lunes, 18 de marzo de 2013

EL NATURAL BINOMIO DAIMIEL-AGUA (Página nº 1733)

Vayas por donde vayas Daimiel ha comenzado a supurar agua de forma natural, en un espectáculo desconocido para gran parte de los propios daimieleños que hace varias décadas quedaron huérfanos de un paisaje fluvial que desde entonces anhelan. Por eso ahora asisten, asistimos, a cada aparición de un afloramiento con el entusiasmo de ver a la naturaleza intentando corregir la enésima tropelía humana, buscando volver a su ser en superficie una vez que, como dicta la lógica, las aguas subterráneas vayan camino de saturar cada espacio bajo el suelo.

Porque Daimiel siempre fue agua, la superficial casi siempre dependiente de la estacionalidad y la que abundaba bajo nuestros pies y que irrigaba sus tierras con miles de pozos y norias en armónica sostenibilidad hasta poco más de la mitad del siglo pasado. Ese oasis de La Mancha que desde niño escuchaba decir a los mayores, sabedores de que caminábamos bajo un mar que creímos imperecedero y que, en esa creencia, casi agotamos.

Es cierto que aún queda mucho por hacer. Sobre todo en la parte que corresponde a los hombres pues, como digo, a la propia naturaleza poco podemos exigir. Pero creo que nunca, como en este instante, con esta coyuntura, estamos tan cerca de volver a ver aquellos paisajes sumergidos que se impregnaron en la retina de quienes tuvimos la fortuna de ver, todavía, aún, dichos lugares en su declinar suficientemente esplendoroso para atesorarlo entre nuestros mejores recuerdos.

Quizá lo peor sea, precisamente, esa condición coyuntural, no consolidada, que nada asegura ni ofrece toda la certeza de esa completa recuperación que está en el deseo más íntimo de cada daimieleño sensato. Para eso hace falta algo más que aún no tenemos pero que ya no parece tan lejano y difícil, porque Daimiel siempre fue agua, debe volver a serlo, y en los ojos de quienes escrutan el suelo intentando descubrir nuevos afloramientos está el sueño de que lo hoy extraordinario quede sumergido bajo la imagen de la absoluta normalidad de su inundación.

Para ilustrar, este enlace con fotos de Willi en el Foro de Embalses:



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