lunes, 7 de noviembre de 2011
JOSÉ ANTONIO ALCAZAR EXPONE EN CIUDAD REAL FOTOGRAFÍAS DE DAIMIEL Y LAS TABLAS (Página nº 419)
Mañana, que por razones médicas he de acercarme a Ciudad Real, aprovecharé para acercarme al hotal Santa Cecilia y ver las fotografías que expone José Antonio Alcazar y que tienen como motivo básico Daimiel y Las Tablas. Y aunque ya las conozco, pues formaron parte de la exposición que realizó en un café de nuestra localidad, volverlas a ver son la nueva oportunidad de ver nuestro entorno a través de sus ojos, y conociéndolo, entrar en ese juego complejo de intentar averiguar todo lo que le llevó a elegir ese instante y esa mirada.
Lo cierto es que a quienes les gusta, apasiona, la fotografía, les adorna ese otro tiempo singular con la que abordan su tarea. Parece como si a su alrededor todo se ralentizara, como si el tiempo, siendo importante, caminara en su intención con mayor sosiego, como si trataran de descifrar el tiempo de los objetos ajenos al discurrir puntual del reloj.
Quizá sea porque nunca tuve la suficiente paciencia que mis fotos sólo intentar recoger un instante que, gustándome la fotografía, jamás hayé en mí mérito artístico alguno en ese campo. Por eso, porque sólo intentaba recoger un instante mientras ellos, de ahí su valor, aguardaban atrapar no uno sino "el" instante.
Ya conté aquí que Rio Rojo y yo nos iniciamos fotógrafos en el interior de un armario empotrado cuando apenas apuntábamos a la adolescencia. En él, desde el principio, vi al artista, vislumbré ya entonces esa capacidad singular de atrapar los instantes. En tanto, yo, me rezagaba con el único mérito de la curiosidad del proceso de revelado manual. Se tiene o no se tiene, pensaba yo en ese momento notando la carencia en mí.
Pues bien, José también anda atrapando el instante, sin perturbarse por el correteo incesante y regular del reloj, embebido en la búsqueda singular que persigue. Y yo, viendo sus fotos, intento reconstruir, o imaginar, ese momento particular que precede a la misma foto porque, a mi modo, es la forma de participar de la imagen capturada sin verla como una escena fría y despersonalizada a más de bella sino como el hermoso fruto de un artista que, finalmente, ha logrado arrebatar ese instante de su fugacidad y de su pérdida.
Para quienes quieran disfrutar sus fotos tienen hasta el 30 de noviembre. Para quienes disfrutamos de su amistad siempre dispondremos de mucho mayor plazo.
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Muchas gracias por tus palabras. Yo no podría expresar tan bien como tú lo has hecho,lo que supone efectivamente enfrentarse, o meterse en una obra de arte, en este caso en una fotografía.
ResponderEliminarBueno, y cuado digo lo de "obra de arte" y tratandose de mis fotos, quizás estoy siendo un poco pretencioso, pero eso es lo que pretendo: Hacer reflexionar un momento a quién las observa, compartir con ellos ese momento que para mí fue mágico de alguna forma, hacer reflexionar un poco, o destacar detalles ocultos, que muchas veces con las prisas, nos pasan desapercibidos.
Gracias de nuevo. Pondré un enlace en mi página sobre la exposición a este mágnifico artículo.