La campaña desarrollada ha sido bautizada como "Ayuda al funcionariado del Primer Mundo" y el operativo, muy ambicioso, consta de una importante flota de aviones de carga y una ingente cantidad de un sólo tipo de artículo pero de especial necesidad en estos tiempos que corren. Las zonas de lanzamiento de los fardos ha sido claramente señalizada en cada localidad y las fuerzas del orden custodiarán esos espacios para evitar el intrusismo de otros ciudadanos sin la condición de funcionarios y que pudiendo necesitar el producto en cuestión habrán de esperar a nuevas campañas destinadas a ellos.
El acceso, por tanto, a la zona de lanzamiento de fardos debera realizarse previa acreditación documental de dichos funcionarios y nunca por delegación permitiéndose hacer acopio del producto sin limitación de cantidad.
En la avanzadilla de la campaña se han podido tomar imágenes como la que aquí aparece y que ha deparado un éxito indiscutible entre los receptores:
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