Cada vez hay más presuntos. No sólo en la política, en la vida diaria aparecen noticias de detenidos en operaciones de todo tipo. Por tráfico de estupefacientes, por robos, por homicidios, por delitos contra la seguridad vial... y en Daimiel, claro, también tenemos de estos, incluso aportando nuevos delitos casi inéditos por aquí como la extorsión o la pertenencia a organización criminal, como estos seis vecinos de la localidad pillados en la Operación "Ultimatum" y que actuaban sobre el cobro de morosos con métodos gangsteriles.
La verdad es que, en nuestro entorno, cada vez parece haber más gente capaz de dar el paso siniestro hacia lo ilegal, aspirando a presuntos, sumergiéndose en estos comportamientos delincuenciales y hampistas que, mas temprano que tarde, terminan siendo carne de detención y que extienden la desconfianza y el desánimo a nuestro alrededor.
Y aunque haya quien se devana los sesos desentrañando las iniciales publicadas, casi con miedo a descubrir que pueda ser alguien cercano o a quien conozcamos, al menos, yo también pienso en por qué cada vez es más fácil, o parece serlo, caer en esa tentación de vulnerar la ley y entrar en esa espiral de delincuencia de difícil retorno. Y también que cada vez pululan más a nuestro alrededor capaces de atentar, con sus delitos, contra el resto, contra los que cada día se esfuerzan por mejorar la vida de todos.
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Vas a ir a la exhibición de mológos que organiza el Daimiel. Tiene buena pinta
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