Alberto Oliart, presidente de RTVE, ha presentado hoy su dimisión, pero antes ha dejado atado un contrato goloso para una empresa de la que es administrador único su hijo Pablo. Y yo no tengo por qué dudar de que la contratación de Telefónica Broadcast Services (TBS) para dar el servicio técnico al programa 'La mañana de La 1' haya sido conforme ley pero desde luego conforme a ética deja mucho que desear y ya hemos visto la cantidad de hijos y otros familiares que pululan en los concursos públicos, subvenciones y todo tipo de cauce administrativo. Este mismo Oliart ya contrató a una sobrina como directora de coordinación de contenidos, a dedo, defendiendo que era una magnífica profesional, y seguro que una excelente sobrina añado yo, como si eso fuera suficiente y dejando fuera, segeramente, a decenas de magníficos profesionales igual o más experimentados pero que no tenían la suerte de que por sus venas corriera sangre oliartizada.
Dimite hoy, no sabemos realmente por qué, pero con la tarea de alimentar la prole cumplida en parte. España es como es, no hay escándalo que frene esta forma de comportarse, este ramalazo consanguíneo cuando no braguetero. Papá a casa y el hijo con su contrato, todos contentas y hasta la próxima.
Frase del día
ResponderEliminarLos hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes sólo necesitan saber a dónde van.
José Ingenieros 1877-1925. Filósofo y psicólogo argentino.