viernes, 1 de julio de 2011

LOS ASESORES, PRIMERA PARTE (Página nº 15)

Me preguntaban, en un comentario, sobre los "asesores" del alcalde daimieleño de los que se trató en el Pleno Municipal y no tengo inconveniente en contestar:

En primer lugar debería precisarse algo. No creo que el nombramiento de un secretario de alcaldía merezca la consideración de "asesor", por más que Leopoldo haya buscado una persona de su confianza, y parece claro que el uso de ese término tiene una clara intencionalidad política. No sé los entresijos pero lo que tengo claro es que si ese puesto fuera propiedad del anterior funcionario que lo desempeñaba no hubiera habido lugar a cambios. Es decir, legalmente no parece que se haya hecho nada censurable. ¿Éticamente? Pues resulta extraño que alguien que ha estado con todos los alcaldes no sea apto ahora pero como esto parece quedar al criterio del máximo responsable que es el alcalde sólo el oscurantismo o la falta de explicación alimenta esa sensación. Quiero decir con esto que no conocemos el intríngulis de su relación previa para decidir prescindir de él.

En cuanto al nuevo secretario, amigo personal, y creo que es necesario precisar esto, se discute sobre su cualificación. He de decir que no he hablado de este tema concreto con él y que no voy a ponerme a exaltar su profesionalidad o no, pero entiendo que discutir que una persona que ocupa una plaza de conserje pueda llevar a cabo una función administrativa diferente tiene que ver más con la cualificación personal que con el criterio estricto de la estructura administrativa cuando la designación es por una decisión de Leo en función de la confianza. Quiero decir que es más cuestión de valía y capacitación que del carácter de su puesto anterior. Y como yo soy funcionario, y creo que en la administración hay gente cualificada, me gustaría, y lo he defendido siempre, que los cargos de confianza desapareciesen y se aprovechasen los recursos existentes, respetando la catalogación de puestos de trabajo, para evitar los vaivenes, caprichos y las decisiones discreccionales, lo que no es óbice para que admita que este tipo de nombramientos se produzcan porque lo permite la ley y, por tanto, sigan produciéndose.

Por cierto, hay un aspecto económico con el que se ha jugado en ese pleno para atacar la austeridad del equipo de gobierno entrante. Sabemos lo que van a cobrar el secretario de alcaldía y el director de medios de comunicación y medios institucionales pero desconocemos lo que cobraban por semejante labor sus predecesores, algo que no se ha explicado tampoco y que podría aportar luz en uno u otro sentido.

En la segunda parte hablaré del otro cargo de confianza.


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