Dice "Joselele" en el Foro, respecto a la Feria, que "la verdad que para mi la feria sea del año que sea me recuerda a el día de la marmota" y eso me trae a la memoria que era justo lo mismo que comentaba yo con unos amigos al acceder el día de la inauguración al recinto ferial, que parecía como si nada hubiera alterado la disposición de todo el conglomerado de chozos, atracciones, puestos y tómbolas, todas en el mismo sitio de siempre, como si lo colocasen todo de golpe, sin haber sido desmontado el año anterior sino quitado de golpe y guardado así para ahorrarse el trabajo. Como si guardáramos el arbol navideño con todos los adornos y ya sólo bastara sacarlo tal cual llegada la nueva navidad.
Y no es que esto sea malo ni bueno, que lo previsible tiene el plus de comocidad y lo novedoso el aliciente de otros incentivos, sino que la sensación que se tiene es esa y cuando uno pasea por esas zonas en las que hace ocho o diez años llevaba a su hija para subir a los toros pequeños, las camas elásticas, la casa de bolas o los hinchables, cuando uno pasa junto al scalectrix o los caballitos, no encuentra diferencias prácticamente con el tiempo en elque las obligaciones paternas nos hacían asiduos a esas atracciones.
En el detalle, claro, cambian las caras, los padres y niños, e incluso percibes que alguna vieja atracción ha desaparecido y hay otra nueva en su lugar. La gente, supongo, sólo busca unos días de fiesta y una diversión para sus pequeños como otros hacíamos antes y poco importa que no haya cambiado casi nada. Pero sí, hay algo de "día de la marmota" en el recinto ferial y, en general, en las propias ferias, e incluso uno repite cada año casi disciplinadamente sus hábitos y rituales festivos. Y posiblemente en todos sitios sea más o menos así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario