NO, NO Y NO (Página nº 721)

Tres mociones presentó Izquierda Unida, tres mociones respaldo el Partido Socialista Obrero Español y tras mociones tumbó el Partido Popular. Es la rutina de los últimos meses, con alguna excepción como el de la creación del Consejo Municipal Audiovisual, en los plenos municipales. El hombre propone y "dios", la mayoría absoluta, dispone.

El mecanismo es conocido, legítimo, pero en ocasiones los motivos para desestimar esas mociones son peregrinos, argumentos sin convicción, excusas pilladas por los pelos, para que asome el rodillo más que la autoridad moral.

Entiendo perfectamente la primera negativa en la moción para instar a la Junta de Comunidades a que asuma sus obligaciones de financiación con el Ayuntamiento. Su carácter político con cierta trampa, ¿cómo no va a estar interesado un ayuntamiento sin dinero en que la Junta le pague los millones que le adeuda?, hacía seguro la negativa del PP a secundarla y escudarse en la herencia Barreda para mostrar que estaban de acuerdo en el fondo pero no en la intención.

No entiendo sin embargo la excusa boba planteada en la segunda moción a favor del desarrollo de mecanismos de participación ciudadana. Que no están de acuerdo con los plazos dicen, como si eso fuera un obstáculo insalvable, si ya sabemos que emplazar en una moción es un formalismo porque se incumplen sistemáticamente en las administraciones. Si ese era el problema bastaba plantear negociar ese aspecto y consta que las mociones de IU no son generalmente cerradas sino abiertas a otras aportaciones. Y quedó constancia, por cierto, de que el PP tiene una confusa idea de lo que es y representa la participación ciudadana.

En la tercera moción, para la posible creación de un "banco de alimentos en Daimiel, más de lo mismo. Ahora se achaca a la denominación de "banco de alimentos" más que a su contenido. Y eso que algunos argumentos de la concejal Carmen Torija me parecieron aceptables pero no el motivo alegado cuando expresó el por qué votarían en contra. Porque lo cierto es que la moción me parecía bienintencionada, propositiva, necesaria, y de nuevo abierta a cualquier aportación con tal de plantear una opción real a la situación de bastantes familias de la localidad, no por caridad sino por solidaridad.

Pero el rodillo actuó tres veces y no puedo quitarme la sensación de que, en las dos últimas mociones, si se les hubiera ocurrido a ellos habrían salido adelante casi tal cual.

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