miércoles, 18 de julio de 2012

CACEROLADA FRENTE A LAS SEDES DEL PP (Página nº 1170)





Hoy es el día elegido para llevar a cabo caceroladas frente a las sedes del Partido Popular en toda España, una forma de protesta aparentemente tranquila, aunque ruidosa, a la que se suele recurrir cada vez con más frecuencia y que, quedándose ahí, no pasa de ser un acto reivindicativo aceptado por unos y discutido por otros. Tras la convocatoria existirán siempre, y es normal, una intencionalidad determinada, pero para los que las secunden el abanico de motivaciones siempre será mucho más amplio, como los de quienes en ningún caso aceptarían participar en algo así.


A mí, la verdad, no me preocupa el ruido físico, sí el ruido social, la escalada de rabia que desborde el mero plano reivindicativo, que nos encone y enfrente hasta el punto que la mesura y el sentido común se pierdan. Soy de los que anima a rebelarse, a no quedar impasibles ante medidas equivocadas, parciales, que castigan a los de siempre, a reivindicar otro tipo de políticas y medidas, incluso de ahorro o recaudatorias, que aún han quedado al margen y que supondría una buena bocanada de alivio porque homogeneizaría el recorte en todas las escalas sociales. Pero tengo claro que las formas reivindicativas nunca han de abrir heridas profundas, volcarnos a la violencia o generar enfrentamientos indeseados y cuya cicatriz se utilice luego constantemente para el frentismo. Nadie nos merecemos esto.


El Gobierno se está equivocando, como lo hizo el anterior, y nos equivocamos, creo, al pensar que sólo ellos son los responsables, aunque sean los principales culpables de esta deriva. Pero a veces, quienes se ponen tras la cacelorada u otras formas, parecen hacerlo para excluirse de la propia responsabilidad y trata de focalizar al "enemigo" como si fuera necesario la presencia de esta figura.


Por eso miro con mucho cuidado estas convocatorias, me ponen en guardia, eludo participar porque no quiero que mis propias motivaciones queden vaciadas por otras no buscadas ni deseadas. Un rato de cacerolas no es sino una protesta ruidosa, aunque casi inocua, pero esa elección de un enemigo unidimensional como es el Partido Popular es irreal, deja fuera a otros muchos responsables, y no afronta el verdadero problema, un sistema político que no nos va a sacar de donde estamos, que conserva sus privilegios, que castiga al sector de población más débil y que no está dispuesto a ceder poder y refundar una democracia mas de todos, más justa y abierta, y donde las leyes sirvan para castigar enérgicamente determinadas prácticas y comportamientos que, hasta la fecha, van quedando impunes.


Por cierto, desconozco si en Daimiel  habrá seguimiento de tal convocatoria pero, en cualquier caso, espero que impere el sentido común y el civismo.

7 comentarios:

  1. El problema vendrá cuando haya cada vez más gente que pase hambre, que no tengan nada que perder, que la indignación se transforme en rabia, odio e impotencia porque no solo no se escucha al pueblo sino que se legisla en contra de el y ese camino es el por el que nos están guiando, habiendo otras sendas insisten en ese camino, y si esto no cambia, la violencia queramos o no hará presencia.

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  2. Otra cosa que me gustaría añadir es como se esta intensificando la violencia indiscriminada de los cuerpos de antidisturbios. Hay que reconocer que hay pequeños grupos violentos que acuden a las protestas pero no es menos obvio que las cargas de la policía son desproporcionadas, agreden a gente nada violenta o incluso que nada tiene que ver y muchas veces en vez de prevenir lo que hacen es aumentar los altercados y lo peor de todo acaban con gente en los hospitales por uso de armas como las pelotas de goma prohibidas en la mayoría de países europeos y que hace unos meses acabaron con la vida de un joven en bilbao.
    Esperemos que todo esto acabe de una forma pacifica al estilo de la revolución de los claveles, pero de momento solo se esta sembrando vientos.

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  3. http://www.publico.es/espana/439781/el-pp-apoya-el-plan-de-ciu-para-endurecer-las-medidas-contra-manifestantes

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  4. Dictadura encubierta. Medidas totalitarias sin consenso, policías sedientos de sangre en las calles contra los que protestan, medidas antiterroristas contra ciudadanos que se manifiesten y medios de comunicación con directores adheridos al partido.

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  5. Por lo menos aqui no tenemos que temer que nos cierren urgencias:

    Cospedal salva del cierre de urgencias a seis municipios conquenses con alcalde del PP y condena a los del PSOE.

    Gobierno para todos decian.

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  6. Es una forma de hacer "limpieza" como otra cualquiera. Se puede entender así: un alcalde socialista que vive en uno de esos pueblos, tiene más posibilidades de morir de un infarto que un alcalde popular del pueblo de al lado. Cuando los votantes socialistas de cualquiera de los dos pueblos vean que el alcalde socialista ha muerto por falta de atención sanitaria, votarán masivamente urgencias/popular.

    Y si no más de uno se habrá alegrado de haber votado popular sólo por esta noticia, y habrá otros que morirán antes o sufrirán un poco más también sólo por esta noticia.

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  7. Además en el momento de hacer encuestas sobre la calidad del servicio sanitario, te vas a un pueblo del PP y te sale mucha más nota que en uno del PSOE.

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