CAUSA SOBRESEÍDA (Página nº 2152)

No voy a decir eso de "ya lo predije yo". Estaba seguro porque conocía bien el tema y sabía del detalle de sus circunstancias, como expliqué en esta entrada:

http://daimieldiario.blogspot.com.es/2012/11/un-hecho-impredecible-pagina-n-1432.html

Hoy, al leer esta noticia en un medio digital ciudarrealeño, miciudadreal.es, no he podido más que alegrarme después de que haya quedado claro que la actuación de los profesores fue la adecuada y que en ningún momento hubo inhibición en este desgraciado asunto. Y me alegro porque en este tiempo apenas se ha escuchado la interesada posición del abogado de la familia intentando convertir a los docentes en lo que no eran, posiblemente porque se buscaba una indemnización incluso a costa de estigmatizar a tres personas  de modo injusto.

La noticia dice así:

"El Juzgado de primera instancia e  instrucción número 3 de Ciudad Real ha sobreseído la causa abierta contra los profesores del instituto Juan de Ávila de la capital manchega por los padres de la alumna de 16 años que murió en el hospital días después de que se ahorcara en su casa de Torralba de Calatrava. Los padres aseguraban que la joven se estaba quejando previamente de acoso escolar por parte de sus compañeros de clase y pedían responsabilidades a los profesionales del centro.

En el auto, el juez estima que “de estar sufriendo la menor una situación de acoso, entendido como ataques reiterados contra la integridad física y/o moral de la víctima, en el autobús o en las instalaciones del instituto, no existe ningún indicio de que la misma fuera conocida por los responsables educativos del centro denunciados, o que ni siquiera hubieran tenido datos que les hubiera debido llevar a sospecharla, sin que el absentismo escolar y el bajo resultado académico pudieran ser tomados como indicios del mismo”.

La joven, Mónica P. J., de origen ecuatoriano, murió el pasado 12 de noviembre después de que se ahorcara en su propia casa, el 9 del mismo mes."

Pero no nos dejemos engañar, hay sentencias que ya han condenado a centros o incluso docentes por no intervenir en casos de acoso donde quedó demostrado que se conocía. Éste no es un caso así porque, como dije, actuaron en cuanto tuvieron conocimiento, un día antes del suceso, y nadie puede acusarles de dejación ni desinterés cuando activaron ese protocolo de inmediato y pese a que nada previo había suscitado ni esa situación ni ese desenlace.

Nada de esto devolverá la vida a Mónica, eso está claro, pero salvaguarda la calidad profesional y humana de estas personas puesta en cuestión por la familia y algunos medios, a pesar de que actuaron como debían.

*