EN PROFUNDIDAD (Página nº 694)

Acabo de escuchar el audio de la entrevista a Eugenio Suarez que me facilitaron en Radio Daimiel y que les agradezco enormemente. Y, como esperaba, he disfrutado de esos tres cuartos de hora maravillosos que ha deparado el sosegado repaso a la trayectoria vital de este daimieleño de cuna convertido, con el tiempo, en un periodista y editor imprescindible en la historia del periodismo español. Y es que a sus 93 años conserva una lucidez y sentido del humor capaces de involucrarnos en ese relato de su vida.

Al final de la entrevista, creo que bien llevada por Isidro López de Toro y previamente documentada para acertar a conducir esa conversación, éste dice "se agradece una conversación profunda y calmada como la que hemos mantenido". Ese es quizá el gran acierto junto a la personalidad incuestionable del entrevistado, y algo que cada vez se da menos fuera del ámbito de la política o el artisteo.

Así, por ejemplo, en esa búsqueda de espacios donde el tiempo no acogota la conversación sino que la alimenta, y centrándonos en los medios locales, valoro dos hallazgos que yo que van en esa línea. Ambos, sí, en Daimiel Televisión, y que, al menos a mí, me atraen. Uno de ellos ya desaparecido se emitía los miércoles y en ellos se entrevistaba a personas ya mayores vinculadas a nuestra localidad en algún momento y que eran capaces de acercarnos a ese paso por la vida con la sencillez y naturalidad de sus recuerdos y con la seducción de entender mejor el Daimiel que menos hemos conocido. El otro, ese particular programa que se ha fraguado Pepe Ayuga y que al margen de alguna concesión tontorrona, como esos "marciales casseteros" o las falsas llamadas del público, ofrece la ocasión de conocer mejor a las personas entrevistadas concediéndoles la oportunidad del tiempo y calma para desarrollar ese perfil.

Sí, realmente me gustan ese tipo de entrevistas sin prisa, trabajadas, que dejan fluir la conversación con cierto margen para explayarse pese a que quien lo conduce marque levemente esos tiempos. Y aunque no siempre los personajes, a priori, puedan atraerme siempre hago el esfuerzo de escuchar porque termino convencido de que ello me los acerca y casi siempre doy por bueno el tiempo empleado compartiendo ese diálogo.

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