Hoy mantenía con unos amigos una conversación en tono de broma sobre cómo cuando alguna mujer tenía cierto empeño en hacer alguna adquisición, reforma u obra no urgente terminaba haciéndose. Ya sé que alguno saltará, por eso de lo políticamente correcto, calificándonos de machistas, perversos y prejuiciosos, pero como el tono era el que era y en ese afán de caricaturizar la realidad con generalizaciones que buscaban más la sonrisa que la reflexión introducir esa propensión a acotar la corrección política me parecería tontorrona, pues quienes interveníamos somos personas juiciosas y respetuosas en un marco de seriedad.
El caso es que uno de los contertulios me alumbraba esta frase popular que le decía, creo recordar, su abuela y que me ha hecho gracia porque resumen como ninguna lo que entre chascarrillos burlones decíamos porque la sabiduría popular trabaja siempre en todas direcciones, para una cosa y la contraria, sin más intención que dar argumentos a unos y otros.
La frase era la siguiente:
"Hijo mío, si tu mujer te dice que te tires por el balcón... ¡quiera Dios que al menos vivas en una primera planta!"
Si alguien me descubre otra cualquiera, en el sentido contrario, prometo dedicarle otra entrada con igual tono de diversión, así que no se me ofendan.
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