Me contaron el otro día que al derribar la casa que ocupaba la vieja pensión Los Ángeles durante las maniobras para hundir la finca una pared del edificio contiguo, el de la Caja Rural, se vino abajo, saliendo por el la caja fuerte de la entidad financiera y desparramándose parte de su contenido, incluido algún fajo de billetes de 500 euros, lo que hubiera podido hacer la felicidad de mucho con un poquito de viento favorable, en vez de tragarse el polvo del derribo. Curiosamente la rápida intervención posibilitó, me cuentan, que lo perdido apenas diera para una ronda de cafés, aunque al parecer durante todo el día y la noche tuvo que custodiarse la obra de recomposición de la pared tras el butrón accidental, dejando en mal lugar a la caja fuerte que, curiosamente, pareció ser una caja bastante blandita y accesible.
Yo, la verdad, no había oido nada hasta el viernes pasado, ya que no pareció trascender demasiado el asunto, pero ya no podía resistirme a ponerlo en verso y hacerle un sonetillo para la ocasión:
Pues en la Caja Rural,
que ahora llaman Globalcaja,
se pudo armar la caraja
de manera accidental
que se les hundió el tapial
y saliendo por la raja
la caja fuerte descuaja
en desparrame fatal
escapando, por momentos,
los billetes de quinientos
en despendole inaudito
que más que una caja fuerte
fue caja blanda esa suerte
de hucha rota de cerdito.
te puedo asegurar que gente muy honrada estuvo trabajando hasta quitar los escombros ,sacaron varios cubos de monedas y lo poco que se perdió no llegó ni a 100 euros ,teniendo en cuenta que allí había varios miles de euros.Pues un aplauso para estos trabajadors
ResponderEliminarNo ponía yo en duda la honradez de nadie pues cuando decía " que hubiera podido hacer la felicidad de muchos con un poquito de viento favorable" lo hacía en clave de humor, igua que lo de la ronda de cafés.
EliminarLo que quizá quedara en entredicho fuera la propia seguridad de la cámara donde estaba la propia caja fuerte y esto ya sería cuestión de Globalcaja y de nadie más.