CARGAS (Página nº 2383)

No sé que ocurre que cada vez hay más facilidad para darse cargas policiales y ver las porras golpeando a la gente. No es que vivamos en un estado policial, afortunadamente, pero cada vez más es la reiterada respuesta que desde la administración se da a la ciudadanía, y aunque nunca he creído que esto sea una cuestión de buenos o malos tengo la sensación de que, a veces, esa respuesta policial no es muy mesurada.

No es que yo quiera poner la mano en el fuego por nadie, abomino de la violencia en todos los casos, pero me preocupa que las porras salgan a pasear con tanta facilidad y cuando ni de lejos se han agotado otras vías menos virulentas.

En Alcázar, desde hace mucho tiempo, existe un problema con la gestión del agua, hasta el punto de que se constituyó una plataforma contra la privatización de la gestión del agua en esa ciudad, muy activa, que hasta sacó el compromiso del alcalde de llevar el asunto al pleno municipal. Y me da que aquí, sin entrar en lo acertado o no de dicha privatización, dicho alcalde ha gestionado muy mal el asunto, dando largas, ignorando las muchas personas que respaldan la gestión pública del agua de la localidad y despreciando, en todo caso, una solución que fuera por el camino del diálogo.

Habrá quien alegue que la oposición se ha subido al banderín de la plataforma para hacer política, que los integrantes de la plataforma son de tal tendencia, y todo lo que se pretenda usar para deslegitimar la oposición a la postura del equipo de gobierno alcazareño. Ya he dicho que no creo que todo sea cosa de buenos y malos, una simplificación siempre errónea, pero entiendo que quienes nos gobiernan, sean los que sean, siguen creyendo que los ciudadanos no pintan ya nada tras depositar el voto y que eso les otorga carta blanca para cualquier decisión, y están muy equivocados porque los ciudadanos quieren ser parte importante de las decisiones, tener la capacidad de corregir o al menos visualizar su descontento u oposición, y aunque mis parámetros en ese aspecto pasan por no hacer uso jamás de la violencia, me parece muy saludable democráticamente que reaccionen ante las decisiones con los medios legales, pacíficos que les da ser quienes al final van a ser los receptores de ese servicio, sea finalmente público o privado.

¿Por qué está tan extendido entre los políticos ese concepto patrimonial del poder?, ¿por qué les cuesta tanto sentarse a discutir, a explicar, a tratar de convencer o a poder rectificar si son convencidos?, ¿por qué eluden constantemente afrontar la participación ciudadana, dar vías de participación a las personas?, ¿por qué, cada vez más, las porras borran cualquier forma de diálogo?

Éstas son las imágenes de IMásTv:

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