Hoy era noticia un vídeo grabado hace algún que otro año en el Castillo de Olite y que ha vuelto a la actualidad porque se ha descubierto que la protagonista del rifi-rafe ha resultado ser una alcaldesa de una ciudad belga. Allá cada cual con sus calentones pero como las cámaras no descansan la pareja ocupa en estos días la prensa mundial y yo, sin poder evitarlo, me he encontrado escribiendo un sonetillo del tirón con ese motivo, todo sea por tomarse con humor las cosas en esta víspera ferial. Ah, ya se que los belgas no son flamencos, me refiero a la actitud de la alcaldesa, y dicho esto aquí va el sonetillo voyeurista, y un poco burdo, tras el vídeo en cuestión:
Una alcaldesa flamenca
subida en la torre norte
pide se la reconforte
a la manera podenca
*
y demanda tan zopenca
que allí el alcalde consorte,
casi inmutable en su porte,
la puso mirando a Cuenca
*
y dio gusto a la alcaldesa
que disfrutaba traviesa
aun con la vista perdida
*
mientras que otro grababa
como allí la perreaba
el maromo de su vida.
.
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