ENTRE 700 Y 800 HM3 (Página nº 709)

Según Enrique Calleja, director del Consorcio para la Gestión del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), recientes mediciones del acuífero llevadas a cabo por el Instituto Geológico Minero de España (IGME) cifran en esta cantidad el déficit actual del Acuífero 23. Es decir, el volumen que albergaría el vaciado actual de nuestro "mar interior".

Dicho así parecería poco, después de haberse medido vaciados superiores a los 3.000 hm3 hace poco más de dos años. Y sin embargo para quienes abundamos en políticas sostenibles, recuperaciones estables, restauraciones de las riberas, para quienes albergamos el sueño de volver a ver un Guadiana renacido en los Ojos permanentemente esos 700 u 800 hm3 son casi una quimera a tenor de los cielos despejados y la renacida gula extractiva que se reclama por parte de los regantes y la proliferación de nuevos pozos ilegales reclamando cupo. También por el colmillo que parece asomar en algunas declaraciones políticas más tendentes a barras libres que a contención y sostenibilidad.

Y es que esta recuperación parcial del Acuífero 23, en su mayor parte por un régimen de lluvias excepcionales y seguramente irrepetibles a corto y medio plazo ha producido unos ciertos efectos indeseados consistentes en hacernos creer que, por un lado, la situación trágica proclamada por los conservacionistas era una exageración arreglada con unas cuantas lluvias y, por otro, que recuperada parte de las reservas no hayrazón para someterlas de nuevo a sobreexplotación.

El peligro es la propia necedad del hombre, incapaz de aprender de los viejos errores o, al menos, siempre predispuesto a repetirlos, y teniendo en cuenta que depende de los gestores esa labor de equilibrio y control y que esta caterva ha demostrado sobradamente la misma o mayor necedad lo cierto es que cabe esperar un nuevo ejercicio de exceso y abuso de recursos.

Como se decía en un comentario a otra entrada parece de cajón entender que no puede salir más agua de la que entra y que, reconocido un déficit previo, el margen diferencial entre extracciones y recarga debe garantizar el cupo suficiente para que dicho déficit, el actual vaciado del acuífero, pueda reducirse en unos pocos años. Pero aún siendo lógico, de sentido común, escuchamos esas demandas de agua por encima de lo razonable, de lo admisible, de lo viable, porque ya hay experiencia de arrollar el sentido común y la razón, y en esas andan de nuevo.



Los humedales, hoy que se celebra el Día Mundial de estos, siempre se han considerado el referente medioambiental por excelencia de la sostenibilidad. En Daimiel, menos en estos dos últimos años, Las Tablas han sobrevivido por los trasvases y las propias extracciones. Sobran las palabras. Pronto habrá que volver a esas aguas de auxilio como prospere la necedad y la incompetencia.

*+*