Estoy indignado, rabioso, cabreado, iracundo, irritado. Me acabo de enterar de que nuestro Equipo de Gobierno pretende asumir la deuda contraida por la empresa adjudicataria de la Plaza de Toros de Daimiel, que no pagó más de veinte mil euros a El Juli, para así poder celebrar una corrida en estas ferias y fiestas de septiembre, y a mí me parece que aquí se encadenan una serie de actuaciones vergonzosas que sólo ayudan a considerar inaceptable esta decisión municipal.
- Primero, la empresa deudora es la que tiene que responder única y exclusivamente de ese impago, puesto que es la contratante y la que asumió la decisión de elegir los toreros y asumir las condiciones económicas de estos.
- Segundo, es El Juli el que tiene que litigar, como acreedor, con la empresa que lo contrató y para eso existen los juzgados. El veto a un municipio me parece abusivo e ilegal y aquí el ayuntamiento daimieleño debería hacer mucho más que tragarse el sapo.
- Tercero, si el precedente de asumir una deuda ajena se acepta estaremos ante una situación peligrosísima que puede convertir a nuestro ayuntamiento en el pagano de muchas situaciones similares como los propios conciertos y no cabe hacernos creer que las corridas de toros son más importantes que el resto de actividades vinculadas a las ferias o incluso de otras fuera de esa programación. ¿Qué ocurriría si el empresario no hubiera pagado a Sabina y los autores y músicos vetasen al ayuntamiento?, ¿saldríamos también a taparles las vergüenzas al desvergonzado empresario?
- Cuarto, convendría estudiar, hasta judicialmente, la actuación de la anterior corporación capaz de devolver una fianza de 10.000 euros a una empresa que no cumple su contrato y provoca ahora esa desagradable situación. ¿En qué estarían pensando?, ¿por qué tal falta de celo y la posterior ligereza para devolver un dinero que no deberían haber reintegrado?
Como puede verse una suma de cosas mal hechas que va a rematar con otra tan mala como puede ser la asunción de una deuda ajena para propiciar un espectáculo de toros prescindible y, además, yendo directamente contra la idea de ahorro.
Estoy enfadado, molesto, encrespado, levantisco, enfurecido, y no sólo porque el esfuerzo vaya a hacerse por los toros sino porque me parece una auténtica tomadura de pelo y una decisión ignominiosa que no acepto se haga con mis impuestos. ¡Vaya tropa, la de antes y la de ahora!
totalmente de acuerdo
ResponderEliminarComparto tu opinión y creo no se debe pagar una deuda que no le corresponde al pueblo de Daimiel, con el dinero de los daimieleños que además no nos sobra, se debe prescindir de lo prescindible y antes que toros, conciertos multitudinarios etc. se deberían atender otras necesidades prioritarias.
ResponderEliminarComo Daimieleño estoy en total desacuerdo en que paguen esa deuda que no nos corresponde, y creo además que deben pedir responsabilidades a quien corresponda.
Quizás una solución sería, que ese dinero se sacase de la venta de entradas de los espectáculos taurinos de este año. Así por lo menos no tendríamos que pagar toros, o toreros, los que no tenemos nada que ver con esos espectáculos.
ResponderEliminarEn el foro de encuestas:
ResponderEliminarhttp://programadaimiel.orgfree.com/forum
se ha puesto una encuesta de última hora sobre este tema.