Es 2 de julio. Por fin hoy se aprobará el Presupuesto General del Ayuntamiento de Daimiel en el Pleno Ordinario de Julio tras andar zascandileando unos y otros en espera de aprobarse los del Estado, los de Castilla-La Mancha y darles vueltas y vueltas a la elaboración del municipal.
Son los primeros presupuestos propios del actual Equipo de Gobierno, a la baja, como es lógico cuando los ingresos casi brillan por su ausencia y muestran un pulmón crítico incapaz de insuflar más aire a la economía del municipio.
No los conocemos. Si acaso tomaremos una ligera idea a partir del debate que hoy se celebre y que no dará para mucho entendimiento si se aplica la duración de los turnos de intervención habituales. Pero da la sensación, a priori, de que son unos presupuestos para salir del paso, de transición, como vendrán a serlo los siguientes mientras no amaine la crisis y la economía tome oxígeno, capaz de plantear objetivos más ambiciosos y retomar o afrontar proyectos nuevos. Mientras tanto no cabe esperar mucho más, pago de nóminas, pagos de intereses y gasto corriente, y alguna gavela discutible para el bebercio local.
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