PAGAR DOS VECES (Página nº 91)

Si el Equipo de Gobierno municipal decide finalmente asumir la deuda que la empresa taurina mantenía con el Juli por el coste de más de 20.000 euros, y que rompería el boicot de los toreros para celebrar corridas en Daimiel, se produciría el efecto de que los ciudadanos daimieleños que asistieran al festejo taurino de la feria de Daimiel pagarían doblemente por los toros, una vez a través de sus impuestos y otra con el pago de sus entradas, algo que no harían los forasteros que, curiosamente, sólo necesitarían pagar una vez, voluntariamente, al pasar por taquilla. Pero además también pagarían los daimieleños que no acudan a la plaza de toros, la mayoría, e incluso los daimieleños que no gustan de ese tipo de espectáculos o son directamente antitaurinos, y todo porque nuestros actuales gobernantes han decidido que tiene que haber toros a cualquier precio aunque eso suponga un bocado importante a las cuentas públoicas locales y la renuncia parcial a esa política de control de gasto y ahorro, como si la celebración de una corrida fuera imprescindible.

Y ocurre que es fácil pensar que muchos daimieleños no acepten que se tire su dinero en esas decisiones injustificables cuando las prioridades son otras más acuciantes e importantes y que algunos de ellos consideren una traición a sus promesas políticas de austeridad y crean que nuevamente les han engañado.

Lo peor, sin embargo, es que no es un hecho aislado y puntual sino que se ha venido repitiendo con esa costumbre de subvencionar a las empresas que organizan las corridas, los conciertos y cualquier cosa en haras de conseguir mayor renombre en los carteles y, de ese modo, haciéndonos pagar doblemente, directa e indirectamente, favoreciendo que los empresarios no asuman el riesgo de perder pero obtengan el total beneficio si el evento sale rentable y castigando, es evidente, el bolsillo de los ciudadanos.