Es extraordinario. No llueve apenas desde hace diez meses y comenzamos a sorprendernos por los distintos afloramientos que se van produciendo en las zonas desvastadas del Guadiana y que irán proliferando en los próximos meses mientras será fácil comprobar como los ya aparecidos aumentan en extensión y volumen.
Realmente si ayer decíamos que de aquellos barros vinieron estos lodos aludiendo a las obras realizadas para "sanear" los márgenes del río y que sólo consiguieron estrangularlo y destruir un entorno magnífico, ahora cabe afirmar que de aquellas lluvias iniciadas al finalizar 2009 y continuadas durante el 2010 y parte del 2011 vienen estos afloramientos de otra forma incomprensibles. El agua caida corre o se filtra, apenas una pequeña parte se evapora, y ambas situaciones terminan alimentando el acuífero 24 y, por ende, nuestro acuífero 23, agradecido a ese involuntario benefactor que propicia una recarga sin precedentes desde que el hombre decidió que destruir el Guadiana o esquilmar las aguas subterráneas era la única misión posible de su vida para traernos un futuro que terminará, posiblemente, por hundirnos en el peor pasado posible.
Las rentas son ahora estas aguas que asoman, emergen, afloran, porque alcanzado un nivel propicio reclaman su espacio de siempre aunque ya no igual. Pero son rentas, escarceos que nos inundan más de ilusión que de agua, y que no aguantarán el periodo amplio sin lluvias que parece percibirse en este año recién comenzado. Y aún menos cuando pronto se tocará a rebato de riegos para cultivos más que cuestionables desde el punto de vista de la sostenibilidad.
De momento disfrutemos de esta calderilla acuática que nos emociona y nos hace peregrinar hacia los nuevos afloramientos a golpe de nuevos rumores o evidencias, pero no nos olvidemos que estos alardes del acuífero son sólo, hasta ahora, territorio de la anécdota y que quienes amamos esta tierra vemos muy lejos, remotamente distante, el momento de que dicha anécdota vuelva a ser el lugar común que nunca debió dejar de serlo.
Por cierto, agradecer desde aquí a quien me ha enseñado una buena galería de fotos del nuevo afloramiento en esa poza de la foto y en la zona inmediata.
La foto corresponde a la noticia de daimiel.es y pertenece a la galería que ofrece:
http://www.daimiel.es/post2498608/los-afloramientos-de-agua-se-aproximan-a-los-ojos-del-guadiana
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