un vehículo de la Policía Local en el interior del recinto escolar. La última vez que vi algo parecido habíamos sido objeto de un robo en el colegio pero en esta ocasión un cierto olor a humo determinaba otro motivo.

De inmediato mi compañero me ha puesto al corriente de la situación, un posible cortocircuito que había provocado la combustión de un gabinete de atención a alumnos con necesidades logopédicas.

El humo, claro, se había extendido por todo el edificio y apenas en un par de minutos llegaba la dotación de bomberos, parte del Equipo de Gobierno, Guardia Civil y Cruz Roja, a la par de los primeros alumnos que llegaban al colegio.

Lo cierto es que todo ha quedado en un susto resuelto rápidamente y con el único inconveniente de que se ha tenido que retrasar la incorporación a las aulas hasta las 11 de la mañana para que diera tiempo a ventilar las aulas y propiciar que una vez ventiladas hubiera margen para ambientarlas adecuadamente.

Creo que es de destacar la buena reacción de las familias ante esta situación, su comprensión por las condiciones mínimas exigibles para que los alumnos y alumnas accedieran a las aulas.

Un susto, sí, donde todo ha funcionado perfectamente.



Las clases, después, han continuado con toda normalidad pese a que aún podía apreciarse algo de olor por el humo que impregnabalas paredes de las zonas comunes.

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