domingo, 4 de marzo de 2012

¿UN BOTELLÓN ATOMIZADO O CONCENTRADO? (Página nº 794)

El problema en sí es el botellón. O al menos parte de quienes lo practican que, habitualmente, generan una serie de problemas para la convivencia en forma de ruidos, suciedad, deterioro de mobiliario urbano, etc... que, en definitiva, termina movilizando a un vecindario si se siente maltratado y que no querrá aceptar, y es lógico, que tengan que soportar esa permanente situación junto a sus viviendas.

Ocurre que, en este contexto, el resto de barrios prefieren quedar al margen porque mientras exista una zona habitual ellos no tendrán que vivir ese problema. Sin embargo, en cuanto existe la posibilidad real de que el temido botellón se traslade a sus lares ni siquiera aguardarán a conocer su incidencia práctica sino que se movilizarán para impedirlo. Al fin y al cabo no ignoran lo sucedido en la zona de San Isidro y querrán evitar que sus inmediaciones reproduzcan los problemas significados del barrio de la Estación.



Pero lo cierto es que el problema va más allá porque los chavales han ido atomizando el botellón, dispersándose por todo el pueblo, alquilando locales o cercados sin ningún control legal ni condiciones suficientes, y reduciendo quizá el impacto aparente, al disgregarlos por la localidad, pero no el impacto global, que ha conseguido, en muchos casos, crear puntos conflictivos donde se concentran para los vecinos más cercanos a esos locales.

Va a ser difícil regresar a una situación previa de concentración, lo que quizá era pretensión del Equipo de Gobierno con el asunto de la carpa para darles un espacio, un área provisional, cerrada y con servicios. Porque, en el fondo, se han acomodado a esos espacios más restringidos que son los locales y cercados y, además, porque por los comentarios aparecidos en el blog van a encontrar una fuerte oposición en los vecindarios cercanos a la carpa del Auditorio Municipal, que por otro lado es lo normal.



Sin embargo el problema que subyace, a mi entender, y de mayor gravedad, es la venta indiscriminada de alcohol a menores, el consumo de este tipo de bebidas entre menores de edad y su mal beber, y en eso, tanto en las legislatura anteriores como en la actual, no ha sido objeto de una acción rotunda que abordara y penalizara esa problemática. Y digo esto porque el mayor foco de problemas del botellón, a decir de muchos de sus participantes, suele venir ligado a esos menores en mayor proporción.

El Ayuntamiento, creo, deberá seguir buscando soluciones de espacio allí donde las zonas residenciales no sufran el impacto y acometer la tarea, de una vez, de controlar los negocios expendedores de alcohol a menores y evitar el consumo en estos como determina clarísimamente la ley.

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8 comentarios:

  1. Es evidente que el botellón es una realidad que se debe asumir, pero partiendo de eso estoy de acuerdo contigo en que se debe controlar y que la venta a menores no se produzca. Como madre es algo que me preocupa pues veo que existen personas que se aprovechan y para vender más les da igual todo.
    También veo que como tu dices, ahora con el traslado del botellón harán que un barrio tranquilo empiece a tener problemas, por lo tanto veo lógico que los vecinos se movilicen, en concreto los barrios que se veran afectados ya sufren en determinadas fechas como la feria y ahora en el carnaval las consecuencias del botellón y eso significa noches sin dormir , música hasta las 6 de madrugada,como los dos sabados de este carnaval. el disfrute de algunos no puede pasar por alterar el descanso de otros y en este caso el ayuntamiento pretende alterar una barriada tranquila que ya contribuye a lo largo del año con ese espiritu de entendimiento de que los demás deban disfrutar acosta de no poder dormir y de cristales y botellas por todos los lados.
    Esto tiene dificil solución pero para eso estan para dar soluciones sin perjudicar a nadie y en este caso este barrio se verá perjudicado como otros antes lo han estado lo cual es injustificable, la diferencia es que los demás barrios se han visto afectados por un botellon que ha surgido espontanemente y en este caso la localización va ser decidida por el ayuntamiento desde ese momento ellos deberan asumir las consecuencias.

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  2. Como bien dices la experiencia es un punto y despues de ver lo que ha pasado en san isidro, toda la zona afectada se va a movilizar, desde ya , sin ir más lejos este lunes la primera reunión

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  3. Eso es cierto, el botellón de San Isidro surgió espontaneamente y ahora lo que se pretende es institucionalizarlo desde el Ayuntamiento y eso es muy peligroso.

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    1. Lo más peligroso,es que si así sucede y sin mucha inteligencia,el equipo gobernante pudiera institucionalizar y fomentar el consumo de alcohol entre los jóvenes en un espacio municipal y cerrado,lo cual ya sería para presentar una más que justificada demanda judicial,vecinos,padres y ciudadanos.

      Y mientras tanto la cultura y su concejala hibernando. Desde que tomó posesión está inédita.

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    2. Vamos a ver.... si es muy facil. lo mismo que hace años no te dejaban consumir en el parque y te perseguian "Los hombres de harrenson" con el land rover, pues ahora igual si no se puede no se puede y punto.
      A consumir a los locales que estan para eso, bares y demas... o cerramos los bares y abrimos espacios publicos?

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  4. pero ellos no son ni conscientes de lo que van hacer.

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  5. La solucion al botellon es trasladarlo a una zona no residenciable para que no haya molestias a los vecinos. El problema es a que zona se traslada, pues si es a los poligonos, tenemos el problema de que la gente tiene que ir en coche, con lo cual al problema del alcohol, añadimos el del trafico. Dificil solucion.

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    1. El botellón en sí mismo es un problema.El ayuntamiento a lo más que puede aspirar es a regularlo,nunca a prohibirlo y de ninguna manera a fomentarlo.
      Si lo lleva a la carpa estará apoyando descaradamente el consumo de alcohol entre jóvenes y posiblemente entre menores de edad.No le estaría demas al Equipo de Gobierno escuchar al juez Emilio Calatayud y las ideas que tiene sobre el botellón y la implicación de los ayuntamientos en el consumo de alcohol entre menores.

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