EL ACCIDENTE QUE ADELANTÓ LA VARIANTE DE DAIMIEL (Página nº 759)

Durante años hubo intentos infructuosos para resolver el problema de la travesía de vehículos, sobre todo pesados, por Daimiel. El trasiego, cada vez mayor, chocaba con una estructura de calles, esquinas, giros y revueltas que convertían cruzar nuestra localidad en un ejercicio de dificultad de la que se hacían eco en la prensa, donde desde tiempo atrás se señalaba esa circunstancia. El mismo año 1974 comenzó con dos referencias claras:

La primera, como un deseo de las doce uvas, en el editorial de Lanza del 8 de enero de ese año:

La segunda, al día siguiente, en igual espacio:

 

No cabe duda de que aquel era un problema notorio que se perpetuaba en el tiempo y chocaba contra una administración lenta y que no priorizaba el proyecto para desesperación de los intereses daimieleños.

No era de extrañar, pues, que en algún momento se produjera algún accidente grave. Y ese llegó apenas cuatro meses más tarde, en la calle Hospital de Daimiel de forma que un camión embistío a otro produciéndose la fuga de 19.000 litros de etileno, gas altamente inflamable, que obligó a evacuar las viviendas de la zona por el alto riesgo de explosión, tal como contaba Lanza el 20 de abril de 1974:

Las fotos aparecieron un día después:


Como suele ocurrir hasta que no pasa uno de estos accidentes los procedimientos no se aceleran. Y entonces, milagrosamente, Lanza publica el 27 de abril, ¡sólo una semana más tarde del accidente!, lo siguiente:


Es evidente que de no haber ocurrido aquel accidente la construcción de la variante de Daimiel aún se hubiera demorado varios años y que, desgraciadamente, antes y ahora sólo se actúa políticamente obligados por circunstancias como esas, un accidente que pudo ser una enorme tragedia y que, no obstante, propició el adelanto de aquella "desviación" largamente demandada en Daimiel.

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