No es de extrañar que en un pueblo generalmente sucio, pese al esfuerzo mañanero de las brigadas de limpieza municipal, un acontecimiento como este desfile pudiera sobredimensionar la cantidad de residuos generados en forma de envoltorios, latas, restos y los lógicos papelillos festivos. Nunca se nos ha dado bien eso de usar las papeleras habiendo tanta amplitud de calle. Me recuerda aquella anécdota que escuché en un programa de radio sobre los aseos de los bares. En un pueblo de Jaén un inspector, tras recorrer con la mirada un bar, preguntó al dueño dónde estaban los aseos del establecimiento. El propietario condujo al inspector a la puerta del bar y le dijo: "Desde aquí hasta Córdoba todo son aseos". Pues lo mismo.
Porque estas son de las batallas indudablemente perdidas. Somos sucios. Lo somos por descuido, por falta de hábitos o, quizá, por vocación, porque realmente hacemos poco esfuerzo colectivo por cambiar esta actitud incomprensible e insolidaria. Y no importa que en las escuelas infantiles o en los centros educativos se trabaje constantemente, la calle española ha nacido para vertedero y lo mismo tiramos todo tipo de bolsas y papeles como vemos sacudir manteles desde las ventanas o descubrimos nuevas deyecciones caninas a cada paso o gente aliviándose en cualquier portal. Somos guarros, irremisiblemente puercos, como si la mierda nos llenara de un orgullo incomprensible.
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Lo malo es que los mas cerdos no leen este blog y la mierda seguira campando a sus anchas.
ResponderEliminarNo pueden leer este blog, porque seguro que en sus casas no encuentran el ordenador de tanta mierda como tienen, porque hacen en la calle lo mismo que hacen en sus casas.
ResponderEliminarCUANDO VEO REPORTAJES DE OTROS PAISES,LO QUE MÁS
ResponderEliminarME LLAMA LA ATENCIÓN Y AL MISMO TIEMPO ENVIDIO,ES LO
LIMPIA QUE ESTAN TODAS LAS CALLES Y LAS CUNETAS DE LAS
CARRETERAS,Y SOBRE TODO LO QUE MÁS ME MOLESTA SON
LAS PINTADAS EN LAS FACHADAS Y PUERTAS,NO SE SI ACABARA ESTO ALGUNA VEZ,PERO SERIA ESTUPENDO.