A mediados de agosto pasado me hice eco de un rumor que hablaba de que Cristina Maestre repetiría en la candidatura al Senado. Entoces, contra lo rumoreado, titulé "ME DA QUE NO", donde exponía las razones ya dadas en el Diario Improbable al hilo de los resultados en las Municipales. Hoy se ha confirmado su exclusión o, por ser más preciso, su no inclusión. Y es que finalmente FUE QUE NO.
Algunos pensarán que me alegro. No es del todo cierto porque siempre es bueno contar con representantes daimieleños en las instituciones aunque, por qué no decirlo, representen más a sus partidos que a sus ciudadanos. Tampoco conozco la labor exacta de Cristina con respecto a Daimiel, aparentemente escasa, pero no sé si por falta de difusión o publicidad o por carencia de acciones concretas, lo que, en definitiva, no me permita apreciar la ventaja real para nuestra localidad.
Eso sí, se ha marchado con varias perlas al uso, esa milonga del generoso paso atrás que no me creo en absoluto, no por ella sino por lo habitual de la falsa proclama, o el canto usual a que son las mejores listas posibles, que además de impostado es un reconocimiento implícito, si creerla, de que formaba parte de candidaturas manifiestamente mejorables, o esa afirmación de que se trata de una renovación de proyecto y liderazgo cuando ponen al frente ni más ni menos que a Barreda, más viejo que el hilo negro y con un bagaje final auténticamente desastroso y plagado de errores y escándalos.
¿Que es lo que hay que decir? Pues no, mejor decir la verdad y, si no, se puede al menos callar prudentemente.
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