Escribir este blog no siempre es fácil. En ocasiones todo fluye, los temas se precipitan y uno tiene que marcar los tiempos para reflexionar lo necesario antes de abordarlos. Otras, sin embargo, parece la actualidad un páramo y es difícil encontrar un tema del que escribir.
En ambas circunstancias son más los deseos de abandonar que de seguir esa escritura del blog porque la mente no para de dar vueltas y se vive un desasosiego innecesario teniendo en cuenta que sólo tengo obligación conmigo mismo y, en teoría, uno realiza este Daimiel Diario por puro gusto.
A veces, sin embargo, me temo atrapado por este placer, obligado a sacar cada día uno, dos o más entradas que, además de tener atractivo para mí, puedan suscitar cierto interés entre quienes se acercan a leerlo, y tengo la sensación de que ya no escribo para mí, que era el objetivo inicial, sino para los demás. Y eso, no siendo bueno ni malo, tiene el riesgo de condicionar lo escrito para tratar de gustar y perder un poco la identidad original.
Luego está lo que piensen los demás, algo que sólo me preocupa puntualmente y siempre que no puedo sustraerme a ello. A través de los comentarios ya he sido calificado de rojo, facha, pepero, servidor de IU y tantas y tantas cosas de difícil armonización pero que determinan que cada cual suele tratar de ubicarme necesariamente, y es algo con lo que uno cuenta sin demasiada costra.
He decidido tantas veces cerrar el blog como ocasiones he renunciado a ese propósito. Todo depende de los estados de ánimo y de conceder demasiada importancia a esta ventana propia que es sólo un foro más de opinión. Me pasa que pienso en muchos momentos en modo blog, que enseguida formalizo ideas con la estructura de ser publicadas luego, y haría bien en relajar esa costumbre.
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Ánimo, que no decaiga, pero tampoco te obsesiones, que sea un placer, un desahogo y nada más, yo al menos te sigo diariamente con la intención de estar informado de lo que sucede en el pueblo porque a nivel oficial las noticias siempre son lo mismo, noticias institucionales, al servicio del que manda con muy poca objetividad. Tus entradas me parecen coherentes, algunos las verán inclinadas hacia un lado u otro pero mas bien los inclinados son los comentaristas. Pero eso también es bueno, porque así te retroalimentas, y entre todos podemos sacar aspectos que a unos u otros pueden escaparsenos.
ResponderEliminarNo te obsesiones y ánimo!
siempre es interesante que haya un blog, aunque algunas veces no se comparta lo que se escribe en el, por lo que sugiero que debe seguir y no cerrarse.
ResponderEliminarestar de acuerdo y sin criticas es una utopia.
Si la crítica es necesaria y este blog no catequiza. Precisamente lo que quiere es promover cierto debate y aportaciones que corrijan o precisen lo escrito.
EliminarA lo que me refería es que, al margen de discutir lo expresado, que es de lo que se trata, existe esa tendencia a querer situar al que escribe o comenta, a adscribirlo a un sitio determinado para descalificar la opinión, y eso produce el curioso efecto de hacerme, en mi caso, ubicuo según les convenga en esa intención. Pero no lo hago a modo de queja sino de constatación.
Mis dudas sobre la continuidad no van en relación a esto sino a la dificultad que encuentro en diversos momentos, por exceso o por defecto, para seguir escribiéndolo.
Y siempre digo que lo ideal es que hubiera algunos blogs más, vinculados a Daimiel, y con actualización frecuente, para abordar todos esos temas que a unos u otros nos mueven a acercarnos a los temas relacionados con nuestra ciudad.
Por favor no dejes de escribir. Te necesitamos.
ResponderEliminarNo te vayas todavia, no te vayas por favor, que hasta el alma mia llora cuando tu dices adios.