El último comentario preguntaba lo siguiente:
"¿Quien era este Juan de la Mancha?"
Siento no poder contestar quien era este cronista daimieleño que en el año 1965 escribía sobre la actualidad de nuestra ciudad. Tampoco podré contestar sobre la identidad del cronista que en 1950 hacía la misma tarea pero bajo el seudónimo de Juan de las Viñas. ¿Quizá el mismo?
El caso es que este Juan relata los problemas con la luz que tenía Daimiel debido a los problemas con las fábricas generadoras de esta energía y que provocaba numerosos apagones. El Ayuntamiento, al parecer, se mostraba esquivo en abordar el problema y la cosa aparentaba abocar a un conflicto entre usuarios y consistorio y las proveedoras eléctricas.
Todo hasta que el Ayuntamiento decidió publicar un bando llamando a la rebelión ciudadana y...
Mejor lean la "Instantanea daimieleña" de Juan de las Viñas pinchando sobre la imagen:
Es evidente que aquel bando surgió efecto de manera inmediata y es que si ya es necesario una llamada a cierto tipo de rebeliones ciudadanas pacíficas en este caso quedaba claro que el propio aval de un Ayuntamiento pidiendo a los daimieleños no pagar el recibo de la luz hasta que éste no arreglara ciertos asuntos con las eléctricas propiciaría un seguimiento rotundo de la petición, y ante eso era sencillo comprender que las empresas recularan de inmediato y pusieran su empeño en solucionar los problemas de servicio y distribución de esos proveedores.
¡Ay, aquel Daimiel que no se conformaba!
*¬*
Caliente, caliente, se trata de la misa persona...
ResponderEliminar"Misa" no, misma, evidentemente
EliminarNo nos tengas "en ascuas"
EliminarPor cierto puse esa posibilidad porque veía una cierta semejanza de estilo.
"misa" no, evidentemente quise escribir "misma"
EliminarTotem, si con tu natural curiosidad indagas un poquito...pista, nos dejó hace muchos años, demasiados.
EliminarNo sé, yo me inclinaba por don Francisco Pérez en un primer momento y que usó algunos seudónimos en sus colaboraciones con la prensa. Pero, bueno, no estoy seguro del todo y trataré de indagar.
ResponderEliminarBuenos amigos fueron. Muy emotivo panegírico le dedicó Don Francisco...
EliminarPor los años que escribía Juan de las Viñas, creo saber quien es, y te sorprenderás, si es quien yo pienso quien es. Fue un hombre comprometido con su familia, su trabajo, sus amigos y todo aquello relacionado con la cultura, era un buen músico y una persona muy culta. Quienes lo conocieron, hablan maravillas de él. Quizás esté equivocado, pero esa forma de escribir, ese compromiso con el pueblo... puede ser él. Su nombre era compuesto, Juan ... y algo más. No sigo, puede ser que me esté equivocando.
ResponderEliminarBingo! Gracias por tus palabras
EliminarSu hermana ,me desveló hace tiempo quién era Juan de las viñas.Tuvo una revista ,que se le cerró por problemas con el ayto.Creo quese llamaba Guadiana
EliminarYo no lo conocí, conozco a su familia, a él, sólo por fotografía y por los relatos que mi familia me ha contado. ¿Puede ser que trabajara en un banco? o me sigo equivocando? Si es quien creo que es, su familia , sigue sus pasos, implicada por este DAimiel al que tanto queremos todos y muchas veces poco valorado ese compromiso, supongo que a Juan, le pasaría lo mismo en su tiempo. Un saludo a la familia!
ResponderEliminarEntonces cabe que sea Juan Antonio Martín de Almagro, al que conocí bien pequeño a través de mi padre como "mi primo Juan Antonio" y del que siempre me habló muy bien.
ResponderEliminarSi era él todo cuadra y puedo consultar a una de las fuentes más directas que me lo pueda confirmar.
Consulta tu fuente... yo también he escuchando en mi familia toda la vida "mi primo Juan Antonio". Si consultas tu fuente y lo ratifica, luego me dices qué he ganado por adivinarlo.
ResponderEliminarUn saludo.
Y tú quién eres, que hablas de "mi primo Juan Antonio "?,tengo sana y auténtica curiosidad
EliminarVeo que la noticia de esta conversación, ha llegado al Campo de Montiel. Un saludo y espero que todo vaya bien por aquellas tierras.
ResponderEliminarPues queda confirmado que se trataba de Juan Antonio Martín de Almagro, hombre de vasta cultura en aquel Daimiel que comenzaba a sentirse ciudad.
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